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domingo, 29 de abril de 2007

Antigua historia del inglés

Antigua historia del inglés
Por Enrique G de la G (*)


¡Bajemos y confundamos ahí mismo su lengua,
para que ya no se entiendan unos a otros!
Génesis 11, 7

I. HISTORIA REMOTÍSIMA
Noé procreó tres hijos: Jafet, Cam y Sem. Las tradiciones bíblicas reconocen en estos hombres el origen de la humanidad entera y, por ende, el origen de todas las lenguas. Los descendientes de Sem habitaron Mesopotamia y Asiria. Hablan las lenguas semitas, como el arameo, el cananeo (hablado por Jesucristo), el fenicio, el asirio, el árabe (de Avicena y Averroes), el babiloense (de Nabucodonosor), etc. Los hijos de Cam se establecieron en Misraim (Egipto) y Cus (Etiopía). Dialogan según las lenguas camitas, como el egipcio, el copto, el berberisco, el ambarí y algunos dialectos africanos. Jafet engendró hijos que se dispersaron por el Mediterráneo y el Asia Menor. Ellos utilizan las lenguas indoeuropeas, que se agrupan en doce familias lingüísticas:
1. Aria, donde encontramos por ejemplo el sánscrito.
2. Persa o riánica, que fuera utilizada por Zoroastro.
3. Eslava, que permutó el alfabeto cirílico.
4. Báltica, como el lituano, el prusiano y el letón.
5. Balcánica, como el tracio, el dacio, el frigio y el armenio.
6. Ilírica, como el albanés y el mesapio.
7. Griega, como el jonio, el ático, el dórico, el eolo y el aqueo.
8. Itálica, como el umbrío, el hosco y el latín que, al degradarse, originaría las lenguas romances.
9. Céltica, como el galés, el gálico y el bretón.
10. Germánica, como el escandinavo, el holandés, el flamenco, el anglosajón, el alemán, el danés y el islandés.
11. Tocariana, conocida en las altiplanicies del Asia central.
12. Hitita, lengua que fuera utilizada en el segundo milenio antes de nuestra era.
¿Dónde se sitúa el inglés? Toma elementos de cuatro familias, en mayor o menor medida. Procede directamente del anglosajón, que se encuentra entre las lenguas germánicas, pero hereda palabras, giros y rasgos semánticos y sintácticos de algunos dialectos célticos, del griego, el latín y el normando (un francés aún primitivo, anterior incluso a La chanson de Roldan).

II. HISTORIA ANTIGUA
Los celtas cruzaron el Canal de la Mancha, corría el siglo VII a.C. El mismo nombre de Britania es celta o precelta. Al norte de la isla descubrieron, respetaron y hasta ignoraron a otros hombres de raíces no indoeuropeas: los picts. Los picts fueron los primeros habitantes de las islas Shetland (las más septentrionales, entre Noruega y las Faroe) y Escocia. Se desconocen sus orígenes.
La influencia que los picts dejaron en los celtas fue nula.
El idioma de los celtas era común, parecido al gálico hablado en Galia. Pero con el asentamiento llegó la división. Las lenguas de las tribus asentadas en Gales se fueron diferenciando de las asentadas en Irlanda u otras zonas.
Zona
Lengua
Irlanda Welsh
Norte de Inglaterra Gaélico irlandés
Gales Cornish

Nada queda de entonces porque los celtas desconocieron la escritura. Por esta misma razón hay poco de celta en el inglés, excepto por muchos nombres geográficos.
Celta
Inglés Ejemplo
Bail House Ballantrae, Ballyshannon
Inver Mountain Inverness, Inverurie
Inis Island Innisfail
Llan Church Llandaff, Llandovery
Coil Forest Kilbrook, Killiemore

(La palabra whisky proviene de visge (water), pero llegó al inglés a través del irlandés muchos siglos después.)
Los romanos colonizaron Britania en el primer siglo de nuestra era. Roma fue sinónimo de civilización. Caminos, pueblos, seguridad, orden. Sin embargo, los celtas impidieron el mestizaje. Celtas y romanos jamás cohabitaron. Las colinas y los pueblos, los lugares y rincones fueron (re)nombrados por los romanos. Así, el latín mancilló el inglés antiguo. Es innecesario observar que latín, Roma y cristianismo fueron una tríada inseparable. Todo se quedó en Britania, todo permutó el antiguo inglés o anglosajón.
Cuando Roma se alejó (año 409), los latinajos ya se habían asimilado (Lancaster o camp, por citar dos ejemplos). Fue como si el ejército hubiera dormido porque durante cincuenta años la isla vio llegar numerosas barcos invasores. Aparecieron tribus germánicas provenientes del norte de Germania y del sur de Escandinavia. Los celtas y los pocos romanos que permanecieron en las islas británicas fueron incapaces de organizar la defensa.
¿Creyeron los celtas que habría paz? Tal vez. Pero no la hubo. Poco después, cuarenta años después, los famosos Hengist y Horsa, terribles guerreros de la Germania, anclaron sus naves en las costas de la isla. Los aborígenes precisaron emigrar. Encontraron en Gales, Cormall y Escocia la geografía y las condiciones necesarias para preservar sus reinos. Los germanos mataron a cuantos pudieron. Destruyeron y arrasaron caminos y pueblos. Para el siglo V, Durovern, Virocon, Trimontum o Camulodunum, ciudades todas ellas de relativa importancia socio-comercial, se habían ya convertido en ruinas y despoblado. La actual Noridge y el norte de Inglaterra fueron habitados por los anglos. Las tribus más numerosas, los sajones, ocuparon las zonas central y sur de Inglaterra, incluyendo Londiri (hoy Londres). Jutos y frisos arribaron poco después, distribuyéndose por Kent (el nombre proviene de la tribu celta Cantii) y la isla White. Cada uno de estos pueblos fundó su propio reino independiente. El idioma era similar pero distinto.
El siglo VI destaca por las actividades misioneras que los cristianos desarrollaron en Britania. Se tradujo la Biblia al inglés antiguo, por ejemplo. Numerosos obispos, sacerdotes y clérigos llegaron de Roma, y con ellos el latín. Otra vez.
Alfredo el Grande, rey de Wessex, alcanzó la unidad de los reinos en el año 878. En realidad, Alfredo el Grande (849-899) jamás imaginó una Inglaterra totalmente anglosajona: pensaba que una parte sería escandinava y la otra inglesa. La lengua se unificó sólo en cierta medida. Las diferencias que marcaban una tribu de otra eran dialectales.
Pero la unificación duró poco. Los vikings, provenientes de zonas escandinavas, irrumpieron en la isla una vez más. Tres siglos duró la ocupación (del IX al XI). El inglés antiguo y los dialectos escandinavos tenían rasgos compartidos. Las influencias fueron recíprocas. El anglosajón desarrolló su morfología y fortaleció sus procesos analíticos. Muchas palabras cambiaron su pronunciación, otras fueron incorporadas.

III. HISTORIAS DE LA HISTORIA MEDIA
Los normandos arribaron a Inglaterra en 1066. Termina así el periodo del inglés antiguo y comienza la época del inglés medio. Vale la pena detenerse en la conquista normanda. La batalla decisiva se peleó en Hastings. Snorri Sturlurson (1179-1241), famoso historiador medioeval nacido en Islandia, ha dejado testimonios de ella.
Algunos historiadores aseguran que, para este año, Inglaterra aún no formaba un carácter propio. Sin duda fue decisiva la invasión normanda. Alguien atrevido ha asegurado que, sin la influencia normanda, Inglaterra no sería lo que llegó a ser: habría permanecido (históricamente) insignificante, como Dinamarca tal vez. Los normandos posibilitaron, a la larga, el Imperio Británico. De los normandos, los sajones aprendieron la organización y el sentido ejecutivo que los caracteriza. Incluso, la Crónica Anglosajona reconoce que antes de Guillermo el Conquistador, normando, no hubo rey más poderoso. Y es que los normandos ocuparon toda (la actual) Inglaterra.
Por aquella época reinaba Inglaterra el rey Harold, hijo de Godwin. Harold tenía un hermano, el conde Tostig. El conde pidió al rey que dividiera el reino y le diera derecho a gobernar sobre una porción. Harold se negó y Tostig, furioso, se fue de Inglaterra. Buscó un aliado y lo encontró en Noruega: el rey Harald Hardrada (el Resuelto), llamado en ocasiones Harald Sigurdarson. El rey noruego no sólo fue guerrero: también poeta. Juntos desembarcaron en York, donde muchos sajones enemistados con el rey Harold les apoyaron. Al desembarcar, el caballo de Harald Sigurdarson tropezó y el noruego cayó. Entonces, para evitar que sus tropas lo tomaran como un signo de mal agüero, recordó o inventó un proverbio: "En los viajes, una caída trae suerte".
Al siguiente día, por la mañana, se enfrentaron los ejércitos. Veinte jinetes ingleses, cubiertos de hierro, se aproximaron al desafiante conde Tostig. Cuenta Snorri en el capítulo XCI del libro décimo de su Heimskringla:
Tostig, hermano del rey sajón de Inglaterra, Harold, hijo de Godwin, codiciaba el poder y se alió con Harald Sigurdarson, rey de Noruega. (Éste había militado en Constantinopla y en África; su estandarte se llamaba Landöda, Desolador de Tierras; también fue poeta famoso.) Con un ejército noruego desembarcaron en la costa oriental y rindieron el castillo de Jorvik (York). Al sur de Yorvik los enfrentó el ejército sajón. Veinte jinetes se allegaron a las filas del invasor; los hombres, y también los caballos, estaban revestidos de hierro. Uno de los jinetes gritó:
- ¿Está aquí el conde Tostig?
- No niego estar aquí -dijo el conde.
- Si verdaderamente eres Tostig -dijo el jinete- vengo a decirte que tu hermano te ofrece su perdón, su amistad y la tercera parte del reino.
- Si acepto -dijo Tostig- ¿qué dará el rey a Harald Sigurdarson?
- No se ha olvidado de él -contestó el jinete. Le dará seis pies de tierra inglesa y, ya que es tan alto, uno más (1).
- Entonces -dijo Tostig- dile a tu rey que pelearemos hasta morir.
Los jinetes volvieron. Harald Sigurdarson preguntó pensativo:
- ¿Quién era ese caballero que habló tan bien?
- Era Harold, hijo de Godwin.
Antes que declinara el sol de ese día, el ejército noruego fue derrotado. Harald Sigurdarson pereció en la batalla y también el conde.

Harold le ofreció al rey noruego "seis pies de tierra inglesa y, ya que es tan alto, uno más". ¿Qué significan los seis pies? Seis pies (1.80 metros) es la medida ordinaria de las tumbas. El rey inglés pensaba matar de cualquier manera al noruego. Sin embargo, si se rindiera, le ofrecería el honor de ser enterrado en suelo inglés. Dicho con otras palabras: la única porción de territorio inglés que estaba dispuesto a perder era la que precisaba la tumba del invasor. Muchos siglos después, Winston Churchill en un discurso aseguró que le mantenía a Hitler su oferta de seis pies de tierra inglesa.
Cuando Tostig insiste en pelear, los jinetes se retiran. Entonces el rey noruego pregunta quién era ese jinete que había hablado "tan bien". Por ser las lenguas parecidas, él pudo entender el diálogo entre el jinete y el conde. Además, como se dijo, era poeta: tenía sensibilidad ante las palabras. El conde le descubre que el jinete era su propio hermano, el rey Harold. Tostig supo mantener su lealtad: pudo apresar allí mismo al rey inglés, pero no lo hizo ni lo facilitó a las tropas. Esto se lo había indicado el mismo rey Harold cuando, viendo a su hermano el conde, preguntó indirectamente si el conde Tostig estaba presente en aquel momento. Ambos fingieron no conocerse. También supo mantener la lealtad para con Harald el noruego, pues preguntó al jinete qué le ofrecía a su aliado en caso de acordar la paz.
Empieza pues la batalla en Stamford Bridge. Cuenta Sturlurson que allí, su última batalla, compuso un poema. Lo recitó y, al no gustarle, escribió otro. Los sajones se impusieron. Harold y Tostig mueren. Seguramente a Harald le provocó tristeza la muerte de su hermano. Apenas celebran la victoria cuando aparece un jinete muy cansado; trae noticias: al sur han invadido los normandos. Marcha forzada al sur, a Hastings.
Los normandos eran escandinavos (daneses), pero después de un siglo en Francia habían olvidado su lengua primera. Ya eran realmente franceses.
Harold envió un espía al ejército de Guillermo el Bastardo. Su regreso tranquiliza al rey: es un campamento de frailes. ¿Traición o error? Al día siguiente los ejércitos se enfrentaron. Hay un suceso curioso que tiene algo de premonitorio: Taillefer, un juglar, le pide permiso al rey Guillermo el Bastardo para ser el primero en entrar en batalla. El rey accede. Era un honor, pero un honor terrible, porque los primeros son los primeros en morir. Los sajones eran más serios. Les sorprendieron las cabezas afeitadas y las risotadas del juglar que los provocaba jugando con la espada. Taillefer entra en batalla al tiempo que canta una versión antigua de la Chanson de Roldan: como si, a partir de ese momento, Francia penetrara en Inglaterra.
Las hachas de guerra sajonas eran terribles, superiores a las armas normandas. Guillermo el Bastardo recurre al ardid de simular la fuga. Cuando los sajones intentan perseguirlos, los normandos dan la vuelta y acaban con ellos.
Leyendas tradicionales explican o narran cómo fue problemático encontrar el cadáver del rey Harold. Todos los cadáveres estaban desnudos por los saqueos de los mercaderes (en aquella época era normal que los súbditos desconocieran los rostros de los soberanos, algo que hoy con dificultad entenderíamos, algo casi inimaginable). Hacía falta reconocer el cuerpo para darle sepultura cristiana. Cerca de allí descubren un monasterio. El abad no sabe cómo proceder pero de pronto recuerda que en medio del bosque, en una choza, vive una de las mujeres de Harold. Se trata de Edith Swaneshals (Cuello de Cisne), una querida que ya había sido abandonada por el rey. Por el mote se infiere que era alta, rubia, muy blanca, con hermoso cuello. El abad sugiere que sea ella quien reconozca el cadáver del rey. Encuentran a la mujer, una vieja prematura. La ponen al tanto y acepta. Se abre paso en el campo de batalla. No dice quién es el rey, sólo se arrodilla y comienza a besar a su antiguo amante. Sólo así los normandos pudieron enterrarle cristianamente.
Dos siglos se quedaron en la isla los afrancesados normandos. En la corte se hablaba francés. El latín era el idioma de los religiosos. El pueblo mantuvo el sajón más cuatro dialectos y un poco de danés. Es la etapa del inglés medio, que surgió con el amalgamiento de estas lenguas. El resultado sólo se pudo apreciar hacia el siglo XIV con Chaucer y Langland. Un inglés muy latinizado. Las palabras germánicas corresponden a los objetos esenciales y físicos, tangibles, como los árboles o los metales, como el fuego o el hombre. En cambio, las palabras abstractas, las relacionadas con el pensamiento y la cultura, provienen del latín.
El año 1500 marca la nueva generación: se supera el inglés medio y comienza el inglés moderno. Shakespeare es el primero.
(1) El original dice: "King Harold has already declared how much of England he is prepared to grant him: seven feet of ground, or as much more as he is taller than other men." Las traducciones han variado. Por ejemplo, Charles Dickens en A Child's History of England transvasa: "Seven feet of earth for a grave," replied the captain. "No more?" returned the brother with a smile. "The King of Norway being a tall man, perhaps a little more," replied the captain. Y Thomas Carlyle en The Early Kings of Norway: "Seven feet of English earth, or more if he require it, for a grave." La traducción que utilizo es la de Jorge Luis Borges.

(*) Enrique G de la G (San Pedro Garza García, México, 1979). Lector y escritor, estudió filosofía. Su tesis versa sobre el objeto de la metafísica aristotélica. Colabora en distintas revistas con ensayos, reseñas y entrevistas. Agradecido lector de Borges, Victor Hugo y Alfonso Reyes.

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