HOMENAJE A LÍBER SEREGNI
Privilegiado de la vida
Inolvidable discurso del General Líber Seregni en
el Paraninfo de la Universidad de la República:
Unir mil miedos para formar un solo coraje.
Señor rector de la Universidad de la República,
queridos integrantes de aquella generación del 83
que organiza este acto, amigos todos: Hace un
tiempo, cinco u ocho años, después de que había
abandonado la presidencia del Frente Amplio (FA),
me expresé con libertad y dije cosas que motivaron
críticas severas y hasta algún agravio de mis
propios amigos y compañeros. Recuerdo que en esos
días un compañero del piso sexto de la Cárcel
Central, un querido compañero, me dijo en casa:
"Mi general, el grave error de su vida es no
haberse muerto". Esta frase que puede ser brutal
era hasta cierto punto comprensible. Él me dijo:
"Si usted se hubiese muerto serían nada más ahora
que largos homenajes, pero usted siguió viviendo,
y habla y molesta a la gente ( )". Mañana, mañana
lo voy a llamar a este compañero y le voy a decir:
"Mira, compañero, no estuve tan errado en seguir
viviendo". Los hechos de hoy, esta jornada, me lo
demuestran. Cierto, cierto es que yo anuncié mi
retiro de la vida pública, que es una forma de
desaparecer también. Pero no es menos cierto que
en vida recibo este homenaje.
[...] Muchas veces dije que era un privilegiado de
la vida; lo repito hoy. Cada uno de nosotros es
parte de lo que ponga de sí mismo, pero es en
mucho también parte de las circunstancias, del
entorno, de lo que le ofrece la vida. Y a mí la
vida me permitió situaciones y actividades que a
otros no les es permitida, por eso termino todavía
con este privilegio mayor de estar hoy, esta
noche, con ustedes.
Para mí hablar en este Paraninfo supone un reto y
un compromiso muy severo. Tengo un tremendo
respeto por este recinto que está poblado de los
ecos de las voces de los grandes pensadores y las
expresiones de la cultura que pasaron por el país
y por este recinto. Pensé entonces en escribir
para tener una mayor precisión en el lenguaje,
pero luego decidí que no y les quiero contar por
qué. Tiene que ver, lo decía la compañera que
habló antes, con una visita que en el mes de enero
de este año me hizo a Costa Azul un grupo de
integrantes de la generación del 83. Me llevaron
un cálido saludo, me llevaron un ejemplar del
libro que habían publicado, me llevaron un casete
y un CD y nos pusimos a conversar y estuvimos
hablando desde las siete hasta las nueve y media
de la noche. Y yo percibí, primero con sorpresa y
después con una tremenda alegría que esta gente no
estaba simplemente viviendo y recordando
nostalgias, estaba por sobre todas las cosas
viviendo un presente y soñando un futuro. Y en el
transcurso de esa misma charla que surgió con uno
de los que estaban presentes: "Ah, pero tenemos
que hacer una charla más amplia que ésta", y esa
charla más amplia se transformó, mis amigos, en
este acto que estamos viviendo hoy. Entonces yo
quiero mantener ese carácter inicial, eso deseado
de charla entre nosotros. Quiero facilitar la
comunicación, quiero tener esa calidez que da la
palabra, por eso quisiera tener incluso un tono
coloquial con todos ustedes y vernos como nos
estamos mirando ahora, a los ojos. Claro, voy a
hablar, pero voy a hablar con una guía para no
caer en arborescencias y perder el hilo del
discurso.
No es fácil recibir un homenaje así, en persona,
no es fácil. Sólo cabe agradecer y decir que
intenté ser en mi vida fiel a mí mismo, coherente,
en el marco de principios éticos elementales, en
la defensa de la libertad y de la democracia, en
el respeto irrestricto a la Constitución y a la
ley. Pero, mis amigos, todo lo que hice, lo bueno
y lo malo, lo acertado y lo erróneo, fue a plena
conciencia, traté de perseguir el paradigma de
decir lo que se piensa y hacer lo que se dice. A
veces pude hacerlo y otras veces no, porque yo
también sentí, como muchos de ustedes, la vigencia
del dilema que planteaba Max Weber hace 80 años y
que incluso comentaba el doctor Guariglia en un
libro reciente, el dilema de la posible oposición
entre la ética de las convicciones y la ética de
las responsabilidades. Cuando uno tiene un cargo,
cuando uno habla en nombre de otros, no es uno
solo el que habla, y eso limita seriamente las
posibilidades de expresión propias. Esto debe ser
tenido muy en cuenta, la ética de las
responsabilidades, muy en cuenta por todos
nosotros cuando juzgamos las conductas de
gobernantes y de líderes políticos. Por eso, hasta
que pude desprenderme de las ataduras de mis
responsabilidades, recién entonces pude hablar por
mí y para mí y ser auténtico. Así dije mi verdad,
la mía, no la verdad, dije mi verdad, que en
ocasiones pudo chocar o herir a alguien; no fue mi
propósito ni lastimar ni herir a nadie, y si en
algún momento eso pasó, aquí, públicamente,
presento mis excusas.
Pero, mis amigos, no se trata de dar
explicaciones, ustedes son los que juzgan. Yo
quiero hoy hablar de cosas, pero de cosas
distintas. Ustedes eligieron este día, que no es
un día cualquiera, es una fecha señalada en
nuestra historia política de los últimos años en
la lucha por la reconquista, por la recuperación
de la libertad y la institucionalidad democrática
que habían sido conculcadas. Pero quiero indicar
ese día en el proceso histórico con su real
trascendencia y quiero además señalar que a veces
un acto, una imagen, una palabra, tiene un brillo
tal que de pronto oscurece el proceso en el cual
está inmerso, y entonces, mis amigos, el 19 de
marzo de 1984 no es solamente el acto del balcón.
Quiero ser objetivo, no quiero relativizar ese
hecho, no es por falsa modestia, que es la peor de
las vanidades, sino para ubicarlo en el tiempo,
con un antes y un después. Permítanme una
digresión. Cuando era estudiante, un viejo
profesor que nos hablaba de historia y de la vida
comparaba la historia y la vida con un río de
llanura, con sus vueltas que aparentemente van
atrás del curso, y ponía como ejemplo nuestro río
Negro, el viejo Um, con sus bucles, con sus
meandros; claro, antes de que las represas
borraran muchos de esos bucles y meandros. Yo digo
que debemos recorrer y gozar de esos bucles, pero
no perder de vista el curso del río y su destino
final, que es la desembocadura. Es con este
criterio, mis queridos amigos, que miro el 19 de
marzo 20 años después. Quiero ser objetivo y verlo
en dos dimensiones, una interna, íntima, personal,
familiar; otra política y social. En lo personal,
lo decíamos desde el balcón, la emoción de años de
espera, particularmente los últimos años en la
Cárcel Central de Policía. Y habíamos en esa época
expresado una convicción muy profunda: al final
del camino una luz puntual nos espera.
El 19 de marzo fue para mí una luz intermedia, una
luz a mitad de camino, porque la luz puntual era
la recuperación de la libertad y la democracia.
Pero volver a mi casa, estar entre mi gente,
encontrarme después desde el balcón con la gente
en la calle, ustedes lo vieron, poder conversar
con ellos, primero a viva voz y después con un
megáfono que Julita Möller, que está ahí y que esa
noche ofició de secretaria de relaciones públicas,
nos alcanzó. Y fue esto en un clima de fiesta, en
un clima de alegría, en un clima de fiesta, porque
se adueñó de mi casa y de mi persona un hermoso
grupo de compañeros de la generación del 83, que
están acá la mayoría de ellos, con lo que tiene la
juventud, con locuras, verdaderos disparates, pero
con esa frescura que es propia de la juventud. Y
allí hubo cosas como las que ellos marcaron,
normas escritas, me las marcaron pero se las
marcaron a todos los demás, y ese día dispusieron
que sólo podían subir a saludarme connotados
líderes políticos o sociales o familiares muy muy
cercanos. Y escuchen, vean esto, porque uno puede
engañarse con los videos que pasaron: vino China
Zorrilla, no la dejaron subir porque no era
connotada dirigente política; subió al otro día,
por supuesto, y nos pudimos abrazar. Pero fue una
jornada realmente inolvidable. Pero lo otro, lo
trascendente, es la dimensión política en lo
nacional con repercusión internacional: indicó
para mí una señal clara de que el régimen
necesitaba una salida y estaba dispuesto a
transitar pasos en esa dirección. Pero yo no era
un preso cualquiera, yo era un general traidor al
proceso, yo era el preso emblemático que dijera
Wilson Ferreira, yo era el presidente del FA, la
fuerza política que el régimen había querido
destruir.
Entonces tuvo una significación muy especial que
sintieron todas las fuerzas políticas y sociales
de nuestro país y que fue la que llevó a que ese
día y los días siguientes todos los dirigentes
políticos del país, de todos los partidos, y todos
los dirigentes sociales me llevaran su saludo y su
adhesión. Fue el inicio de una etapa que luego las
fuerzas democráticas instrumentaron en una línea
de concertación, movilización y negociación que
finalmente terminó con la recuperación de las
libertades y la democracia. Y además, porque uno
mira el video ahora ese día, esa noche, fue un
tremendo acto político que cortó bulevar Artigas y
bulevar España. Estábamos en dictadura, los actos
políticos no estaban permitidos, entonces fue el
primer acto político de características
singulares.
Pero después vivimos el año 84, que no quiero
recordar hoy, lo recordaremos después porque
tendremos tiempo durante el transcurso de todo
este año. Hoy lo que quiero rememorar es el antes.
Una premisa que puede parecer obvia: hubo un 19 de
marzo y un año 84 porque antes había habido un año
83. No pretendo hacer historia, ah, pero quiero,
sí, ejercitar la memoria, la memoria colectiva, la
memoria de la sociedad uruguaya, que hace a su
identidad, ayuda a comprender su idiosincrasia y
es base de su cultura. Pero hoy lo dicen
absolutamente con un lenguaje muy claro los
propios integrantes de la generación 83 en su
libro: no hay memoria sin olvido. El problema
individual de cada uno de nosotros y de la
sociedad entera es saber y poder qué olvidar para
mejor recordar aquello que no puede ni debe
olvidarse. Esto, mis amigos, es fundamental en lo
que tiene que ver con aquellos años. Apenas unas
citas porque en la larga noche del régimen
autoritario y de terror, de silencio infinito de
los primeros tiempos, de privación de cualquier
manifestación, ya había existido un formidable No
al intento de una Constitución liberticida que
asombró al mundo entero. Y había habido también el
proceso de las elecciones internas del año 82, con
el amplio triunfo de los sectores democráticos e
incluso con el voto en blanco. Los dos, estos dos
acontecimientos fueron severos reveses para la
dictadura. Ah, pero el año 83 demostró que el
régimen estaba históricamente terminado, fue
grávido en hechos memorables: la caceroleada, la
salida de la gente a la calle, tres
acontecimientos, repito, memorables: el 1º de Mayo
en la calle después de diez años, la Semana de los
Estudiantes con aquella magnífica marcha, aquella
marcha por bulevar Artigas que terminó después en
el Franzini, ¡ah, compañeros y amigos!, y
finalmente el río de libertad. Y junto con eso,
mezclado, producto, motor, pero producto de eso
también, la creación de tres institutos sociales
fundamentales en la vida del país de aquel
momento: ASCEEP, el PIT y Fucvam, como expresiones
de la juventud, ( ), de los jóvenes y mayores
sindicales y de una fuerza nueva que estaba
saliendo, que estaba naciendo, que fue
precisamente el sector liderado por Fucvam.
Junto con eso, también, por supuesto, Cinemateca,
el canto popular, el teatro, todo eso fue lo que
finalmente condujo al 19 de marzo del 84. Pero lo
trascendente, lo que quiero marcar hoy en forma
fundamental, fue la demostración de que se había
perdido el miedo al miedo. Eso es lo que quiero
recordar hoy, porque en esa gesta los jóvenes, los
estudiantes de entonces que hoy convocan a este
acto, tuvieron un papel protagónico. Y eso tienen
que saberlo todos, no sólo ellos y las
generaciones mayores que vivimos aquel proceso,
sino fundamentalmente los más jóvenes, los hijos
de aquellos del 83 que hoy tienen la edad que
ellos tenían en aquel tiempo. Y quiero resaltar
esto y decirlo brevemente, porque el régimen se
había ensañado con los centros de enseñanza, se
había ensañado con la Universidad, con el IPA, con
cualquier manifestación de enseñanza. Había
impuesto el terror y una contracultura absoluta.
Era el imperio de los porteros vigilantes, aquel
engendro de patovicas, del más feroz de los
patovicas actuales. Era aquella absurda moral de
la pollera de las rodillas, del pelo recogido para
las chicas y el pelo corto para los varones. Era
el no poderse mirar entre los integrantes de
distinto sexo, ni sonreír; era desconfiar,
recelar; era por sobre todas las cosas la negación
de la vida y la negación del amor. Sólo escuchando
a quienes vivieron y lucharon en aquellos tiempos
se puede alcanzar la magnitud de la tragedia, sólo
así se puede comprender el valor de actos de
rebeldía que cuando uno cuenta en el día de hoy
pueden parecer banales. Ah, pero decir "dictadura"
dentro de un centro de enseñanza o en una clase,
leer un manifiesto en una clase, ni que decir
hacer una volanteada o una pintada, esto era
arriesgar la libertad, era arriesgar la prisión,
el destrato, las vejaciones e incluso el
destierro. Y acá están algunos de los muchachos y
las muchachas de aquella época que así lo
hicieron. Yo me emociono cuando recuerdo una
decisión que uno cuenta ahora y la gente no la
entiende: un día un grupo de muchachas decidió ir
de pantalones a clase, y fueron de vaqueros; por
supuesto, no pudieron entrar, pero era una
demostración de su oposición al régimen.
Pero, mis amigos, no son estas cosas que quiero
recordar hoy, quiero no rescatar, porque no
necesita rescate, pero sí señalar cómo la
generación del 83 salió de las sombras. Claro,
sintieron miedo, convivieron con el miedo, pero
vencieron al miedo, y eso fue fundamental en la
lucha por la libertad y la recuperación de la
democracia. Porque, mis queridos amigos, no hay
libertad con miedo, no hay vida plena con miedo,
no hay democracia con miedo.
Y lo importante, lo importante para la memoria es
cómo lo hicieron, fue superar la intención del
régimen de que cada uno viviera aislado de los
demás, que cada uno se encerrara en sí mismo como
un erizo, fue entonces superar la barrera, la
debilidad y el frío de lo individual y alcanzar la
fuerza y la calidez de lo colectivo. Fue la
necesidad de reencontrarse con otros, fue recrear
la solidaridad, la confianza, la lealtad; fue
superar la dignidad humana, en el mejor sentido
del término; y fue, por sobre todas las cosas,
recuperar el sentido de la vida, recuperar el
valor del amor como fundamento de la relación
humana, recuperar los valores éticos y sociales, y
saber que esa reconquista era posible si la lucha
era de todos para salir entre todos.
Permítanme ahora un recuerdo que es anterior a esa
época pero tiene que ver con eso. Fue en los
primeros meses, poco antes del quiebre
institucional, en los primeros meses del 73; ya
había represión, ya había atentados, ya había
miedo, y yo conversaba con los jóvenes. Recuerdo
una tardecita, casi de noche, en Treinta y Tres,
en una escuelita suburbana; hablábamos de eso y yo
decía que la tribu se reúne ante el momento de
peligro, que había que juntarse para afrontar la
situación. Y entonces naturalmente en la charla
que manteníamos surgió una frase que la maestrita
con su linda letra escribió con tiza en el
pizarrón de la clase: "Unir mil miedos para formar
un solo coraje". Eran los tiempos en que todos
cantábamos, todos a una, como Fuenteovejuna, y fue
lo que hicieron, en otra escala mayor, los
muchachos del 83. Y yo quiero decirlo hoy, acá, en
esta Aula Magna de la Universidad de la República,
y lo quiero decir y por favor, que nadie diga que
ustedes me homenajean a mí y yo los homenajeo a
ustedes, no es eso, por favor. Pero el año pasado,
cuando se cumplieron 20 años de todos estos hechos
memorables del 83, nuestra sociedad, nuestra
ciudadanía estaba inmersa en el problema del
referéndum sobre Ancap y esa preocupación
fundamental de la ciudadanía no dio, a mi,
entender la importancia debida a esos hechos. Yo
digo que es un reto, que hago a todos, que cuando
se cumplan los 25 años, el cuarto de siglo, en
2008, reparemos esa falta.
Y ahora quiero hacer una reflexión con ustedes en
la cual quisiera ser muy claro. Por favor, no
hagan comparaciones absurdas, imposibles.
Simplemente parto de la afirmación de que salimos
de la dictadura con un esfuerzo conjunto de la
sociedad y digo, mis estimados amigos, hoy estamos
saliendo de la crisis económica más severa que
sufrió nuestra sociedad en los últimos tiempos. Y
digo que todos, todos, quisiéramos que el proceso
de recuperación económica que parece que estamos
viviendo se convierta, se transforme, en un
proceso sostenido de desarrollo económico y social
que permita satisfacer las demandas urgentes de
nuestra sociedad. Ah, pero otra vez de nuevo ello
será posible sólo con el esfuerzo conjunto de la
sociedad entera. Y además, mis queridos amigos,
porque todavía persiste el miedo de nuestra
sociedad y en la juventud particularmente. Es un
miedo distinto de aquel terrible miedo de la
dictadura, es distinto, son otros miedos; es el
miedo a la inseguridad ciudadana, al presente y al
futuro, a la marginalidad, al desempleo, el miedo
a la violencia, el miedo al terrorismo, el miedo a
los cambios. Mis amigos, tenemos que sacara esos
miedos, tenemos que erradicarlos, porque no habrá
un futuro venturoso para nuestra gente y para
nuestro pueblo si así no lo hiciéramos. Entonces
es un tremendo otra vez no al miedo, no a ninguna
clase de miedos, sí a una esperanza que nos
aliente a todos para seguir luchando por ese
futuro que queremos. Yo pienso, pienso que algo de
esto debe haber estado presente en la mente o de
pronto en el subconsciente de los compañeros de la
generación del 83 cuando sintieron la necesidad de
reencontrarse, no solamente para recordar, sino
también para vivir mejor el presente y el futuro
con ellos y con sus hijos.
No me olvido, sé muy bien que estamos en un año
electoral, pero quiero proyectar a este presente
el espíritu que guió a la generación del 83. Cada
uno de nosotros tiene, por supuesto, sus
simpatías, sus afinidades políticas, pero
reconozcamos que en estos tiempos que transitamos
en todos los ámbitos corren vientos de renovación
y de cambios, una expresión de las voluntades en
todas las tiendas políticas de elaborar propuestas
y voluntades para un futuro mejor del pueblo
oriental.
Entonces quiero remarcar que una condición sine
qua non, la condición primera para cualquier
proyecto de recuperación del país exige el cambio
moral en nuestra sociedad, porque la crisis
también provocó el encerramiento de la gente en sí
misma y el aislamiento, también lo provocó, afectó
los valores societarios que tenemos que recuperar.
Y ésa es una tarea común a todas las fuerzas
políticas y sociales de nuestro país en el momento
actual. Esto es lo que hace necesario un espíritu
militante, más allá de cualquier diferencia
doctrinaria, política o religiosa, como fue el
espíritu de la gente de la generación del 83, sin
banderías políticas, con la única bandera de
querer la libertad y la libertad humana. Yo sé que
quienes promovieron el reencuentro de los actores
del 83 han logrado crear una red de comunicación
que lleva al intercambio de ideas, de discusiones,
una red que tiene más de 400 integrantes dentro y
fuera de fronteras, que lo hacen todos por correo
electrónico, a veces en contactos personales, pero
fundamentalmente a través del correo electrónico.
Discuten entre ellos, se pelean entre ellos, por
supuesto, pero se pasan elaborando ideas. Y yo
digo que eso constituye un capital humano
excepcional, de una tremenda potencialidad que
debe estar al servicio de la República, entonces
convoco, más que convocar, exijo a los integrantes
de la generación del 83 que hoy organizaron este
acto que se mantengan movilizados en el mejor
sentido de la palabra, que estén militantemente
trabajando para permear a la sociedad entera, pero
particularmente a los jóvenes de las generaciones
que siguieron el espíritu y la forma que les
permitieron superar aquellas dramáticas
instancias. Es para mí una responsabilidad
ciudadana la que tienen ustedes, mis queridos
compañeros.
Pero debemos terminar, me extendí demasiado en lo
que debió ser sólo un agradecimiento. Pero les
pido que comprendan: ésta es mi última
comparecencia pública, y entonces es lógico que un
poco me aferre a ella. Pero hay otra cosa más que
les quiero decir; por supuesto, no es una frase
académica, pero yo me siento hoy y aquí, con
ustedes, como los novios cuando dicen: "Tengo
tantas cosas para decirte "
Una reflexión final que hago, mis amigos, sin
ninguna clase de dramatismo. Tengo plena
conciencia de que cuando uno abandona la vida
pública se confina en el ropero del desván -y
valga la expresión un poco arcaica-; yo lo decidí
y, ustedes me conocen, lo voy a cumplir. Pero
quiero decirles esto: a mí me gusta vivir, amo la
vida, no me aferro a ella; he dicho mil veces, la
vida es pugna, la vida es lucha, pero si es cierto
el precepto latino de "cogito, ergo sum", no menos
es cierto que si yo vivo, existo y soy, puedo
pensar, y entonces, mis amigos, dentro del ropero
seguiré pensando. Y si en un momento siento la
necesidad de pelear, lo haré contra las puertas
del ropero.
Quiero decirles mi profundo, emocionado
agradecimiento por este regalo que 20 años después
me hacen ustedes y decirles que nunca más lo voy a
olvidar en los años de mi vida, que espero que
sean muchos y largos años junto con Lilí, junto
con mis hijas, junto con mis nietas y junto con
ustedes, que son mis amigos.
Y ahora un pedido final: entramos con Lilí por el
costado a este Paraninfo de la Universidad de la
República; yo pido que ahora me dejen salir, con
alegría, por la puerta grande de la Universidad de
la República.
martes, 1 de mayo de 2007
URUGUAYECES
URUGUAYECES
1- A ESTOS LES GANAMOS SIN BAJAR DEL CAMIÓN
2- A LA CABEZA Y A LOS 10
3- A LA CERA, LLÁMELE H SEÑORA.
4- ¡A LA MIERDA !
5- A LA PELOTITA, A LA PELOTITAAAAA
6- A LAS SIETE EN EL SPORTMAN.
7- A LEY DE JUEGO, TODO DICHO
8- A LLORAR AL CAMPITO
9- A LLORAR AL CUARTITO
10- A MAMÁ GORILA CON BANANAS VERDES PARA PELAR ...
11- A MÍ, CON LA PIOLITA
12- A OTRA COSA MARIPOSA
13- A PAPÁ MONO CON BANANA VERDE
14- A SEGURO SE LO LLEVARON PRESO
15- ABRÍ LOS GANCHOS
16- ABRIÒ LOS OJOS COMO EL DOS DE OROS
17- ACCIÓN, EL PLATA, DIARIOOOOOO
18- ACEITE DE COCO CON IODO
19- ADELANTE CON LOS FAROLES
20- ADOLFO MAÑAN
21- AGARRÁTE CATALINA
22- AGUA JANE
23- AGUA MATUTINA
24- AGUA SALUS
25- AGUA! (PARA PEDIR LA PELOTA)
26- AL QUE QUIERE CELESTE, QUE LE CUESTE.
27- AL RECHA DE PAÑO A PAÑO
28- AL ROJO VIVO
29- ALBERTO CANDEAU
30- ALEJANDRO TROTTA
31- ALFEREZ CÁMPORA
32- ALIVERTI – 18 DE JULIO 2000
33- ALMADA
34- AMARGA 5 RAICES
35- AMARGA CON AMARGA
36- AMARGA VESUVIO
37- AMARGO, AMARGUISIMO, PERO COMO LIMPIA EL HIGADO.
38- AMDET
39- AMÉRICO TORRES
40- ANCAP
41- ANDÁ A CANTARLE A GARDEL
42- ANDÁ A CANTARLE A MAGOYA
43- ANDA A PEDIRLE A SAN CAYETANO
44- ANDA POR LA SOMBRA
45- ANDÁ QUE TE CURE HORTENSIA, QUE LOLA ESTÁ DE LICENCIA
46- ANDÁ QUE TE CURE LOLA
47- ANDAR EN CHIVA
48- ANDAS EN O.N.D.A.? NO. EN C.I.T.A
49- ANGENSCHEIDT
50- AÑO DE LA ORIENTALIDAD
51- APRETAR EN EL ZAGUÁN
52- APROVECHAR LA BOLEADA
53- AQUI ESTA SU DISCO
54- ARACA LA CANA
55- ARRANCANDONGA
56- ARRANCO PELITO......Y ANDÁ BUSCARLO AL CAMPITO.
57- ASADO DE TIRA.
58- ATENTI
59- AZUCAR EN TERRONES (DE AZUCARLITO DE PAYSANDÚ)
60- AZUCAR RAUSA.
61- BABALAY
62- BAJÁTE DEL ESTRIBO
63- BANCO ALDAVE Y MARTÍNEZ
64- BANCO COMERCIAL
65- BANCO LA CAJA OBRERA
66- BANCO PAN DE AZUCAR.
67- BANCO POPULAR DEL URUGUAY
68- BANCO REPUBLICA
69- BANCO TRANSATLÁNTICO
70- BARRITAS, VASITOS CONAPROLE, HELADOS ¡¡¡ EL HELADEROOOOOOOOO!!!
71- BENEDETTI
72- BENILUN
73- BENINÚN
74- BERRETA
75- BILZ SINALCO (CON EL LOGO DEL PAJARITO)
76- BIÓGRAFO
77- BLOQUITOS ZABALA
78- BÓ
79- BOLAS TRISTES
80- BOLSO SOS LA DROGA DE MI CORAZÓN
81- BOROCOTÓ CHÁS CHÁS
82- BOTELLEEEERO.
83- BOTIJA
84- BP COLOR
85- ¡BUA !
86- BUENAS ONDAS
87- BUENOS DIAS SENOR BELLO
88- BUTIFARRA
89- CACHETE
90- CACHO DE LA CRUZ
91- CADENA ANDEBU
92- CAGAMOS DIJO RAMOS
93- CALAVERA NO CHILLA.
94- CAÑA ANCAP
95- CAÑA CON BUTIÁ
96- CAÑA CON PITANGA
97- CANARIO Y A MUCHA HONRA
98- CANCHERO/A
99- CANDE ASTRA (EL DURO Y EL BLANDO)
100- CANDOMBAILE
101- CANDOMBE DE LA ADUANA.
102- CANJE DE REVISTAS EN LO DE RUBEN Y MIL OTROS LUGARES
103- CANTAR LA POSTA
104- CAPICÚA
105- CAPITÁN CAÑONES Y SU AMIGO ABELARDITO Y LA MASCOTA EMANCIO
106- CARAMELOS CANDE
107- CARAMELOS SKI (MIEL)
108- CARAMELOS ZABALA
109- CARAVANAS
110- CARLITOS OTARINI
111- CARLOS GARDEL
112- CASA AMÉICA
113- CASA CARDELINO
114- CASA PUEBLO
115- CASA SAPELLI
116- CASA SOLER (LA ORIGINAL, FRENTE AL PALACIO LEGISLATIVO)
117- CAUBARRERE
118- CAYÓ PIEDRA SIN LLOVER
119- CERRÁ ATRAS Y VAMOS
120- CERVEZA NEGRA NORTEÑA
121- CHA DIGO
122- CHAJÁ, CHAJÁ
123- CHAMPIONES FUNSA (CHARRUA Y TENISTA)
124- CHAMPIONES Y MATERA
125- CHARONÁ
126- CHEZ CARLOS
127- CHEZ PINEIRO
128- CHICOTAZO
129- CHIFLAR Y COMER GOFIO NO SE PUEDE
130- CHISTARLE AL GUARDA
131- CHOCOLATE POR LA NOTICIA.
132- CHOCOLATE POR LA NOTICIA... Y MERMELADA POR LA PAVADA
133- CHOTO
134- CHUMBITOS
135- CHUPA GIL
136- CHUPATE ESTA MANDARINA
137- CHUPÍN DE BAGRE
138- CHURROS CON CHOCOLATE
139- CICLOMOTOR FIDO
140- 100 GRAMOS RODRIGUEZ
141- CIGARRILLOS SUELTOS
142- CINE 21 DE SETIEMBRE
143- CINE ALCÁZAR DEL PASO MOLINO.
144- CINE AMBASADOR
145- CINE AMERICAM
146- CINE APOLO (MALDONADO 1573)
147- CINE ARIZONA, EN LA CALLE RIVERA Y MACEACHEN
148- CINE ARTE DEL SODRE
149- CINE ARTIGAS (CANELONES 2310)
150- CINE ARTIGAS , COLONIA Y ANDES
151- CINE ATENEO
152- CINE BIARRITZ
153- CINE BOSTON, EN LA CALLE YACARÉ
154- CINE BRODWAY, CURVA DE MAROÑAS
155- CINE CAPITOL, 8 DE OCTUBRE E INDUSTRIA
156- CINE CASABLANCA.
157- CINE CENSA
158- CINE CENTRAL
159- CINE CERVANTES, SORIANO ENTRE ANDES Y CONVENCION
160- CINE CHIC SALON 25 DE MAYO Y 33
161- CINE CINERAMA
162- CINE CORDÓN
163- CINE DE LA PLAYA EN MALVIN
164- CINE GRAND PALACE
165- CINE GUZMÁN PALACE, 8 DE OCTUBRE E INDUSTRIA
166- CINE IGUAZÚ
167- CINE INDEPENDENCIA (FORIDA Y SORIANO)
168- CINE INTERMEZZO, 8 DE OCTUBRE Y COMERCIO
169- CINE LOS ANGELES, EN EL RINCON NORTE DE LA PASIVA
170- CINE LUTECIA
171- CINE LUXOR, (EJIDO Y 18)
172- CINE MARACANA (VERACIERTO Y ALMERIA)
173- CINE MATURANA
174- CINE METRO
175- CINE METROPOL (8 DE OCTUBRE AL LADO DE TIERRA SANTA)
176- CINE MIAMI
177- CINE MOGADOR ANDES CASI DIECIOCHO DE JULIO
178- CINE NOVELTY, CALLE LIBERTAD.
179- CINE OLIVOS EN AGRACIADA.
180- CINE OPERA (EN LA CALLE JACKSON Y CHARRUA).
181- CINE PARIS
182- CINE PLUS ULTRA
183- CINE POCITOS.
184- CINE PRINCESS THEATRE
185- CINE PUNTA GORDA
186- CINE RADIO CITY
187- CINE REX, EN DIECIOCHO ENTRE JULIO HERRERA Y RIO NEGRO
188- CINE RIVERA (RIVERA Y PASTORIZA)
189- CINE ROI
190- CINE ROXY (PABLO DE MARÍA Y BULEVAR ESPAÑA)
191- CINE SAVOY (RIVERA Y OBLIGADO)
192- CINE STAR
193- CINE TRAFALGAR
194- CINE TROCADERO
195- CINE VICTORIA (EX.SIERRA Y PAYSANDU)
196- CINE VICTORY, EN DIECIOCHO ENTRE JULIO HERRERA Y RIO NEGRO
197- CINE VILLA DOLORES (RIVERA Y JULIO CESAR)
198- CINE YORK DIECIOCHO Y RIO BRANCO
199- CLUB DE BOCHAS LOS 33
200- CLUB MAR DE FONDO
201- CLUB NÁUTICO DE CARRASCO Y PUNTA GORDA
202- CLUB VERACIERTO (RIVAL DE MALVÍN)
203- COCOCHO
204- COLIBRI
205- COMO EL URUGUAY, NO HAY
206- ¡CÓMO LA MUEVE!
207- COMO PUNTA DEL ESTE NO HAY.
208- ¡¡¡CONAPROLEEEEEE!!!
209- CONTINUA CLAUSURADO DIARIO EL TIEMPO, DE BOGOTA.
210- CONTRAFLOR AL RESTO
211- COPITAS SMAK
212- COPSA
213- CORRETE, O SOS HIJO DE VIDRIERO?
214- CORTÁ PA' LA SALIDA
215- CORTÁLA FLACO
216- CORTAR PA´ LA SALIDA
217- CORTITA Y AL PIE.
218- CRISTINA MORÁN
219- CRUSH
220- CUADERNO DE DOBLE RAYA
221- CUAL RETAZO DE LOS CIELOS DE LOS CIELOOOOOOOS
222- CUARTETO DE NOS
223- CUCHAME...
224- CURADO DE ESPANTO
225- DAR UN BECERRO
226- DAR UN SOPAPO
227- DAR UN SOPLAMOCO
228- DAR UN TINGUIÑAZO
229- DÁS LA MANO Y TE AGARRAN EL BRAZO.
230- DE ALPARGATAS
231- DE CAYETANO
232- DE CAYORDA
233- DE LA PEÑA, DE LA PEÑA, DE LA PEÑA, DE BOLEA, DE BOLEA DE BOLEAA
234- DE LA PLANTA.
235- DE NOVELA
236- DE QUERUSA LA MERLUZA
237- DEDITO PA'ARRIBA, DEDITO PA' ABAJO
238- DEJAR VARELA
239- DEL TIEMPO DE LA RADIO
240- DEL TIEMPO DEL ÑAUPA
241- DESAPARECIDO
242- DETERSIL
243- 18 Y EJIDO.
244- DIOS LE DA PAN AL QUE NO TIENE DIENTES
245- DIOS LIBRIGUARDE
246- DIOS LOS CRIA Y ELLOS SE JUNTAN
247- DISCODROMO SHOW
248- DON VERÍDICO
249- DONDE EL DIABLO PERDIÓ EL PONCHO
250- DONDE FUERON A PARAR?...
251- DONDE LO COMPRASTE , EN LA MULTI?
252- DOS CUBITOS DE HIELO, UNA CASCARITA DE LIMÓN Y MARTINI BLANCO HASTA EL TOPE
253- DULCE DE BATATA, DE MEMBRILLO (EN LATA DE FRIGONAL)
254- DULCE DE LECHE CONAPROLE
255- DURAZNO Y CONVENCIÓN.
256- EL "BACHICHA" LENZINA
257- EL "HOMBRE DE LA BOLSA"
258- EL "RATONCITO" QUE TE DEJABA PLATITA CUANDO SE TE CAÍA UN DIENTE.
259- EL 7 Y 3
260- EL AFILADOR CON SU ARMÓNICA
261- EL ALMACÉN LA O.D.A (ORGANIZACIÓN DE ALMACENEROS)
262- EL ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
263- EL AÑÓN
264- EL AROMA DE LOS JAZMINES
265- EL ARROZ SOPLADO
266- EL ASALTO AL CAMBIO MESSINA
267- EL ASIENTO DE LOS BOBOS
268- EL BABALÚ, CONFITERÍA EN 18 FRENTE A LA PLAZA DEL ENTREVERO
269- EL BACALAO EN DOMINGO DE PASCUA
270- EL BARQUILLERO CON LA RULETITA ARRIBA
271- EL BARRILITO
272- EL BASAÑEZ Y LOS CORREMOS
273- EL BESÓDROMO DE KIBON
274- EL BICHICOME
275- EL BOLICHE PALMIRO – RIVERA Y SIMON BOLIVAR (1959)
276- EL BONIATO FORLAN
277- EL BOTELLEROOOOOOOO
278- EL BOYERO (SERVANDO RUIZ)
279- EL BYLO
280- EL CAFÉ DEL ATENEO
281- EL CAFÉ MONTEVIDEO, FRENTE A EL DÍA.
282- EL CALPEAN STAR
283- EL CANARIO LUNA
284- EL CANDOMBE
285- EL CANDOMBE ES DE LOS NEGROS PERO GOZAN LOS DEMÁS
286- EL CANILLITA
287- EL CANTEGRIL
288- EL CARLANCO
289- EL CARRO DEL CAFE EL CHANA
290- EL CARRO DEL HIELO
291- EL CHANTECLER
292- EL CHANTIPIEDRA
293- EL CHIVITO DE ORO
294- EL CHOCOLATE AGUILA
295- EL CHUECO ROMERO
296- EL CHUPETÍN
297- EL CILINDRO
298- EL CLUB DEL ALBATROS
299- EL CLUB TROUVILLE.
300- EL COMISARIO DE CERRO MOCHO
301- EL CONVENTILLO "MEDIO MUNDO".
302- EL CORDONCITO. POR ARRIBA DEL AUTO, ¡VALE PARTIDO!
303- EL CORNED BEEF DEL FRIGORÍFICO DEL CERRO
304- EL CORSO DE 18 DE JULIO
305- EL CORSO DE LA UNION
306- EL COTORRA MIGUEZ
307- EL CUCO
308- EL DE LA MEDALLITA.
309- EL DEBATE
310- EL DÍA A UN VINTEN.
311- EL DÍA DEL GOLERO
312- EL DÍA EN LA PLAYA
313- EL DUO SANTOMAR
314- EL EMPORIO DE LOS "SANGUCHES"
315- EL ENVASE DEL DULCE DE LECHE, ERA DE CARTON PARAFINADO.
316- EL ESPINILLAR
317- EL EXPENDIO.
318- EL EXTRACTO DE CARNE DEL FRIGORÍFICO ANGLO DE FRAY BENTOS
319- EL FACAL
320- EL FARO DE PUNTA CARRETAS
321- EL FARO DE PUNTA CARRETAS
322- EL FEMENINO
323- EL FENIX NO BAJA
324- EL FENIX NO BAJA Y YO TAMPOCO
325- EL FLACO CLEANTO
326- EL FORTE DI MAKALE
327- EL GARRONEO
328- EL GOL DE LA VALIJA
329- EL GOL EN EL ÚLTIMO MINUTO.
330- EL GORDO DE FIN DE AÑO
331- EL GORDO DEL VALLE
332- EL GRITO DEL CANILLA....
333- EL GUSANO LOCO (DEL PARQUE RODÓ)
334- EL HOYO PELOTA
335- EL IAVA
336- EL IBO
337- EL JARDÍN DE LA MUTUAL.
338- EL JARDÍN DE LAS COMPARSAS
339- EL LEON DE MARACANA
340- EL LICENCIADO TORRACA DANDO EL PRONÓSTICO DEL TIEMPO
341- EL LOCO TOTO (EL DANUBIO NO MAS)
342- EL LOMITO CANADIENSE
343- EL MAGO
344- EL MANICERO SE VÁ...
345- EL MAR DE LA TRANQUILIDAD (BOITE EN CARRASCO)
346- EL MARTIN AQUINO –
347- EL MEDIO Y MEDIO DE ROLDÓS
348- EL MERCADITO DE LA ABUNDANCIA
349- EL MERCADO DEL ABASTO
350- EL MERCADO DEL PUERTO
351- EL MERCADO MODELO
352- EL MINCHO MARTINCORENA
353- EL MOLINO
354- EL MONTE CRIOLLO
355- EL MUNDIALITO
356- EL NEGRO JEFE
357- EL NEGRO PIRULO
358- EL ORO DEL RHIN
359- EL PAN CON GRASA.
360- EL PAN CON MANTECA Y AZÚCAR
361- EL PAN DE GRAHAM DE BOTARINI
362- EL PAN MARSELLES
363- EL PARQUE RODÓ
364- EL PARTIDO DE CABEZA
365- EL PERICÓN
366- EL PINCHO DONDE EL MOZO PONE LA CUENTA
367- EL PIRÓN
368- EL PLATA
369- EL POPULAR
370- EL POSTRE MASSINI
371- EL PRELIMINAR
372- EL PUERTO RICO
373- EL PURRETE
374- EL PUTO RUBEN
375- EL QUE NACE PARA PITO NUNCA LLEGA A CORNETA
376- EL QUE NO SALTA ES UN BOTÓN.
377- EL QUE SE VAYA ÚLTIMO QUE APAGUE LA LUZ
378- EL QUESITO ALPA
379- EL RECHA
380- EL REFUERZO DE MORTADELA
381- EL RELOJ DE LA OLÍMPICA
382- EL REY MOMO
383- EL RINRAJE
384- EL RODELÚ
385- EL SÁTIRO (DOS POR TRES ESCAPÁNDOSE DEL PENAL DE PUNTA CARRETAS)
386- EL SENIOR JULIAN TEQUIERO
387- EL SESQUISCENTENARIO DE LOS HECHOS HISTÓRICOS DE 1825.
388- EL SEVELÉ
389- EL SHOW DEL MEDIODIA
390- EL SINDICATO MEDICO
391- EL SIROCCO
392- EL SOBRETODO DE BATLLE
393- EL SOROCABANA
394- EL SUEÑO DEL PIBE
395- EL SWIFT
396- EL TABLADO DE YARO ENTRE GONZALO RAMIREZ Y SAN SALVADOR.
397- EL TEATRO DE VERANO
398- EL TEATRO SOLIS
399- EL TESORO DE LAS MAZILOTTI
400- EL TINGUIBOL
401- EL TITIRIYÁ
402- EL TITO PASTRANA
403- EL TRANVÍA 35
404- EL TRENCITO DEL LICEO.
405- EL TROCCOLI
406- EL TRUCO YORUGUA
407- EL TUCHO
408- EL VASCOLET
409- EL VASITO ROJO MIXTO (CHOCLATE Y CREMA) DE CONAPROLE
410- EL VENDEDOR DE CHURROS
411- EL VENDEDOR DE HELADOS EN LA PLAYA
412- EL VENDEDOR DE PANCHOS EN LA PLAYA
413- EL VEOVEO
414- EN EL CEMENTERIO ESTÁN LOS FIAMBRES
415- ¡EN LA CABEZA QUE NO RENGUEA!
416- ENTRO POR EL ARO
417- EPOCAS DE MALARIA
418- ERA TAN TAN, PERO TAN TAN, QUE SE VOLVIÓ CAMPANA.
419- ERAMOS POCO Y PARIÓ MI ABUELA.
420- ERAMOS POCOS Y MI ABUELA TUBO MELLIZOS
421- ES AL CUETE
422- ¡ES COMO DE AQUI A PANDO!
423- ES FACILONGO
424- ES IMBANCABLE
425- ES UN NABO
426- ES UNA DESPISTADA
427- ESPALTER
428- ESPERANDO LA ONDA
429- ESPERAR SENTADO.
430- ESTA DE CHUPETE
431- ESTÁ LLENA DE RATONES...
432- ESTADIO UNO
433- ESTAR COPADO
434- ESTAR EN LA LONA.
435- ESTAR EN OTRA.
436- ESTATE TRANQUI
437- ESTE CUADRO ES UNA MURGA
438- ESTEEEE
439- ESTOY HECHO BOLSA
440- EXCURSION EN BAÑADERA
441- EXPRESSO POCITOS
442- FABIÁN PEREYRA - FAPER@ADINET.COM.UY
443- FAINA DE LA ORILLA
444- FALTA Y RESTO
445- FANTA (LAS BOTELLAS VIEJAS CON "AROS" POR AFUERA)
446- FATTORUSSO
447- FERNANDO MORENA
448- FIACA
449- FLOR DE RELAJO¡
450- FLORENCIO SANCHEZ
451- FOSFORITO
452- FRANCOIS
453- FRANELA
454- FRENTE AMPLIO
455- FRÍO Y LAVADO.
456- FUNSA
457- GALEANO
458- GALLETA DE CAMPAÑA
459- GALOCHA –
460- GANZADA
461- GATA FLORA....SE LA PONEN GRITA SE LA SACAN LLORA...
462- GENIOL
463- GIL
464- GIL DE GOMA
465- GILASTRÚN
466- GOFIO
467- GOOOOOOOL,GOOOOOOOOOL, MEGATONICO SEÑORES.
468- GRANDES TIENDAS MONTEVIDEO
469- GREEN PARK (BVAR. ARTIGAS Y 18)
470- GUACHO, GUACHA
471- ¡GUAMBIA !
472- GUANACO
473- HABLO YO, O PASA UN CARRO
474- HABLO YO, O PASA UN TREN.
475- HACEME LA PATA.
476- HACER COLA EN EL EXPENDIO
477- HACER PLAYA.
478- HAITÍ
479- HAY QUE AGUANTARSE QUE LA COSA VIENE BRAVA...
480- HECHÁ LOS FIDEOS QUE ESTAMOS TODOS
481- HELAADOS CONAPROLE VASITO, BOMBÓN, HELADO
482- HELADOS CANTEGRIL
483- HELADOS OSO POLAR
484- HELADOS TOPSY
485- HINDÚ (BARTOLOMÉ MITRE 1263)
486- HOJAS DE CARPETA
487- HOLA ¿SEÑOR HEBERRRRRRRRR?
488- HORACIO QUIROGA
489- HOY POR HOY
490- IBA A 80
491- ILDU
492- INTROZZI
493- IR EN LA C.O.T
494- IR EN LA CITA
495- IR EN LA ONDA
496- ISIDORO CHRISTIÁ
497- IZETTA
498- JABON BAO
499- JABON DE CREOLINA
500- JAIME ROOS
501- JOSÉ CARBAJAL
502- JUGÁ TÚ QUE TE TOCA A TÍ
503- JUGAR A LA "TAPADITA" CON FIGURITAS
504- JUGAR A LA BOLITA Y LOS BOCHONES EN LA VEREDA
505- JUGAR A LA LASKA
506- JUGAR A LADRON Y POLI
507- JUGAR AL TETO
508- JUGARLE A LAS TRES CIFRAS
509- JUGOLÍN
510- JULIO ALASIO Y BLANCA BURGUEÑO
511- JULIO PUENTES (DE LA UNIÓN)
512- JULIO SOSA
513- JUNAR
514- LA "GOTA DE LECHE" EN LA ESCUELA.
515- LA ANTIVARIÓLICA EN UN TERRÓN DE AZUCAR
516- LA ARRIMADITA
517- LA BIDU
518- LA BOLETERA ESTUDIANTIL
519- LA BOLITA DE LOSA O PORCELANA Y SIN HACER GAÑOTA
520- LA BRAVA, LA MANSA.
521- LA BUSECA
522- LA BUTIFARRA
523- LA CACHILA
524- LA CACHIMBA DEL PIOJO
525- LA CAÍDA DE LA ESTANTERÍA
526- LA CANA LA CANA LA CANA
527- LA CANCHA MISTERIO
528- LA CANTERA DE LOS PRESOS
529- LA CARBONERÍA DEL BUEN TRATO
530- LA CARRETA
531- LA CASITA EN EL BALNEARIO.
532- LA CHANCHA Y LOS VEINTE REALES
533- LA CHIMBA
534- LA COCINA ENTRÓ EN CALOR
535- LA COLADERA EN LOS TRANVÍAS Y TROLES
536- LA CONFITERIA AMERICANA
537- LA CONFITERÍA AMERICANA.
538- LA CONFITERÍA DE LA CONAPROLE EN LA RAMBLA
539- LA CONFITERÍA DEL TELÉGRAFO
540- LA COPA DE ORO
541- LA CORAL
542- LA CRUZ DE CARRASCO
543- LA CURVA DE TABAREZ
544- LA DELANTERA DE PEÑAROL DEL 49
545- LA DILIGENCIA
546- LA EPICUUUUUREA.
547- LA ESCOBA DE 15
548- LA ESCOLLERA SARANDÍ
549- LA ESCONDIDA
550- LA ESCUELA INDUSTRIAL
551- LA ESTACADA
552- LA FAINÁ
553- LA FAMILIA ZORRILLA.
554- LA FAVORITA, QUE A TODOS LA YETA QUITA.
555- LA FERIA TRISTÁN NARVAJA
556- LA FIGAZZA
557- LA FUGA DE PUNTA CARRETAS.
558- LA GAÑOTA
559- LA GARRA CHARRÚA
560- LA GARRAPIÑADA
561- LA GASEOSA DE LA BOLITA
562- LA GIRALDA
563- LA GOLETTA
564- LA GRAN FLAUTA...
565- LA GRAN SIETE
566- LA GRANADINA
567- LA GRUTA DE LOURDES
568- LA HELADERÍA LAS FILIPINAS – RAMBLA Y SANTIAGO DE ANCA
569- LA HIZO CAROZO
570- LA HIZO DE GOMA
571- LA INFIDENCIA
572- LA INTERBALNEARIA
573- LA LIGURIA
574- LA MADRILEÑA
575- LA MAÑANA
576- LA MANCHA AGACHADITA
577- LA MANCHA HIELO
578- LA MANCHA VENENOSA
579- LA MATRACA
580- LA MEZQUITA DE LA CALLE SAN JOSÉ
581- LA MORTA EN EL DÍA DEL CUMPLEAÑOS
582- LA OPERA
583- LA PARRILLADA MI TÍO
584- LA PASCUALINA
585- LA PASTA FROLA
586- LA PAYANA
587- LA PAZ SUAVE
588- LA PERINOLA
589- LA PILETA DE TROUVILLE
590- LA PISADA, PARA ELEGIR PRIMERO
591- LA PIZZA "URUGUAYA" (SIN MUZZARELLA)
592- LA PIZZA AL TACHO DE TAZENDE
593- LA PLAYA DEL CERRO
594- LA POLÉMICA DEL DECANATO
595- LA QUINTA
596- LA RABONA
597- LA RAMBLA SUR
598- LA RAYUELA
599- LA REFORMA NARANJA.
600- LA REPUBLICA DE SALTO... LA HEROICA....
601- LA REVANCHA DE REYES
602- LA RIFA DE INGENIERIA
603- LA SARTÉN POR EL MANGO
604- LA SAVORA
605- LA SEÑAL INDICARÁ... LA SIRENA
606- LA SIRENA DEL DÍA
607- LA SOBERANA
608- LA TAPADITA
609- LA TECNOMOTO ZANELLA
610- LA TORTA DE FIAMBRE
611- LA TRAVIATA (EL SÁNDWICH).
612- LA TROUPPE ATENIENSE
613- LA TROYA
614- LA TROYA DE TROMPOS
615- LA TÚNICA Y LA MOÑA
616- LA VASCONGADA
617- LA VAZCA
618- LA VELOSOLEX
619- LA VI Y SE ME CAYERON LAS MEDIAS
620- LA VIEJA CANCHA DE WELCOME.
621- LA VIRGEN DEL VERDUN
622- LA VUELTA CICLISTA
623- LA VUELTA OLÍMPICA
624- LA YAPLA
625- LA YAPLA MATA
626- LAICA, GRATUITA Y OBLIGATORIA"
627- LANCELOT
628- LAS BARRITAS DE AZUFRE
629- LAS BICICLETAS GRAZIELLA
630- ¡LAS BOLAS ! LAS BOLAS DE FRAILE
631- LAS CANTERAS DEL PARQUE RODÓ Y SUS FUEGOS ARTIFICIALES.
632- LAS CHANCHITAS
633- LAS CHANCLETAS
634- LAS CHATAS
635- LAS DOMAS DEL PRADO
636- LAS FERIAS BARRIALES
637- LAS FIGURITAS
638- LAS FIGURITAS DE LOS CHOCOLATES "AGUILA"
639- LAS FORCHELAS
640- LAS FRITANGAS DE MAJUGA DE PEJERREY (REGADA CON VINITO)
641- LAS JESUITAS CON UNA CAPA GRUESA DULCE Y RELLENAS DE JAMÓN Y QUESO.
642- LAS LLAMADAS
643- LAS LOCAS DE BULEVAR
644- LAS LONAS PARA LA PLAYA
645- LAS MURGAS
646- LAS OFERTAS DE MANZANARES
647- LAS PALMAS
648- LAS PILDORITAS CON SAVORA
649- LAS ROSQUITAS FRITAS, CON AZÚCAR
650- LAS SOMBRILLAS DE LONA
651- LAS TAPITAS DE CARTON DE LA CONAPROLE
652- LAS TARDES DE PESCA EN LOS BLOQUES DE LA RAMBLA Y MINAS.
653- LAS TATUCERAS
654- LAS TORREJAS
655- LAS TORTAS FRITAS CON AZÚCAR O DULCE DE LECHE
656- LAS ZAPATILLAS DE DULCE DE LECHE
657- LE HICIERON LA BOLETA
658- LIBER ARCE
659- LILA GONZÁLEZ
660- LIMOL
661- LION D'OR
662- LISADO DE CORAZÓN
663- LO HICIERON PURÉ
664- LO QUE MATA ES LA HUMEDAD
665- LO QUE NO DEBE FALTAR EN LA CARTERA DE LA DAMA NI EN EL BOLSILLO DEL CABALLERO
666- LO QUE NO SE VA EN LÁGRIMAS SE VA EN SUSPIROS
667- LO SAQUÉ VENDIENDO BOLETINES.
668- LOGI
669- LONDON-PARIS (CON SU LIQUIDACIÓN, LA MULTI)
670- LOS "CORASANES" RELLENOS DE JAMON O QUESO, CON UN BUEN AMARGO.
671- LOS "SÁNGUCHES" Y JESUITAS DEL EMPORIO
672- LOS 14 BILLARES
673- LOS 8 DE MOMO
674- LOS AGNOLOTTIS
675- LOS ALFAJORES
676- LOS ÁRBOLES DE 18
677- LOS ARCOS HECHOS CON PIEDRAS O PALOS Y EN LA PLAYA CON LAS CHANCLETAS
678- LOS BAILES DEL EL SUDAMERICA.
679- LOS BAILES DEL PALACIO PEÑAROL
680- LOS BAILES DEL PLATENSE
681- LOS BARQUILLOS
682- LOS BIGOTES DE LAS ALPARGATAS
683- LOS BILLARES QUE ESTABAN EN EL SOTANO DE LA COSECHERA (CONVENCION Y 18)
684- LOS BILLETES DE 50 CENTESIMOS
685- LOS BOCADOS DE MONJA
686- LOS BUÑUELOS
687- LOS CABEZUDOS
688- LOS CANDEL
689- LOS CAPABLANCA
690- LOS CARRITOS DE CHORIZO DEL GALLEGUITO
691- LOS CARROS DE CABALLO DEL FRIGORÍFICO MODELO CON SUS BARRAS DE HIELO
692- LOS CHAMPIONES PAMPERO
693- LOS CHANGOS DE BULEVAR
694- LOS CHICHARRONES Y EL PAN DE CHICHARRONES
695- LOS CHIVITOS
696- LOS CHIVITOS DE LA VITAMÍNICA
697- LOS CHORIZOS DE CATIVELLI Y OTONELLO HNOS.
698- LOS CHOTOS
699- LOS CHURROS DE MANOLO.
700- LOS CHURROS RELLENOS DE DULCE DE LECHE DE LOS MELLIZOS (PARQUE RODÓ)
701- LOS COBRADORES PASANDO PUERTA POR PUERTA
702- LOS COLACHATAS
703- LOS CUADERNOS DE MARCHA
704- LOS CUERNITOS
705- LOS CURTIDORES DE DIABLO
706- LOS CURTIDORES DE HONGOS
707- LOS DE AFUERA SON DE PALO
708- LOS DIABLOS ROJOS
709- LOS DIABLOS VERDES
710- LOS FIGAROS ARMÓNICOS
711- LOS GABY'S
712- LOS GURISE
713- LOS HACEMOS POMADA
714- LOS IRACUNDOS
715- LOS KLAPER'S
716- LOS MIL HOJAS DE DULCE DE LECHE
717- LOS MUÑUELOS
718- LOS ÑOQUIS DEL 29 (¡CON PLATA ABAJO DEL PLATO!)
719- LOS OLIMAREÑOS
720- LOS OLIMPICOS
721- LOS OMNIBUS DE CUTCSA
722- LOS PANCHOS CALIEEEEEEEENNNNNNNNTES
723- LOS PANCHOS Y LAS HUNGARAS DE LA PASIVA
724- LOS PARTIDOS DE FUTBOL EN EL CAMPITO
725- LOS PARTIDOS DE JOCKEY SOBRE PATINES EN LA PISTA DE PLAYA RAMIREZ.
726- LOS PARTIDOS DE UN BARRIO CONTRA OTRO QUE SIEMPRE TERMINABAN EN PIÑATA
727- LOS PATOS CABREROS
728- LOS PATOS CRÓNICOS
729- LOS PUNGAS
730- LOS QUECOS
731- LOS REFUERZOS (SANDWICHES)
732- LOS RICARDITO
733- LOS SERRANITOS Y LAS YEMITAS DE IRIZARRI
734- LOS SIFONES DE SODA
735- LOS TABLADOS
736- LOS TENEMOS DE HIJOS.
737- LOS TROLE
738- LOS TUPAS
739- LOS VAQUEROS FARWEST
740- LOS VIEJOS LEYLAND.
741- LOS WALKER'S
742- LOS YO-YO
743- LOS ZAPATOS INCALCUER
744- LOS ZAPATOS INCALFLEX
745- MAFU
746- MALTA MONTEVIDEANA
747- MALTA PAISANITA
748- MALVÍN, VIEJA BARRIADA SIN FIN
749- MANDÁ FRUTA
750- MANDARINA URRETA
751- MANÍ CALIENTE, MANÍ
752- MANZANITA ESPONDA
753- MARACANÁ
754- MARCHE UN CANADIENSE PARA VIAJE
755- ¡MARCHE UNA MILANESA A CABALLO!
756- MARISA FONTANA
757- MARTA GULARTE
758- MAS CLARO... ECHALE AGUA.
759- MAS CLARO... ¡ECHALE FLI!
760- MAS VALE QUE SO SOBRE Y NO QUE FA FALTE
761- MAS VIEJO, QUE EL AHUJERO DEL MATE.
762- MATE CON BIZCOCHOS.
763- MAZURKA
764- ME BAJO EN LA PRÓXIMA.
765- ¡ME CACHO EN DIEZ!
766- ME ESTAS TOMANDO EL PELO?
767- ME FUE COMO EL CULO
768- ME IMPORTA UN CUERNO
769- ME IMPORTA UN PEPINO
770- ME IMPORTA UN PITO
771- MEJORAL
772- MENECUCHO
773- METER LA PESADA.
774- MI AUTORIDAD EMANA DE VOSOTROS...
775- MILANESA A CABALLO
776- MILLÁN 2515
777- MINAS Y EN ABRIL
778- MIRINDA
779- MOJALE LA OREJA
780- MONTEVIDEO LE DEBE UN MONUMENTO A LAVALLEJA
781- MONTEVIDEO, ¡QUE LINDO TE VEO!
782- MOSTAZA DE LA PASIVA
783- MUNDO URUGUAYO
784- MUNDOCOLOR - EL DIARIO QUE TRAIA POSTERS
785- NARANJITA URRETA
786- NI CHICHA NI LIMONADA
787- NI MUY MUY NI TAN TAN
788- NO CACHO NADA
789- NO CAGA NI CON PALIANO
790- NO CAZO UNA
791- NO CHAPO NADA
792- NO DA PIE CON BOLA
793- NO EMPUJEN QUE HAY PA'TODOS
794- NO ENTIENDO UN POMO
795- NO ESTAS EN LA POMADA
796- NO HINCHES LOS CATAPLINES
797- NO ME CORTE EH? (AL TELÉFONO)
798- NO ME MIENTAS BERTOLOTTI
799- NO PASA FANTA
800- NO PASA NARANJA
801- NO PIBE NO, EL CROMADO QUEDO INTACTO
802- NO ROMPAS LOS CATAPLINES
803- NO ROMPAS LOS QUINOTOS
804- NO SE PUEDE COMER GOFIO Y CHIFLAR AL MISMO TIEMPO
805- NO SEAS CHOTO
806- NO SEAS CHUSMA
807- NO SEAS GARCA
808- NO TE CALENTES...
809- NO TE HAGAS EL OSO
810- NO TE HAGAS EL SOTA
811- NO TE ME AHOGUÉS EN UN VASO DE AGUA
812- NO TE OFENDAS MUÑECO
813- NO TE VISTAS QUE NO VAS
814- ¡NO TENÉS GOYETE!
815- NO TENGO UN MANGO.
816- NO TIENE CANCHA...
817- NO TIRE PIEEEDRAS GURI
818- NORMANDY (MALDONADO 1387)
819- NOS DIERON COMO EN LA GUERRA
820- ¡NOS DIERON UN BAILE!
821- NOS ENCONTRAMOS EN LA PLAYA, EN LA TERCERA ESCALERA
822- NOS OBLIGAN A SALIR
823- OBOL (AFUERA EN FUTBOL)
824- ONETTI
825- ORSAY
826- OSCAR MOGLIA (PADRE).
827- OXIBITUÉ
828- PA' CA
829- PA' MI
830- PABLO FERRANDO
831- PACHECO ARECO
832- PACO Y PICO
833- PAGAR LA VUELTA.
834- ¡PAH ! ¡QUE LO TIRÓ !
835- PAJARITO Y NO VOLABA
836- PALAN PALÁN
837- PAN FLAUTA
838- PANCHITO NOLÉ
839- PAPITA PA'L LORO.
840- PARA CUANDO DIJO QUE LO QUERÍA?
841- PARAR EL CARRO.
842- PASA EL TIEMPO Y EL URUGUAY MANTIENE SUS RASGOS MÁS TÍPICOS.
843- PASALA COMILÓN
844- PASEN SEÑORES SOBRE LA PUERTA DE EMERGENCIA QUE HAY LUGAR
845- PASTELES
846- PASTILLAS TRINEO
847- PATA LOCA (JULIO PEREZ)
848- PATAS BLANCAS ROMAY
849- PATESKO AMBROIS
850- PEDRO VIRGILIO ROCHA - EL VERDUGO
851- PELODURO
852- PELOTUDO
853- PEPINO
854- PERÁ
855- PERAME
856- PERDIMOS, PERDIMOS, PERO EL PESTO SE LO DIMOS
857- PERICO – JUAN JOSÉ MOROSOLI
858- PERNIGOTTI
859- PERO QUE NABO
860- PESADO COMO SOPA 'E CHUMBO.
861- PESCAR A LA ENCANDILADA
862- ¡PICA!
863- PIDO GANCHO
864- PIENDIBENI
865- PILSEN.
866- PINOCHO (MARECO)
867- PINTÍN CASTELLANOS Y LA PUÑALADA
868- PIOLIN CINCUNEGUI
869- PIPÍ CUCÚ
870- PISAR LA RAYA
871- PIZZA CON FAINA
872- PIZZA PINO
873- PLANCHAR EN EL BAILE
874- PLAZA CAGANCHA
875- POBRE PERO HONRADO
876- POCHO DE LOS SANTOS
877- POMELO SALUS
878- PONIENDO ESTABA LA GANSA.
879- PUCHA DIGO
880- PUNTA DEL DIABLO
881- QUÉ AJCO
882- QUE BARANDA
883- QUÉ BOLAZO.
884- QUE BUENA, QUE BUENA ESTA LA CANARIA.
885- QUE FAMILIA SERA ESTA FAMILIA, SERA PEREZ GONZALEZ O LOPEZ?
886- QUE HACES PAN DE AYER
887- QUE LO TIRÓ
888- QUÉ MACANA
889- ¡QUE NO NI NO!
890- QUE TE CREES QUE SOY? FREGOLI?
891- QUE TE GARUE FINITO
892- ¡¡¡QUE TERRAJA!!!
893- QUE VA'SPERAR QUE LLUEVA?
894- QUEDARSE MOSCA
895- QUEDARSE PAPANDO MOSCAS
896- QUEDARSE PIOLA
897- QUEMAR BASURA EN LA CALLE CON EL OLOR CARACTERÍSTICO
898- QUESO Y DULCE DE LECHE
899- RADA
900- RADIO ARTIGAS
901- RADIO CARVE
902- RADIO CLARÍN, MÚSICA TÍPICA Y FOLKLÓRICA PARA LA CUENCA DEL PLATA
903- RADIO RURAL
904- RADIO SUR
905- RADIO SUR DA LA HORA, MIREN LOS RELOJES...
906- RADIOTEATRO DE ISOLINA NÚÑEZ
907- RADIOTEATRO DE PEDRO BECO Y TERESITA LACANAU
908- RADIOTEATRO LOS PAREDES EN RADIO CARVE (VIOLETA ORTIZ Y JUAN CASANOVAS)
909- RAYMUNDO SOTO
910- REFUERZO DE MORTADELLA
911- RELIEVE SUAVEMENTE ONDULADO Y CLIMA TEMPLADO
912- REMONTAR LA COMETA
913- RENATO, ¡AMIGO MÍO!
914- REVISTA EL GRILLO DEL CNEPYN
915- RICARDITO
916- ROBERTO BARRY
917- ROSA LUNA
918- RUBEN CASTILLO Y DISCODROMO SHOW
919- SACARIOLA
920- SAL DE FRUTA EL COSACO
921- SALTEÑA
922- SALTONCITO
923- SAN CONO Y EL 03
924- SANA SANA, CULITO DE RANA.
925- ¡¡¡SANDIAS DE CARRASCO, CALADAS Y COLORADAS!!!
926- SANGUANGO
927- SE ACABÓ EL JABÓN
928- SE ARMO LA GORDA
929- SE LA HIZO VER CUADRADA
930- SE PUDRIÓ TODO
931- SE ROMPIO TODO
932- SE VA A ACABAR... SE VA A ACABAR
933- SENTADOS AL CORDÓN DE LA VEREDA
934- SER MEDIO CHAUCHA
935- SEXTETO ELECTRONICO
936- 7 A 7 ES UN EMPATE
937- SI NO CAGÁS, PILDORAS ROSS
938- SI SON DE OTTONELLO, COMELOS
939- SI TE DIGO QUE ES CARNAVAL, SACA EL POMO Y EMPEZA A MOJAR
940- SI TE HE VISTO NO ME ACUERDO
941- SIRTE
942- SOBAKINSON
943- SOLAR DE ANSELMI
944- SOLÉ
945- SOMOS TODOS VIVOS
946- SOROCABANA CAFÉ, CAFÉ
947- SORUYO
948- SOS BOLETA
949- SOY CELESTEEEEE, SOOOOYYYY CELEEEESTEEEEEEE
950- SOY GARDEL
951- SPRITE
952- SUBIRSE AL BONDIN, SENTARSE, Y QUE EL GUARDA TE VENGA A COBRAR.
953- SUBSISTENCIAS.
954- SUCUNDUM CON CHEQUENDENGUE
955- SUSANA PINTOS
956- TA'
957- TA' BIEN
958- TA TA TA TA...
959- TAMO?
960- TAN ILUSTRADOS COMO VALIENTES.
961- TAPALO CON DIARIO
962- TATA.
963- TAXI FLET
964- TE CASASTES LA CAGASTES
965- TE QUEDA INTROZZI
966- TENER LA SELLADA
967- TENER VIENTO EN LA CAMISETA
968- TENGO LA POSTA...
969- TIENDA EL AGUILA
970- TIENDAS MAIPÚ
971- TIENE MAS VUELTAS QUE...
972- TIENE RAZÓN, PERO MARCHE PRESO - FABIÁN PEREYRA
973- TIENE UN CORSO A CONTRAMANO
974- TINTORERIA BIERE
975- TIRANOS TEMBLAD, TIRANOS TEMBLAD.
976- TIRAR GUANTES EN EL PALERMO BOXING CLUB
977- TOFI (EN LOS CINES)
978- TOMÁ LA LECHE QUE TE LA DA PILÁN
979- TOMA PA'VOS Y TU TIA GREGORIA.
980- TOMÁ, PA VÓ
981- TOMÁ, PA VÓ Y TU TÍA GREGORIA
982- TOMAMOS MATE O COJEMO' ? YERBA NO HAY.
983- TOMARSE EL BONDIN
984- TOMARSE EL BUQUE
985- TOMARSE EL OLIVO
986- TOMARSE LOS VIENTOS
987- TONICA PASO DE LOS TOROS
988- TORRACA
989- TORTA FRITA EN LOS DIAS DE LLUVIA
990- TORTORELLI
991- TORTUGAS DE JAMÓN Y QUESO
992- 37 DE ENVIDO
993- ¡TUYA HECTOR!
994- ULTRATÓN
995- UN BODRIO
996- UN CASO DE ESCOPETA
997- UN CHORIPÁN EN EL ESTADIO
998- UN CUTCSA CON DESTINO ADUANA.
999- UN ESCRACHO
1000- UN ESPERPENTO
1001- UN MASSINI
1002- UN REAL AL 69
1003- UN VINTEN PA'L JUDAS
1004- UNA PIZZA A CABALLO
1005- ¡¡¡UNO MAS PARA ATENDER!!!
1006- URUGUAY , QUE NO NI NOOOO
1007- ¡ URUGUAY NOMA´ !
1008- URUGUAY VIEJO Y PELUDO
1009- UVASAL
1010- UVITA DEL BAR FUN FUN
1011- VAAAAAYAN PELANDO LAS CHAUCHAS...
1012- VALLE MINOR
1013- VAMO' ARRIBA
1014- VAMO' UN SUPONER
1015- VAMOS ARRIBA ORIENTAL
1016- VAMOS, CORRIÉNDOSE ATRÁS QUE HAY LUGAR
1017- VEJIGA
1018- VERDAD O CONSECUENCIA ?
1019- VICTOR HUGO MORALES
1020- VIEJO, TOMASTE LA PASTILLA?
1021- VÓ
1022- VOS SOS BOLETA
1023- VOY A DORMIR HASTA QUE PASE UN CURA A CABALLO
1024- WIMPY
1025- ¡... Y CHAU !
1026- Y USTED QUE OPINA? .... YO? CAFIASPIRINA.
1027- Y YA LO VE, Y YA LO VE
1028- YA'CUMENZA
1029- YERBA CANARIAS
1030- YESQUERO
1031- YI 1436 , LA CASA DEL AFEITADORA
1032- YO FIRMÉ
1033- ¡YO QUÉ SÉ !
1034- ¡YO TE GARANTO!
1035- YO, SOY DE PANDO
1036- YO... ¡ARGENTINO!
1037- ZITARROSA
1038- ZOQUETE
1039- ZUM ZUM
1- A ESTOS LES GANAMOS SIN BAJAR DEL CAMIÓN
2- A LA CABEZA Y A LOS 10
3- A LA CERA, LLÁMELE H SEÑORA.
4- ¡A LA MIERDA !
5- A LA PELOTITA, A LA PELOTITAAAAA
6- A LAS SIETE EN EL SPORTMAN.
7- A LEY DE JUEGO, TODO DICHO
8- A LLORAR AL CAMPITO
9- A LLORAR AL CUARTITO
10- A MAMÁ GORILA CON BANANAS VERDES PARA PELAR ...
11- A MÍ, CON LA PIOLITA
12- A OTRA COSA MARIPOSA
13- A PAPÁ MONO CON BANANA VERDE
14- A SEGURO SE LO LLEVARON PRESO
15- ABRÍ LOS GANCHOS
16- ABRIÒ LOS OJOS COMO EL DOS DE OROS
17- ACCIÓN, EL PLATA, DIARIOOOOOO
18- ACEITE DE COCO CON IODO
19- ADELANTE CON LOS FAROLES
20- ADOLFO MAÑAN
21- AGARRÁTE CATALINA
22- AGUA JANE
23- AGUA MATUTINA
24- AGUA SALUS
25- AGUA! (PARA PEDIR LA PELOTA)
26- AL QUE QUIERE CELESTE, QUE LE CUESTE.
27- AL RECHA DE PAÑO A PAÑO
28- AL ROJO VIVO
29- ALBERTO CANDEAU
30- ALEJANDRO TROTTA
31- ALFEREZ CÁMPORA
32- ALIVERTI – 18 DE JULIO 2000
33- ALMADA
34- AMARGA 5 RAICES
35- AMARGA CON AMARGA
36- AMARGA VESUVIO
37- AMARGO, AMARGUISIMO, PERO COMO LIMPIA EL HIGADO.
38- AMDET
39- AMÉRICO TORRES
40- ANCAP
41- ANDÁ A CANTARLE A GARDEL
42- ANDÁ A CANTARLE A MAGOYA
43- ANDA A PEDIRLE A SAN CAYETANO
44- ANDA POR LA SOMBRA
45- ANDÁ QUE TE CURE HORTENSIA, QUE LOLA ESTÁ DE LICENCIA
46- ANDÁ QUE TE CURE LOLA
47- ANDAR EN CHIVA
48- ANDAS EN O.N.D.A.? NO. EN C.I.T.A
49- ANGENSCHEIDT
50- AÑO DE LA ORIENTALIDAD
51- APRETAR EN EL ZAGUÁN
52- APROVECHAR LA BOLEADA
53- AQUI ESTA SU DISCO
54- ARACA LA CANA
55- ARRANCANDONGA
56- ARRANCO PELITO......Y ANDÁ BUSCARLO AL CAMPITO.
57- ASADO DE TIRA.
58- ATENTI
59- AZUCAR EN TERRONES (DE AZUCARLITO DE PAYSANDÚ)
60- AZUCAR RAUSA.
61- BABALAY
62- BAJÁTE DEL ESTRIBO
63- BANCO ALDAVE Y MARTÍNEZ
64- BANCO COMERCIAL
65- BANCO LA CAJA OBRERA
66- BANCO PAN DE AZUCAR.
67- BANCO POPULAR DEL URUGUAY
68- BANCO REPUBLICA
69- BANCO TRANSATLÁNTICO
70- BARRITAS, VASITOS CONAPROLE, HELADOS ¡¡¡ EL HELADEROOOOOOOOO!!!
71- BENEDETTI
72- BENILUN
73- BENINÚN
74- BERRETA
75- BILZ SINALCO (CON EL LOGO DEL PAJARITO)
76- BIÓGRAFO
77- BLOQUITOS ZABALA
78- BÓ
79- BOLAS TRISTES
80- BOLSO SOS LA DROGA DE MI CORAZÓN
81- BOROCOTÓ CHÁS CHÁS
82- BOTELLEEEERO.
83- BOTIJA
84- BP COLOR
85- ¡BUA !
86- BUENAS ONDAS
87- BUENOS DIAS SENOR BELLO
88- BUTIFARRA
89- CACHETE
90- CACHO DE LA CRUZ
91- CADENA ANDEBU
92- CAGAMOS DIJO RAMOS
93- CALAVERA NO CHILLA.
94- CAÑA ANCAP
95- CAÑA CON BUTIÁ
96- CAÑA CON PITANGA
97- CANARIO Y A MUCHA HONRA
98- CANCHERO/A
99- CANDE ASTRA (EL DURO Y EL BLANDO)
100- CANDOMBAILE
101- CANDOMBE DE LA ADUANA.
102- CANJE DE REVISTAS EN LO DE RUBEN Y MIL OTROS LUGARES
103- CANTAR LA POSTA
104- CAPICÚA
105- CAPITÁN CAÑONES Y SU AMIGO ABELARDITO Y LA MASCOTA EMANCIO
106- CARAMELOS CANDE
107- CARAMELOS SKI (MIEL)
108- CARAMELOS ZABALA
109- CARAVANAS
110- CARLITOS OTARINI
111- CARLOS GARDEL
112- CASA AMÉICA
113- CASA CARDELINO
114- CASA PUEBLO
115- CASA SAPELLI
116- CASA SOLER (LA ORIGINAL, FRENTE AL PALACIO LEGISLATIVO)
117- CAUBARRERE
118- CAYÓ PIEDRA SIN LLOVER
119- CERRÁ ATRAS Y VAMOS
120- CERVEZA NEGRA NORTEÑA
121- CHA DIGO
122- CHAJÁ, CHAJÁ
123- CHAMPIONES FUNSA (CHARRUA Y TENISTA)
124- CHAMPIONES Y MATERA
125- CHARONÁ
126- CHEZ CARLOS
127- CHEZ PINEIRO
128- CHICOTAZO
129- CHIFLAR Y COMER GOFIO NO SE PUEDE
130- CHISTARLE AL GUARDA
131- CHOCOLATE POR LA NOTICIA.
132- CHOCOLATE POR LA NOTICIA... Y MERMELADA POR LA PAVADA
133- CHOTO
134- CHUMBITOS
135- CHUPA GIL
136- CHUPATE ESTA MANDARINA
137- CHUPÍN DE BAGRE
138- CHURROS CON CHOCOLATE
139- CICLOMOTOR FIDO
140- 100 GRAMOS RODRIGUEZ
141- CIGARRILLOS SUELTOS
142- CINE 21 DE SETIEMBRE
143- CINE ALCÁZAR DEL PASO MOLINO.
144- CINE AMBASADOR
145- CINE AMERICAM
146- CINE APOLO (MALDONADO 1573)
147- CINE ARIZONA, EN LA CALLE RIVERA Y MACEACHEN
148- CINE ARTE DEL SODRE
149- CINE ARTIGAS (CANELONES 2310)
150- CINE ARTIGAS , COLONIA Y ANDES
151- CINE ATENEO
152- CINE BIARRITZ
153- CINE BOSTON, EN LA CALLE YACARÉ
154- CINE BRODWAY, CURVA DE MAROÑAS
155- CINE CAPITOL, 8 DE OCTUBRE E INDUSTRIA
156- CINE CASABLANCA.
157- CINE CENSA
158- CINE CENTRAL
159- CINE CERVANTES, SORIANO ENTRE ANDES Y CONVENCION
160- CINE CHIC SALON 25 DE MAYO Y 33
161- CINE CINERAMA
162- CINE CORDÓN
163- CINE DE LA PLAYA EN MALVIN
164- CINE GRAND PALACE
165- CINE GUZMÁN PALACE, 8 DE OCTUBRE E INDUSTRIA
166- CINE IGUAZÚ
167- CINE INDEPENDENCIA (FORIDA Y SORIANO)
168- CINE INTERMEZZO, 8 DE OCTUBRE Y COMERCIO
169- CINE LOS ANGELES, EN EL RINCON NORTE DE LA PASIVA
170- CINE LUTECIA
171- CINE LUXOR, (EJIDO Y 18)
172- CINE MARACANA (VERACIERTO Y ALMERIA)
173- CINE MATURANA
174- CINE METRO
175- CINE METROPOL (8 DE OCTUBRE AL LADO DE TIERRA SANTA)
176- CINE MIAMI
177- CINE MOGADOR ANDES CASI DIECIOCHO DE JULIO
178- CINE NOVELTY, CALLE LIBERTAD.
179- CINE OLIVOS EN AGRACIADA.
180- CINE OPERA (EN LA CALLE JACKSON Y CHARRUA).
181- CINE PARIS
182- CINE PLUS ULTRA
183- CINE POCITOS.
184- CINE PRINCESS THEATRE
185- CINE PUNTA GORDA
186- CINE RADIO CITY
187- CINE REX, EN DIECIOCHO ENTRE JULIO HERRERA Y RIO NEGRO
188- CINE RIVERA (RIVERA Y PASTORIZA)
189- CINE ROI
190- CINE ROXY (PABLO DE MARÍA Y BULEVAR ESPAÑA)
191- CINE SAVOY (RIVERA Y OBLIGADO)
192- CINE STAR
193- CINE TRAFALGAR
194- CINE TROCADERO
195- CINE VICTORIA (EX.SIERRA Y PAYSANDU)
196- CINE VICTORY, EN DIECIOCHO ENTRE JULIO HERRERA Y RIO NEGRO
197- CINE VILLA DOLORES (RIVERA Y JULIO CESAR)
198- CINE YORK DIECIOCHO Y RIO BRANCO
199- CLUB DE BOCHAS LOS 33
200- CLUB MAR DE FONDO
201- CLUB NÁUTICO DE CARRASCO Y PUNTA GORDA
202- CLUB VERACIERTO (RIVAL DE MALVÍN)
203- COCOCHO
204- COLIBRI
205- COMO EL URUGUAY, NO HAY
206- ¡CÓMO LA MUEVE!
207- COMO PUNTA DEL ESTE NO HAY.
208- ¡¡¡CONAPROLEEEEEE!!!
209- CONTINUA CLAUSURADO DIARIO EL TIEMPO, DE BOGOTA.
210- CONTRAFLOR AL RESTO
211- COPITAS SMAK
212- COPSA
213- CORRETE, O SOS HIJO DE VIDRIERO?
214- CORTÁ PA' LA SALIDA
215- CORTÁLA FLACO
216- CORTAR PA´ LA SALIDA
217- CORTITA Y AL PIE.
218- CRISTINA MORÁN
219- CRUSH
220- CUADERNO DE DOBLE RAYA
221- CUAL RETAZO DE LOS CIELOS DE LOS CIELOOOOOOOS
222- CUARTETO DE NOS
223- CUCHAME...
224- CURADO DE ESPANTO
225- DAR UN BECERRO
226- DAR UN SOPAPO
227- DAR UN SOPLAMOCO
228- DAR UN TINGUIÑAZO
229- DÁS LA MANO Y TE AGARRAN EL BRAZO.
230- DE ALPARGATAS
231- DE CAYETANO
232- DE CAYORDA
233- DE LA PEÑA, DE LA PEÑA, DE LA PEÑA, DE BOLEA, DE BOLEA DE BOLEAA
234- DE LA PLANTA.
235- DE NOVELA
236- DE QUERUSA LA MERLUZA
237- DEDITO PA'ARRIBA, DEDITO PA' ABAJO
238- DEJAR VARELA
239- DEL TIEMPO DE LA RADIO
240- DEL TIEMPO DEL ÑAUPA
241- DESAPARECIDO
242- DETERSIL
243- 18 Y EJIDO.
244- DIOS LE DA PAN AL QUE NO TIENE DIENTES
245- DIOS LIBRIGUARDE
246- DIOS LOS CRIA Y ELLOS SE JUNTAN
247- DISCODROMO SHOW
248- DON VERÍDICO
249- DONDE EL DIABLO PERDIÓ EL PONCHO
250- DONDE FUERON A PARAR?...
251- DONDE LO COMPRASTE , EN LA MULTI?
252- DOS CUBITOS DE HIELO, UNA CASCARITA DE LIMÓN Y MARTINI BLANCO HASTA EL TOPE
253- DULCE DE BATATA, DE MEMBRILLO (EN LATA DE FRIGONAL)
254- DULCE DE LECHE CONAPROLE
255- DURAZNO Y CONVENCIÓN.
256- EL "BACHICHA" LENZINA
257- EL "HOMBRE DE LA BOLSA"
258- EL "RATONCITO" QUE TE DEJABA PLATITA CUANDO SE TE CAÍA UN DIENTE.
259- EL 7 Y 3
260- EL AFILADOR CON SU ARMÓNICA
261- EL ALMACÉN LA O.D.A (ORGANIZACIÓN DE ALMACENEROS)
262- EL ALMANAQUE DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO
263- EL AÑÓN
264- EL AROMA DE LOS JAZMINES
265- EL ARROZ SOPLADO
266- EL ASALTO AL CAMBIO MESSINA
267- EL ASIENTO DE LOS BOBOS
268- EL BABALÚ, CONFITERÍA EN 18 FRENTE A LA PLAZA DEL ENTREVERO
269- EL BACALAO EN DOMINGO DE PASCUA
270- EL BARQUILLERO CON LA RULETITA ARRIBA
271- EL BARRILITO
272- EL BASAÑEZ Y LOS CORREMOS
273- EL BESÓDROMO DE KIBON
274- EL BICHICOME
275- EL BOLICHE PALMIRO – RIVERA Y SIMON BOLIVAR (1959)
276- EL BONIATO FORLAN
277- EL BOTELLEROOOOOOOO
278- EL BOYERO (SERVANDO RUIZ)
279- EL BYLO
280- EL CAFÉ DEL ATENEO
281- EL CAFÉ MONTEVIDEO, FRENTE A EL DÍA.
282- EL CALPEAN STAR
283- EL CANARIO LUNA
284- EL CANDOMBE
285- EL CANDOMBE ES DE LOS NEGROS PERO GOZAN LOS DEMÁS
286- EL CANILLITA
287- EL CANTEGRIL
288- EL CARLANCO
289- EL CARRO DEL CAFE EL CHANA
290- EL CARRO DEL HIELO
291- EL CHANTECLER
292- EL CHANTIPIEDRA
293- EL CHIVITO DE ORO
294- EL CHOCOLATE AGUILA
295- EL CHUECO ROMERO
296- EL CHUPETÍN
297- EL CILINDRO
298- EL CLUB DEL ALBATROS
299- EL CLUB TROUVILLE.
300- EL COMISARIO DE CERRO MOCHO
301- EL CONVENTILLO "MEDIO MUNDO".
302- EL CORDONCITO. POR ARRIBA DEL AUTO, ¡VALE PARTIDO!
303- EL CORNED BEEF DEL FRIGORÍFICO DEL CERRO
304- EL CORSO DE 18 DE JULIO
305- EL CORSO DE LA UNION
306- EL COTORRA MIGUEZ
307- EL CUCO
308- EL DE LA MEDALLITA.
309- EL DEBATE
310- EL DÍA A UN VINTEN.
311- EL DÍA DEL GOLERO
312- EL DÍA EN LA PLAYA
313- EL DUO SANTOMAR
314- EL EMPORIO DE LOS "SANGUCHES"
315- EL ENVASE DEL DULCE DE LECHE, ERA DE CARTON PARAFINADO.
316- EL ESPINILLAR
317- EL EXPENDIO.
318- EL EXTRACTO DE CARNE DEL FRIGORÍFICO ANGLO DE FRAY BENTOS
319- EL FACAL
320- EL FARO DE PUNTA CARRETAS
321- EL FARO DE PUNTA CARRETAS
322- EL FEMENINO
323- EL FENIX NO BAJA
324- EL FENIX NO BAJA Y YO TAMPOCO
325- EL FLACO CLEANTO
326- EL FORTE DI MAKALE
327- EL GARRONEO
328- EL GOL DE LA VALIJA
329- EL GOL EN EL ÚLTIMO MINUTO.
330- EL GORDO DE FIN DE AÑO
331- EL GORDO DEL VALLE
332- EL GRITO DEL CANILLA....
333- EL GUSANO LOCO (DEL PARQUE RODÓ)
334- EL HOYO PELOTA
335- EL IAVA
336- EL IBO
337- EL JARDÍN DE LA MUTUAL.
338- EL JARDÍN DE LAS COMPARSAS
339- EL LEON DE MARACANA
340- EL LICENCIADO TORRACA DANDO EL PRONÓSTICO DEL TIEMPO
341- EL LOCO TOTO (EL DANUBIO NO MAS)
342- EL LOMITO CANADIENSE
343- EL MAGO
344- EL MANICERO SE VÁ...
345- EL MAR DE LA TRANQUILIDAD (BOITE EN CARRASCO)
346- EL MARTIN AQUINO –
347- EL MEDIO Y MEDIO DE ROLDÓS
348- EL MERCADITO DE LA ABUNDANCIA
349- EL MERCADO DEL ABASTO
350- EL MERCADO DEL PUERTO
351- EL MERCADO MODELO
352- EL MINCHO MARTINCORENA
353- EL MOLINO
354- EL MONTE CRIOLLO
355- EL MUNDIALITO
356- EL NEGRO JEFE
357- EL NEGRO PIRULO
358- EL ORO DEL RHIN
359- EL PAN CON GRASA.
360- EL PAN CON MANTECA Y AZÚCAR
361- EL PAN DE GRAHAM DE BOTARINI
362- EL PAN MARSELLES
363- EL PARQUE RODÓ
364- EL PARTIDO DE CABEZA
365- EL PERICÓN
366- EL PINCHO DONDE EL MOZO PONE LA CUENTA
367- EL PIRÓN
368- EL PLATA
369- EL POPULAR
370- EL POSTRE MASSINI
371- EL PRELIMINAR
372- EL PUERTO RICO
373- EL PURRETE
374- EL PUTO RUBEN
375- EL QUE NACE PARA PITO NUNCA LLEGA A CORNETA
376- EL QUE NO SALTA ES UN BOTÓN.
377- EL QUE SE VAYA ÚLTIMO QUE APAGUE LA LUZ
378- EL QUESITO ALPA
379- EL RECHA
380- EL REFUERZO DE MORTADELA
381- EL RELOJ DE LA OLÍMPICA
382- EL REY MOMO
383- EL RINRAJE
384- EL RODELÚ
385- EL SÁTIRO (DOS POR TRES ESCAPÁNDOSE DEL PENAL DE PUNTA CARRETAS)
386- EL SENIOR JULIAN TEQUIERO
387- EL SESQUISCENTENARIO DE LOS HECHOS HISTÓRICOS DE 1825.
388- EL SEVELÉ
389- EL SHOW DEL MEDIODIA
390- EL SINDICATO MEDICO
391- EL SIROCCO
392- EL SOBRETODO DE BATLLE
393- EL SOROCABANA
394- EL SUEÑO DEL PIBE
395- EL SWIFT
396- EL TABLADO DE YARO ENTRE GONZALO RAMIREZ Y SAN SALVADOR.
397- EL TEATRO DE VERANO
398- EL TEATRO SOLIS
399- EL TESORO DE LAS MAZILOTTI
400- EL TINGUIBOL
401- EL TITIRIYÁ
402- EL TITO PASTRANA
403- EL TRANVÍA 35
404- EL TRENCITO DEL LICEO.
405- EL TROCCOLI
406- EL TRUCO YORUGUA
407- EL TUCHO
408- EL VASCOLET
409- EL VASITO ROJO MIXTO (CHOCLATE Y CREMA) DE CONAPROLE
410- EL VENDEDOR DE CHURROS
411- EL VENDEDOR DE HELADOS EN LA PLAYA
412- EL VENDEDOR DE PANCHOS EN LA PLAYA
413- EL VEOVEO
414- EN EL CEMENTERIO ESTÁN LOS FIAMBRES
415- ¡EN LA CABEZA QUE NO RENGUEA!
416- ENTRO POR EL ARO
417- EPOCAS DE MALARIA
418- ERA TAN TAN, PERO TAN TAN, QUE SE VOLVIÓ CAMPANA.
419- ERAMOS POCO Y PARIÓ MI ABUELA.
420- ERAMOS POCOS Y MI ABUELA TUBO MELLIZOS
421- ES AL CUETE
422- ¡ES COMO DE AQUI A PANDO!
423- ES FACILONGO
424- ES IMBANCABLE
425- ES UN NABO
426- ES UNA DESPISTADA
427- ESPALTER
428- ESPERANDO LA ONDA
429- ESPERAR SENTADO.
430- ESTA DE CHUPETE
431- ESTÁ LLENA DE RATONES...
432- ESTADIO UNO
433- ESTAR COPADO
434- ESTAR EN LA LONA.
435- ESTAR EN OTRA.
436- ESTATE TRANQUI
437- ESTE CUADRO ES UNA MURGA
438- ESTEEEE
439- ESTOY HECHO BOLSA
440- EXCURSION EN BAÑADERA
441- EXPRESSO POCITOS
442- FABIÁN PEREYRA - FAPER@ADINET.COM.UY
443- FAINA DE LA ORILLA
444- FALTA Y RESTO
445- FANTA (LAS BOTELLAS VIEJAS CON "AROS" POR AFUERA)
446- FATTORUSSO
447- FERNANDO MORENA
448- FIACA
449- FLOR DE RELAJO¡
450- FLORENCIO SANCHEZ
451- FOSFORITO
452- FRANCOIS
453- FRANELA
454- FRENTE AMPLIO
455- FRÍO Y LAVADO.
456- FUNSA
457- GALEANO
458- GALLETA DE CAMPAÑA
459- GALOCHA –
460- GANZADA
461- GATA FLORA....SE LA PONEN GRITA SE LA SACAN LLORA...
462- GENIOL
463- GIL
464- GIL DE GOMA
465- GILASTRÚN
466- GOFIO
467- GOOOOOOOL,GOOOOOOOOOL, MEGATONICO SEÑORES.
468- GRANDES TIENDAS MONTEVIDEO
469- GREEN PARK (BVAR. ARTIGAS Y 18)
470- GUACHO, GUACHA
471- ¡GUAMBIA !
472- GUANACO
473- HABLO YO, O PASA UN CARRO
474- HABLO YO, O PASA UN TREN.
475- HACEME LA PATA.
476- HACER COLA EN EL EXPENDIO
477- HACER PLAYA.
478- HAITÍ
479- HAY QUE AGUANTARSE QUE LA COSA VIENE BRAVA...
480- HECHÁ LOS FIDEOS QUE ESTAMOS TODOS
481- HELAADOS CONAPROLE VASITO, BOMBÓN, HELADO
482- HELADOS CANTEGRIL
483- HELADOS OSO POLAR
484- HELADOS TOPSY
485- HINDÚ (BARTOLOMÉ MITRE 1263)
486- HOJAS DE CARPETA
487- HOLA ¿SEÑOR HEBERRRRRRRRR?
488- HORACIO QUIROGA
489- HOY POR HOY
490- IBA A 80
491- ILDU
492- INTROZZI
493- IR EN LA C.O.T
494- IR EN LA CITA
495- IR EN LA ONDA
496- ISIDORO CHRISTIÁ
497- IZETTA
498- JABON BAO
499- JABON DE CREOLINA
500- JAIME ROOS
501- JOSÉ CARBAJAL
502- JUGÁ TÚ QUE TE TOCA A TÍ
503- JUGAR A LA "TAPADITA" CON FIGURITAS
504- JUGAR A LA BOLITA Y LOS BOCHONES EN LA VEREDA
505- JUGAR A LA LASKA
506- JUGAR A LADRON Y POLI
507- JUGAR AL TETO
508- JUGARLE A LAS TRES CIFRAS
509- JUGOLÍN
510- JULIO ALASIO Y BLANCA BURGUEÑO
511- JULIO PUENTES (DE LA UNIÓN)
512- JULIO SOSA
513- JUNAR
514- LA "GOTA DE LECHE" EN LA ESCUELA.
515- LA ANTIVARIÓLICA EN UN TERRÓN DE AZUCAR
516- LA ARRIMADITA
517- LA BIDU
518- LA BOLETERA ESTUDIANTIL
519- LA BOLITA DE LOSA O PORCELANA Y SIN HACER GAÑOTA
520- LA BRAVA, LA MANSA.
521- LA BUSECA
522- LA BUTIFARRA
523- LA CACHILA
524- LA CACHIMBA DEL PIOJO
525- LA CAÍDA DE LA ESTANTERÍA
526- LA CANA LA CANA LA CANA
527- LA CANCHA MISTERIO
528- LA CANTERA DE LOS PRESOS
529- LA CARBONERÍA DEL BUEN TRATO
530- LA CARRETA
531- LA CASITA EN EL BALNEARIO.
532- LA CHANCHA Y LOS VEINTE REALES
533- LA CHIMBA
534- LA COCINA ENTRÓ EN CALOR
535- LA COLADERA EN LOS TRANVÍAS Y TROLES
536- LA CONFITERIA AMERICANA
537- LA CONFITERÍA AMERICANA.
538- LA CONFITERÍA DE LA CONAPROLE EN LA RAMBLA
539- LA CONFITERÍA DEL TELÉGRAFO
540- LA COPA DE ORO
541- LA CORAL
542- LA CRUZ DE CARRASCO
543- LA CURVA DE TABAREZ
544- LA DELANTERA DE PEÑAROL DEL 49
545- LA DILIGENCIA
546- LA EPICUUUUUREA.
547- LA ESCOBA DE 15
548- LA ESCOLLERA SARANDÍ
549- LA ESCONDIDA
550- LA ESCUELA INDUSTRIAL
551- LA ESTACADA
552- LA FAINÁ
553- LA FAMILIA ZORRILLA.
554- LA FAVORITA, QUE A TODOS LA YETA QUITA.
555- LA FERIA TRISTÁN NARVAJA
556- LA FIGAZZA
557- LA FUGA DE PUNTA CARRETAS.
558- LA GAÑOTA
559- LA GARRA CHARRÚA
560- LA GARRAPIÑADA
561- LA GASEOSA DE LA BOLITA
562- LA GIRALDA
563- LA GOLETTA
564- LA GRAN FLAUTA...
565- LA GRAN SIETE
566- LA GRANADINA
567- LA GRUTA DE LOURDES
568- LA HELADERÍA LAS FILIPINAS – RAMBLA Y SANTIAGO DE ANCA
569- LA HIZO CAROZO
570- LA HIZO DE GOMA
571- LA INFIDENCIA
572- LA INTERBALNEARIA
573- LA LIGURIA
574- LA MADRILEÑA
575- LA MAÑANA
576- LA MANCHA AGACHADITA
577- LA MANCHA HIELO
578- LA MANCHA VENENOSA
579- LA MATRACA
580- LA MEZQUITA DE LA CALLE SAN JOSÉ
581- LA MORTA EN EL DÍA DEL CUMPLEAÑOS
582- LA OPERA
583- LA PARRILLADA MI TÍO
584- LA PASCUALINA
585- LA PASTA FROLA
586- LA PAYANA
587- LA PAZ SUAVE
588- LA PERINOLA
589- LA PILETA DE TROUVILLE
590- LA PISADA, PARA ELEGIR PRIMERO
591- LA PIZZA "URUGUAYA" (SIN MUZZARELLA)
592- LA PIZZA AL TACHO DE TAZENDE
593- LA PLAYA DEL CERRO
594- LA POLÉMICA DEL DECANATO
595- LA QUINTA
596- LA RABONA
597- LA RAMBLA SUR
598- LA RAYUELA
599- LA REFORMA NARANJA.
600- LA REPUBLICA DE SALTO... LA HEROICA....
601- LA REVANCHA DE REYES
602- LA RIFA DE INGENIERIA
603- LA SARTÉN POR EL MANGO
604- LA SAVORA
605- LA SEÑAL INDICARÁ... LA SIRENA
606- LA SIRENA DEL DÍA
607- LA SOBERANA
608- LA TAPADITA
609- LA TECNOMOTO ZANELLA
610- LA TORTA DE FIAMBRE
611- LA TRAVIATA (EL SÁNDWICH).
612- LA TROUPPE ATENIENSE
613- LA TROYA
614- LA TROYA DE TROMPOS
615- LA TÚNICA Y LA MOÑA
616- LA VASCONGADA
617- LA VAZCA
618- LA VELOSOLEX
619- LA VI Y SE ME CAYERON LAS MEDIAS
620- LA VIEJA CANCHA DE WELCOME.
621- LA VIRGEN DEL VERDUN
622- LA VUELTA CICLISTA
623- LA VUELTA OLÍMPICA
624- LA YAPLA
625- LA YAPLA MATA
626- LAICA, GRATUITA Y OBLIGATORIA"
627- LANCELOT
628- LAS BARRITAS DE AZUFRE
629- LAS BICICLETAS GRAZIELLA
630- ¡LAS BOLAS ! LAS BOLAS DE FRAILE
631- LAS CANTERAS DEL PARQUE RODÓ Y SUS FUEGOS ARTIFICIALES.
632- LAS CHANCHITAS
633- LAS CHANCLETAS
634- LAS CHATAS
635- LAS DOMAS DEL PRADO
636- LAS FERIAS BARRIALES
637- LAS FIGURITAS
638- LAS FIGURITAS DE LOS CHOCOLATES "AGUILA"
639- LAS FORCHELAS
640- LAS FRITANGAS DE MAJUGA DE PEJERREY (REGADA CON VINITO)
641- LAS JESUITAS CON UNA CAPA GRUESA DULCE Y RELLENAS DE JAMÓN Y QUESO.
642- LAS LLAMADAS
643- LAS LOCAS DE BULEVAR
644- LAS LONAS PARA LA PLAYA
645- LAS MURGAS
646- LAS OFERTAS DE MANZANARES
647- LAS PALMAS
648- LAS PILDORITAS CON SAVORA
649- LAS ROSQUITAS FRITAS, CON AZÚCAR
650- LAS SOMBRILLAS DE LONA
651- LAS TAPITAS DE CARTON DE LA CONAPROLE
652- LAS TARDES DE PESCA EN LOS BLOQUES DE LA RAMBLA Y MINAS.
653- LAS TATUCERAS
654- LAS TORREJAS
655- LAS TORTAS FRITAS CON AZÚCAR O DULCE DE LECHE
656- LAS ZAPATILLAS DE DULCE DE LECHE
657- LE HICIERON LA BOLETA
658- LIBER ARCE
659- LILA GONZÁLEZ
660- LIMOL
661- LION D'OR
662- LISADO DE CORAZÓN
663- LO HICIERON PURÉ
664- LO QUE MATA ES LA HUMEDAD
665- LO QUE NO DEBE FALTAR EN LA CARTERA DE LA DAMA NI EN EL BOLSILLO DEL CABALLERO
666- LO QUE NO SE VA EN LÁGRIMAS SE VA EN SUSPIROS
667- LO SAQUÉ VENDIENDO BOLETINES.
668- LOGI
669- LONDON-PARIS (CON SU LIQUIDACIÓN, LA MULTI)
670- LOS "CORASANES" RELLENOS DE JAMON O QUESO, CON UN BUEN AMARGO.
671- LOS "SÁNGUCHES" Y JESUITAS DEL EMPORIO
672- LOS 14 BILLARES
673- LOS 8 DE MOMO
674- LOS AGNOLOTTIS
675- LOS ALFAJORES
676- LOS ÁRBOLES DE 18
677- LOS ARCOS HECHOS CON PIEDRAS O PALOS Y EN LA PLAYA CON LAS CHANCLETAS
678- LOS BAILES DEL EL SUDAMERICA.
679- LOS BAILES DEL PALACIO PEÑAROL
680- LOS BAILES DEL PLATENSE
681- LOS BARQUILLOS
682- LOS BIGOTES DE LAS ALPARGATAS
683- LOS BILLARES QUE ESTABAN EN EL SOTANO DE LA COSECHERA (CONVENCION Y 18)
684- LOS BILLETES DE 50 CENTESIMOS
685- LOS BOCADOS DE MONJA
686- LOS BUÑUELOS
687- LOS CABEZUDOS
688- LOS CANDEL
689- LOS CAPABLANCA
690- LOS CARRITOS DE CHORIZO DEL GALLEGUITO
691- LOS CARROS DE CABALLO DEL FRIGORÍFICO MODELO CON SUS BARRAS DE HIELO
692- LOS CHAMPIONES PAMPERO
693- LOS CHANGOS DE BULEVAR
694- LOS CHICHARRONES Y EL PAN DE CHICHARRONES
695- LOS CHIVITOS
696- LOS CHIVITOS DE LA VITAMÍNICA
697- LOS CHORIZOS DE CATIVELLI Y OTONELLO HNOS.
698- LOS CHOTOS
699- LOS CHURROS DE MANOLO.
700- LOS CHURROS RELLENOS DE DULCE DE LECHE DE LOS MELLIZOS (PARQUE RODÓ)
701- LOS COBRADORES PASANDO PUERTA POR PUERTA
702- LOS COLACHATAS
703- LOS CUADERNOS DE MARCHA
704- LOS CUERNITOS
705- LOS CURTIDORES DE DIABLO
706- LOS CURTIDORES DE HONGOS
707- LOS DE AFUERA SON DE PALO
708- LOS DIABLOS ROJOS
709- LOS DIABLOS VERDES
710- LOS FIGAROS ARMÓNICOS
711- LOS GABY'S
712- LOS GURISE
713- LOS HACEMOS POMADA
714- LOS IRACUNDOS
715- LOS KLAPER'S
716- LOS MIL HOJAS DE DULCE DE LECHE
717- LOS MUÑUELOS
718- LOS ÑOQUIS DEL 29 (¡CON PLATA ABAJO DEL PLATO!)
719- LOS OLIMAREÑOS
720- LOS OLIMPICOS
721- LOS OMNIBUS DE CUTCSA
722- LOS PANCHOS CALIEEEEEEEENNNNNNNNTES
723- LOS PANCHOS Y LAS HUNGARAS DE LA PASIVA
724- LOS PARTIDOS DE FUTBOL EN EL CAMPITO
725- LOS PARTIDOS DE JOCKEY SOBRE PATINES EN LA PISTA DE PLAYA RAMIREZ.
726- LOS PARTIDOS DE UN BARRIO CONTRA OTRO QUE SIEMPRE TERMINABAN EN PIÑATA
727- LOS PATOS CABREROS
728- LOS PATOS CRÓNICOS
729- LOS PUNGAS
730- LOS QUECOS
731- LOS REFUERZOS (SANDWICHES)
732- LOS RICARDITO
733- LOS SERRANITOS Y LAS YEMITAS DE IRIZARRI
734- LOS SIFONES DE SODA
735- LOS TABLADOS
736- LOS TENEMOS DE HIJOS.
737- LOS TROLE
738- LOS TUPAS
739- LOS VAQUEROS FARWEST
740- LOS VIEJOS LEYLAND.
741- LOS WALKER'S
742- LOS YO-YO
743- LOS ZAPATOS INCALCUER
744- LOS ZAPATOS INCALFLEX
745- MAFU
746- MALTA MONTEVIDEANA
747- MALTA PAISANITA
748- MALVÍN, VIEJA BARRIADA SIN FIN
749- MANDÁ FRUTA
750- MANDARINA URRETA
751- MANÍ CALIENTE, MANÍ
752- MANZANITA ESPONDA
753- MARACANÁ
754- MARCHE UN CANADIENSE PARA VIAJE
755- ¡MARCHE UNA MILANESA A CABALLO!
756- MARISA FONTANA
757- MARTA GULARTE
758- MAS CLARO... ECHALE AGUA.
759- MAS CLARO... ¡ECHALE FLI!
760- MAS VALE QUE SO SOBRE Y NO QUE FA FALTE
761- MAS VIEJO, QUE EL AHUJERO DEL MATE.
762- MATE CON BIZCOCHOS.
763- MAZURKA
764- ME BAJO EN LA PRÓXIMA.
765- ¡ME CACHO EN DIEZ!
766- ME ESTAS TOMANDO EL PELO?
767- ME FUE COMO EL CULO
768- ME IMPORTA UN CUERNO
769- ME IMPORTA UN PEPINO
770- ME IMPORTA UN PITO
771- MEJORAL
772- MENECUCHO
773- METER LA PESADA.
774- MI AUTORIDAD EMANA DE VOSOTROS...
775- MILANESA A CABALLO
776- MILLÁN 2515
777- MINAS Y EN ABRIL
778- MIRINDA
779- MOJALE LA OREJA
780- MONTEVIDEO LE DEBE UN MONUMENTO A LAVALLEJA
781- MONTEVIDEO, ¡QUE LINDO TE VEO!
782- MOSTAZA DE LA PASIVA
783- MUNDO URUGUAYO
784- MUNDOCOLOR - EL DIARIO QUE TRAIA POSTERS
785- NARANJITA URRETA
786- NI CHICHA NI LIMONADA
787- NI MUY MUY NI TAN TAN
788- NO CACHO NADA
789- NO CAGA NI CON PALIANO
790- NO CAZO UNA
791- NO CHAPO NADA
792- NO DA PIE CON BOLA
793- NO EMPUJEN QUE HAY PA'TODOS
794- NO ENTIENDO UN POMO
795- NO ESTAS EN LA POMADA
796- NO HINCHES LOS CATAPLINES
797- NO ME CORTE EH? (AL TELÉFONO)
798- NO ME MIENTAS BERTOLOTTI
799- NO PASA FANTA
800- NO PASA NARANJA
801- NO PIBE NO, EL CROMADO QUEDO INTACTO
802- NO ROMPAS LOS CATAPLINES
803- NO ROMPAS LOS QUINOTOS
804- NO SE PUEDE COMER GOFIO Y CHIFLAR AL MISMO TIEMPO
805- NO SEAS CHOTO
806- NO SEAS CHUSMA
807- NO SEAS GARCA
808- NO TE CALENTES...
809- NO TE HAGAS EL OSO
810- NO TE HAGAS EL SOTA
811- NO TE ME AHOGUÉS EN UN VASO DE AGUA
812- NO TE OFENDAS MUÑECO
813- NO TE VISTAS QUE NO VAS
814- ¡NO TENÉS GOYETE!
815- NO TENGO UN MANGO.
816- NO TIENE CANCHA...
817- NO TIRE PIEEEDRAS GURI
818- NORMANDY (MALDONADO 1387)
819- NOS DIERON COMO EN LA GUERRA
820- ¡NOS DIERON UN BAILE!
821- NOS ENCONTRAMOS EN LA PLAYA, EN LA TERCERA ESCALERA
822- NOS OBLIGAN A SALIR
823- OBOL (AFUERA EN FUTBOL)
824- ONETTI
825- ORSAY
826- OSCAR MOGLIA (PADRE).
827- OXIBITUÉ
828- PA' CA
829- PA' MI
830- PABLO FERRANDO
831- PACHECO ARECO
832- PACO Y PICO
833- PAGAR LA VUELTA.
834- ¡PAH ! ¡QUE LO TIRÓ !
835- PAJARITO Y NO VOLABA
836- PALAN PALÁN
837- PAN FLAUTA
838- PANCHITO NOLÉ
839- PAPITA PA'L LORO.
840- PARA CUANDO DIJO QUE LO QUERÍA?
841- PARAR EL CARRO.
842- PASA EL TIEMPO Y EL URUGUAY MANTIENE SUS RASGOS MÁS TÍPICOS.
843- PASALA COMILÓN
844- PASEN SEÑORES SOBRE LA PUERTA DE EMERGENCIA QUE HAY LUGAR
845- PASTELES
846- PASTILLAS TRINEO
847- PATA LOCA (JULIO PEREZ)
848- PATAS BLANCAS ROMAY
849- PATESKO AMBROIS
850- PEDRO VIRGILIO ROCHA - EL VERDUGO
851- PELODURO
852- PELOTUDO
853- PEPINO
854- PERÁ
855- PERAME
856- PERDIMOS, PERDIMOS, PERO EL PESTO SE LO DIMOS
857- PERICO – JUAN JOSÉ MOROSOLI
858- PERNIGOTTI
859- PERO QUE NABO
860- PESADO COMO SOPA 'E CHUMBO.
861- PESCAR A LA ENCANDILADA
862- ¡PICA!
863- PIDO GANCHO
864- PIENDIBENI
865- PILSEN.
866- PINOCHO (MARECO)
867- PINTÍN CASTELLANOS Y LA PUÑALADA
868- PIOLIN CINCUNEGUI
869- PIPÍ CUCÚ
870- PISAR LA RAYA
871- PIZZA CON FAINA
872- PIZZA PINO
873- PLANCHAR EN EL BAILE
874- PLAZA CAGANCHA
875- POBRE PERO HONRADO
876- POCHO DE LOS SANTOS
877- POMELO SALUS
878- PONIENDO ESTABA LA GANSA.
879- PUCHA DIGO
880- PUNTA DEL DIABLO
881- QUÉ AJCO
882- QUE BARANDA
883- QUÉ BOLAZO.
884- QUE BUENA, QUE BUENA ESTA LA CANARIA.
885- QUE FAMILIA SERA ESTA FAMILIA, SERA PEREZ GONZALEZ O LOPEZ?
886- QUE HACES PAN DE AYER
887- QUE LO TIRÓ
888- QUÉ MACANA
889- ¡QUE NO NI NO!
890- QUE TE CREES QUE SOY? FREGOLI?
891- QUE TE GARUE FINITO
892- ¡¡¡QUE TERRAJA!!!
893- QUE VA'SPERAR QUE LLUEVA?
894- QUEDARSE MOSCA
895- QUEDARSE PAPANDO MOSCAS
896- QUEDARSE PIOLA
897- QUEMAR BASURA EN LA CALLE CON EL OLOR CARACTERÍSTICO
898- QUESO Y DULCE DE LECHE
899- RADA
900- RADIO ARTIGAS
901- RADIO CARVE
902- RADIO CLARÍN, MÚSICA TÍPICA Y FOLKLÓRICA PARA LA CUENCA DEL PLATA
903- RADIO RURAL
904- RADIO SUR
905- RADIO SUR DA LA HORA, MIREN LOS RELOJES...
906- RADIOTEATRO DE ISOLINA NÚÑEZ
907- RADIOTEATRO DE PEDRO BECO Y TERESITA LACANAU
908- RADIOTEATRO LOS PAREDES EN RADIO CARVE (VIOLETA ORTIZ Y JUAN CASANOVAS)
909- RAYMUNDO SOTO
910- REFUERZO DE MORTADELLA
911- RELIEVE SUAVEMENTE ONDULADO Y CLIMA TEMPLADO
912- REMONTAR LA COMETA
913- RENATO, ¡AMIGO MÍO!
914- REVISTA EL GRILLO DEL CNEPYN
915- RICARDITO
916- ROBERTO BARRY
917- ROSA LUNA
918- RUBEN CASTILLO Y DISCODROMO SHOW
919- SACARIOLA
920- SAL DE FRUTA EL COSACO
921- SALTEÑA
922- SALTONCITO
923- SAN CONO Y EL 03
924- SANA SANA, CULITO DE RANA.
925- ¡¡¡SANDIAS DE CARRASCO, CALADAS Y COLORADAS!!!
926- SANGUANGO
927- SE ACABÓ EL JABÓN
928- SE ARMO LA GORDA
929- SE LA HIZO VER CUADRADA
930- SE PUDRIÓ TODO
931- SE ROMPIO TODO
932- SE VA A ACABAR... SE VA A ACABAR
933- SENTADOS AL CORDÓN DE LA VEREDA
934- SER MEDIO CHAUCHA
935- SEXTETO ELECTRONICO
936- 7 A 7 ES UN EMPATE
937- SI NO CAGÁS, PILDORAS ROSS
938- SI SON DE OTTONELLO, COMELOS
939- SI TE DIGO QUE ES CARNAVAL, SACA EL POMO Y EMPEZA A MOJAR
940- SI TE HE VISTO NO ME ACUERDO
941- SIRTE
942- SOBAKINSON
943- SOLAR DE ANSELMI
944- SOLÉ
945- SOMOS TODOS VIVOS
946- SOROCABANA CAFÉ, CAFÉ
947- SORUYO
948- SOS BOLETA
949- SOY CELESTEEEEE, SOOOOYYYY CELEEEESTEEEEEEE
950- SOY GARDEL
951- SPRITE
952- SUBIRSE AL BONDIN, SENTARSE, Y QUE EL GUARDA TE VENGA A COBRAR.
953- SUBSISTENCIAS.
954- SUCUNDUM CON CHEQUENDENGUE
955- SUSANA PINTOS
956- TA'
957- TA' BIEN
958- TA TA TA TA...
959- TAMO?
960- TAN ILUSTRADOS COMO VALIENTES.
961- TAPALO CON DIARIO
962- TATA.
963- TAXI FLET
964- TE CASASTES LA CAGASTES
965- TE QUEDA INTROZZI
966- TENER LA SELLADA
967- TENER VIENTO EN LA CAMISETA
968- TENGO LA POSTA...
969- TIENDA EL AGUILA
970- TIENDAS MAIPÚ
971- TIENE MAS VUELTAS QUE...
972- TIENE RAZÓN, PERO MARCHE PRESO - FABIÁN PEREYRA
973- TIENE UN CORSO A CONTRAMANO
974- TINTORERIA BIERE
975- TIRANOS TEMBLAD, TIRANOS TEMBLAD.
976- TIRAR GUANTES EN EL PALERMO BOXING CLUB
977- TOFI (EN LOS CINES)
978- TOMÁ LA LECHE QUE TE LA DA PILÁN
979- TOMA PA'VOS Y TU TIA GREGORIA.
980- TOMÁ, PA VÓ
981- TOMÁ, PA VÓ Y TU TÍA GREGORIA
982- TOMAMOS MATE O COJEMO' ? YERBA NO HAY.
983- TOMARSE EL BONDIN
984- TOMARSE EL BUQUE
985- TOMARSE EL OLIVO
986- TOMARSE LOS VIENTOS
987- TONICA PASO DE LOS TOROS
988- TORRACA
989- TORTA FRITA EN LOS DIAS DE LLUVIA
990- TORTORELLI
991- TORTUGAS DE JAMÓN Y QUESO
992- 37 DE ENVIDO
993- ¡TUYA HECTOR!
994- ULTRATÓN
995- UN BODRIO
996- UN CASO DE ESCOPETA
997- UN CHORIPÁN EN EL ESTADIO
998- UN CUTCSA CON DESTINO ADUANA.
999- UN ESCRACHO
1000- UN ESPERPENTO
1001- UN MASSINI
1002- UN REAL AL 69
1003- UN VINTEN PA'L JUDAS
1004- UNA PIZZA A CABALLO
1005- ¡¡¡UNO MAS PARA ATENDER!!!
1006- URUGUAY , QUE NO NI NOOOO
1007- ¡ URUGUAY NOMA´ !
1008- URUGUAY VIEJO Y PELUDO
1009- UVASAL
1010- UVITA DEL BAR FUN FUN
1011- VAAAAAYAN PELANDO LAS CHAUCHAS...
1012- VALLE MINOR
1013- VAMO' ARRIBA
1014- VAMO' UN SUPONER
1015- VAMOS ARRIBA ORIENTAL
1016- VAMOS, CORRIÉNDOSE ATRÁS QUE HAY LUGAR
1017- VEJIGA
1018- VERDAD O CONSECUENCIA ?
1019- VICTOR HUGO MORALES
1020- VIEJO, TOMASTE LA PASTILLA?
1021- VÓ
1022- VOS SOS BOLETA
1023- VOY A DORMIR HASTA QUE PASE UN CURA A CABALLO
1024- WIMPY
1025- ¡... Y CHAU !
1026- Y USTED QUE OPINA? .... YO? CAFIASPIRINA.
1027- Y YA LO VE, Y YA LO VE
1028- YA'CUMENZA
1029- YERBA CANARIAS
1030- YESQUERO
1031- YI 1436 , LA CASA DEL AFEITADORA
1032- YO FIRMÉ
1033- ¡YO QUÉ SÉ !
1034- ¡YO TE GARANTO!
1035- YO, SOY DE PANDO
1036- YO... ¡ARGENTINO!
1037- ZITARROSA
1038- ZOQUETE
1039- ZUM ZUM
Sam Shepard - Música en la noche
Música en la noche
por Sam Shepard
Conocí a un guitarrista que decía que la radio era su "amiga". Se sentía emparentado no tanto con la música como con la voz de la radio. Su carácter sintético. Su voz, que no había que confundir. Su capacidad para transmitir la ilusión de personas a grandes distancias. Dormía con la radio. Creía en un Lejano País de la Radio. Creía que jamás encontraría ese país, de modo que se conformaba con limitarse a escucharlo. Creía que había sido expulsado del País de la Radio y estaba condenado a rondar eternamente por las ondas, buscando una emisora mágica que le devolvería la herencia perdida.
por Sam Shepard
Conocí a un guitarrista que decía que la radio era su "amiga". Se sentía emparentado no tanto con la música como con la voz de la radio. Su carácter sintético. Su voz, que no había que confundir. Su capacidad para transmitir la ilusión de personas a grandes distancias. Dormía con la radio. Creía en un Lejano País de la Radio. Creía que jamás encontraría ese país, de modo que se conformaba con limitarse a escucharlo. Creía que había sido expulsado del País de la Radio y estaba condenado a rondar eternamente por las ondas, buscando una emisora mágica que le devolvería la herencia perdida.
Serafin J. Garcia - Pelea entre finados
Pelea entre finados
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
"Puntas del Arrayán Chico, mallo 31 de 1895
Señor Gefe Político y de Polecía del Deto.,
Sarjento Mallor don Merejildo Toranza.
(Mano propia y urgente)
Apreciable Usía:
Después de saludarlo con la conmiseración y el afeto de costumbre, paso a desirle que el motibo primojénito del presente parte subalterno es el de elebar a las superiores bías autoritarias de su conosimiento un suseso de apariencias delitibas que tubo lugar hoy, 31 del que luse, y del cualo partisiparon, por riguroso orden de enclusión en la nónima que de los mismos me dino suministrarle iso fato, dos serdos de fileación picazos, pertenesientes ambos dos al seso nuestro, o sea el masculino, una perra bulldosa cullo pelaje resulta muy difísil de presisar, aunque el suscrito es de la opinión de que tira más bien a amarronsado que a canela, como sostiene el cabo Barragán, y los respetibos dueños de dichos inrrasionales, que lo eran los finados besinos sesionales don Emérito Clavijo, q.e.p.d., y don Prudensio Casares, q.e.p.d. tamién, pues no porque haiga cometido el error de renguear de la otra pata, como se dise bulgarmente, o sea en lenguaje plebello, y de acompañar de cuerpo presente barias sulevasiones contra el lijítimo gobierno nasional que tan dinamente representamos en el Deto. yo y usté, modestia aparte, boy a darle un trato distinto que al otro finado, que fué siempre un correlijionario de ley, ya que como Usía no inora, la justisia deve ser pareja como el sol, que cuando sale lo hase al unísono para todos, asegún es público y notorio en cualisquier latitú de este balle de lágrimas que en el lenguaje bulgar se conose por tierra.
Bolbiendo al grano del hecho motibante, hágole saber que la causa habiente del mismo fué una embasión sobretisia de los presitados porsinos de don Emérito a la chácara de don Prudensio, cullos alambrados lusen un pésimo estado de conserbación, dicho sea de paso.
Bista la susodicha embasión de fueros patrimoñales por el finado doliente, éste les chumbó a los serdos la ya tamién presitada perra buldosa, la cuala, a pesar de la natural espantosidá propia de su raza que luce en las facciones del rostro, respondía al cariñoso nombre de "Bonita". Entonses la feroz y embrabesida perra se avalanzó sobre los otros dos inrrasionales y los condujo a colmillazo limpio hasta el mismo patio de la bibienda particular y pribada de su difunto dueño, que al alvertir semejante atropello manoteó el rebólber 44 que jamás se le caía de la respetiba sintura - porque era un hombre con barias muertes en su haver y tenía que cuidarse, por supuesto -, y le cerrajó tres tiros simultaños y consecutibos a la "Bonita", infrinjiéndole, allá en ella, otras tantas eridas mortorias en la caja del cuerpo.
Oyó el finado Prudensio las detonasiones, bió caer iso fato a su anegada y fiel perra, y ato continuo se le fué al humo al otro finado, o sea a don Emérito, esgrimiendo una filosa daga con la cuala, asegún las mentas, acostumbraba el canalla a degollar a nuestros correlijionarios murimundos después de las oméricas rellertas cibiles que han enlutado tantas beses los campos de nuestra amada patria potestá.
El resultado de tan biril encuentro fue que ambos los dos ribales calleron para siempre en el mismo lugar de la topada, bítimas de sus endómitos corazones criollos, que los arrojaron el uno contra el otro ábidos de homisidio y de naturales deseos de benganza resíproca.
En bista de que ya todo otro prosedimiento autoritario resultaba bano, dado el mortorio fin de los causantes, el suscrito resolbió entregar a los respetibos dolientes los esánimes cuerpos del delito, a fin de que les diesen por su propia cuenta la sepoltura de rigor.
Lamentando no tener mas nobedades de bulto que comunicarle, me despido subalternamente de Usía, a quine Dios conserbe muchos años la salú y el puesto.
A ruego del Comisario don Segundo Menchaca, por no saber firmar: Esmeraldo Zipitrías, Escribiente.
Por la copia: Simplicio Bobadilla"
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
"Puntas del Arrayán Chico, mallo 31 de 1895
Señor Gefe Político y de Polecía del Deto.,
Sarjento Mallor don Merejildo Toranza.
(Mano propia y urgente)
Apreciable Usía:
Después de saludarlo con la conmiseración y el afeto de costumbre, paso a desirle que el motibo primojénito del presente parte subalterno es el de elebar a las superiores bías autoritarias de su conosimiento un suseso de apariencias delitibas que tubo lugar hoy, 31 del que luse, y del cualo partisiparon, por riguroso orden de enclusión en la nónima que de los mismos me dino suministrarle iso fato, dos serdos de fileación picazos, pertenesientes ambos dos al seso nuestro, o sea el masculino, una perra bulldosa cullo pelaje resulta muy difísil de presisar, aunque el suscrito es de la opinión de que tira más bien a amarronsado que a canela, como sostiene el cabo Barragán, y los respetibos dueños de dichos inrrasionales, que lo eran los finados besinos sesionales don Emérito Clavijo, q.e.p.d., y don Prudensio Casares, q.e.p.d. tamién, pues no porque haiga cometido el error de renguear de la otra pata, como se dise bulgarmente, o sea en lenguaje plebello, y de acompañar de cuerpo presente barias sulevasiones contra el lijítimo gobierno nasional que tan dinamente representamos en el Deto. yo y usté, modestia aparte, boy a darle un trato distinto que al otro finado, que fué siempre un correlijionario de ley, ya que como Usía no inora, la justisia deve ser pareja como el sol, que cuando sale lo hase al unísono para todos, asegún es público y notorio en cualisquier latitú de este balle de lágrimas que en el lenguaje bulgar se conose por tierra.
Bolbiendo al grano del hecho motibante, hágole saber que la causa habiente del mismo fué una embasión sobretisia de los presitados porsinos de don Emérito a la chácara de don Prudensio, cullos alambrados lusen un pésimo estado de conserbación, dicho sea de paso.
Bista la susodicha embasión de fueros patrimoñales por el finado doliente, éste les chumbó a los serdos la ya tamién presitada perra buldosa, la cuala, a pesar de la natural espantosidá propia de su raza que luce en las facciones del rostro, respondía al cariñoso nombre de "Bonita". Entonses la feroz y embrabesida perra se avalanzó sobre los otros dos inrrasionales y los condujo a colmillazo limpio hasta el mismo patio de la bibienda particular y pribada de su difunto dueño, que al alvertir semejante atropello manoteó el rebólber 44 que jamás se le caía de la respetiba sintura - porque era un hombre con barias muertes en su haver y tenía que cuidarse, por supuesto -, y le cerrajó tres tiros simultaños y consecutibos a la "Bonita", infrinjiéndole, allá en ella, otras tantas eridas mortorias en la caja del cuerpo.
Oyó el finado Prudensio las detonasiones, bió caer iso fato a su anegada y fiel perra, y ato continuo se le fué al humo al otro finado, o sea a don Emérito, esgrimiendo una filosa daga con la cuala, asegún las mentas, acostumbraba el canalla a degollar a nuestros correlijionarios murimundos después de las oméricas rellertas cibiles que han enlutado tantas beses los campos de nuestra amada patria potestá.
El resultado de tan biril encuentro fue que ambos los dos ribales calleron para siempre en el mismo lugar de la topada, bítimas de sus endómitos corazones criollos, que los arrojaron el uno contra el otro ábidos de homisidio y de naturales deseos de benganza resíproca.
En bista de que ya todo otro prosedimiento autoritario resultaba bano, dado el mortorio fin de los causantes, el suscrito resolbió entregar a los respetibos dolientes los esánimes cuerpos del delito, a fin de que les diesen por su propia cuenta la sepoltura de rigor.
Lamentando no tener mas nobedades de bulto que comunicarle, me despido subalternamente de Usía, a quine Dios conserbe muchos años la salú y el puesto.
A ruego del Comisario don Segundo Menchaca, por no saber firmar: Esmeraldo Zipitrías, Escribiente.
Por la copia: Simplicio Bobadilla"
Serafin J. Garcia - Los Partes de don Menchaca
Los Partes de don Menchaca
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
Don Segundo Menchaca, ejemplar incomparable de comisario rural de fin de si lo, no es un personaje imaginario, como supondrán tal vez los presuntos lectores de estos partes. Y tampoco lo es su "culto escribiente" don Esmeraldo Zipitrías, sin cuya valiosísima colaboración intelectual no habría logrado sin duda destacarse, en la forma rotunda en que lo hizo, sobre todos sus "cólegas autoritarios" de la época.
Las memorables actuaciones de uno y otro - donde aparecen registrados sus verdaderos nombres - descansan en los polvorientos archivos de la Jefatura "Política y de Polecía" que tuvo el honor de contarlos entre sus más conspicuos funcionarios. Y si es verdad que la justicia tarda pero llega, algún día dejarán de servir de nido a prolíferos ratones e irreverentes polillas, y pasarán a ocupar la vitrina de museo que les corresponde por legítimo derecho, dada la indiscutible categoría idiomática y conceptual de tales documentos.
Mientras tanto, procuraremos difundir estas copias textuales de los partes que figuran en los archivos de marras. A través de ellas podrá el lector apreciar la descollante gestión de "Don Menchaca" en "Puntas del Arrayán Chico", desde mediados de enero de 1895, fecha en que aparece reintegrándose al servicio luego de una "merecida lisensia de año y pico" - valgan sus propias palabras -, hasta fines de marzo de 1897, cuando resuelve cerrar la comisaría para irse a la guerra, acompañado por sus "brabos secuases".
Y ahora, poniendo término a esta introducción, diremos como los locutores radiotelefónicos: "Con ustedes, Don Menchaca"
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
Don Segundo Menchaca, ejemplar incomparable de comisario rural de fin de si lo, no es un personaje imaginario, como supondrán tal vez los presuntos lectores de estos partes. Y tampoco lo es su "culto escribiente" don Esmeraldo Zipitrías, sin cuya valiosísima colaboración intelectual no habría logrado sin duda destacarse, en la forma rotunda en que lo hizo, sobre todos sus "cólegas autoritarios" de la época.
Las memorables actuaciones de uno y otro - donde aparecen registrados sus verdaderos nombres - descansan en los polvorientos archivos de la Jefatura "Política y de Polecía" que tuvo el honor de contarlos entre sus más conspicuos funcionarios. Y si es verdad que la justicia tarda pero llega, algún día dejarán de servir de nido a prolíferos ratones e irreverentes polillas, y pasarán a ocupar la vitrina de museo que les corresponde por legítimo derecho, dada la indiscutible categoría idiomática y conceptual de tales documentos.
Mientras tanto, procuraremos difundir estas copias textuales de los partes que figuran en los archivos de marras. A través de ellas podrá el lector apreciar la descollante gestión de "Don Menchaca" en "Puntas del Arrayán Chico", desde mediados de enero de 1895, fecha en que aparece reintegrándose al servicio luego de una "merecida lisensia de año y pico" - valgan sus propias palabras -, hasta fines de marzo de 1897, cuando resuelve cerrar la comisaría para irse a la guerra, acompañado por sus "brabos secuases".
Y ahora, poniendo término a esta introducción, diremos como los locutores radiotelefónicos: "Con ustedes, Don Menchaca"
Serafin J. Garcia - INVENTARIO GENERAL
INVENTARIO GENERAL
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
"Puntas del Arrayán Chico, enero 15 de 1895.
Señor Gefe Político y de Polecía del Deto., Sarjento Mallor don MerejildoToranza.
(Mano Propia y Urjente)
(Atensión de mi tocallo Segundo Montero)
Mi siempre apresiado Usía:
Buelto a mi costante y eficaz atibidá autoritaria, luego del disfrute de la meresida lisensia de un año y pico que Usía tubo a bien consederme, a fin de que pudiera recobrar alguna parte de las presiosas enerjías gastadas en el cumplimiento de mi fatigosa labor autoritaria, la primera probidensia que me mobió a tomar mi acrisolada anrradez fué la efectuar un imbentario y balanse jenneral de esistensias, con el sañado propósito de berificar si el patrimoño gobernatibo a mi cargo se había conserbado esento de malbersasiones inlísitas durante mi sensible ausensia, pues no conosiendo los antesedentes alministratibos de mi sostituto enterino, el segundo de la de la otaba sesión don Atenor Robales, cullo apelatibo, dicho de sea de paso y en confianza, susitaba justificables reserbas a este milico biejo, si me permite Usía la bulgar espresión, estaba desidido a ebitar entrepetasiones malebolentes para el caso de que, en un futuro benidero, se descubriera alguna irregularidá en el aserbo de los sagrados bienes patriarcales que este serbidor custodea con selosa y encorrupible desensia.
Tomada la resulusión susodicha, el suscrito ordenó a su culto escribiente don Esmeraldo Zipitrías, funsionario de basta preparasión en materia de guarismos finansieros, o sea de números matemáticos, como también puede desirse en nuestra rica idioma orientala, que fuese hasiendo recuento de los bienes muebles e inmuebles de esta comisaría, tarea en la que coperó con berdadero espírito de sacrifisio el guardia sibil Ponciano Silvera, cebándonos mate a deshora, para que no nos faltase el tradisional estímulo de la berde y sabrosa enfusión criolla mientras emnbstíamos la difísil tarea, que se efetuaba, por supuesto, bajo mi competente diresión superbisoria.
Del resultado de la misma surjió la ebidensia de que los bienes inmuebles aquí esistentes no han padesido bajas, conserbándose todos ellos encólumes. No así los bienes muebles, por desgrasia, pues entre otras menudensias falta un entegrante del personal humano, que lo es el guardia sibil Loreto Cuello, y otro del personal caballar, que lo es un semobiente ballo, marca del Estado, animal de toda mi estimasión, no despresiando a nadies, y que luse allá en él, mismo sobre la tabla del pescuezo, una sicatriz de lanza otenida en la última patriada en que sebimos juntos. Faltan también el tumbero de cargar leña y otras bacatelas que no quiero enumerar por no fatigar a Usía.
Asegún se desprende de mis abiriguaciones pribadas, el sussodicho guardia sibil está para la frontera del Brasil, a donde lo embió el segundo Robales a buscar un contabando de su pertenensia, que condusiría finjiendo haberlo quitado, habiéndose llebado en tal micción al enfeliz semobiente para utilizarlo como bítima propisatoria, o sea como carguero. Del Behículo faltante no he tenido notisias hasta la fecha, aunque me disen que Robales lo fletó para el pueblo con una carga de sándias y otros cereales natibos, probenientes todos ellos de su chácara particular, que no ssé cómo pudo alquirir con el sueldito de mala muerte que tiene.
or lo espuesto resolbí dar de baja del imbentario los efetos mensionados y poner a Usía en conosimiento del hecho, a fin de que tome las probidensias que mejor le parezcan.
Sin más lo abraza campechanamente su fiel subalterno y correlijionario que aprobecha esta buena proporsión para embiarle por el portador y tocallo, hombre reserbado y de asoluta confianza, las dos damajuanas de caña prometidas.
A ruego del Comisario don Segundo Menchaca, por no saber firmar:
ESMERALDO ZIPITRIAS, Escribiente".
Por la copia: SIMPLICIO BOBADILLA.
Simplicio Bobadilla, alias Serafín J. García
"Puntas del Arrayán Chico, enero 15 de 1895.
Señor Gefe Político y de Polecía del Deto., Sarjento Mallor don MerejildoToranza.
(Mano Propia y Urjente)
(Atensión de mi tocallo Segundo Montero)
Mi siempre apresiado Usía:
Buelto a mi costante y eficaz atibidá autoritaria, luego del disfrute de la meresida lisensia de un año y pico que Usía tubo a bien consederme, a fin de que pudiera recobrar alguna parte de las presiosas enerjías gastadas en el cumplimiento de mi fatigosa labor autoritaria, la primera probidensia que me mobió a tomar mi acrisolada anrradez fué la efectuar un imbentario y balanse jenneral de esistensias, con el sañado propósito de berificar si el patrimoño gobernatibo a mi cargo se había conserbado esento de malbersasiones inlísitas durante mi sensible ausensia, pues no conosiendo los antesedentes alministratibos de mi sostituto enterino, el segundo de la de la otaba sesión don Atenor Robales, cullo apelatibo, dicho de sea de paso y en confianza, susitaba justificables reserbas a este milico biejo, si me permite Usía la bulgar espresión, estaba desidido a ebitar entrepetasiones malebolentes para el caso de que, en un futuro benidero, se descubriera alguna irregularidá en el aserbo de los sagrados bienes patriarcales que este serbidor custodea con selosa y encorrupible desensia.
Tomada la resulusión susodicha, el suscrito ordenó a su culto escribiente don Esmeraldo Zipitrías, funsionario de basta preparasión en materia de guarismos finansieros, o sea de números matemáticos, como también puede desirse en nuestra rica idioma orientala, que fuese hasiendo recuento de los bienes muebles e inmuebles de esta comisaría, tarea en la que coperó con berdadero espírito de sacrifisio el guardia sibil Ponciano Silvera, cebándonos mate a deshora, para que no nos faltase el tradisional estímulo de la berde y sabrosa enfusión criolla mientras emnbstíamos la difísil tarea, que se efetuaba, por supuesto, bajo mi competente diresión superbisoria.
Del resultado de la misma surjió la ebidensia de que los bienes inmuebles aquí esistentes no han padesido bajas, conserbándose todos ellos encólumes. No así los bienes muebles, por desgrasia, pues entre otras menudensias falta un entegrante del personal humano, que lo es el guardia sibil Loreto Cuello, y otro del personal caballar, que lo es un semobiente ballo, marca del Estado, animal de toda mi estimasión, no despresiando a nadies, y que luse allá en él, mismo sobre la tabla del pescuezo, una sicatriz de lanza otenida en la última patriada en que sebimos juntos. Faltan también el tumbero de cargar leña y otras bacatelas que no quiero enumerar por no fatigar a Usía.
Asegún se desprende de mis abiriguaciones pribadas, el sussodicho guardia sibil está para la frontera del Brasil, a donde lo embió el segundo Robales a buscar un contabando de su pertenensia, que condusiría finjiendo haberlo quitado, habiéndose llebado en tal micción al enfeliz semobiente para utilizarlo como bítima propisatoria, o sea como carguero. Del Behículo faltante no he tenido notisias hasta la fecha, aunque me disen que Robales lo fletó para el pueblo con una carga de sándias y otros cereales natibos, probenientes todos ellos de su chácara particular, que no ssé cómo pudo alquirir con el sueldito de mala muerte que tiene.
or lo espuesto resolbí dar de baja del imbentario los efetos mensionados y poner a Usía en conosimiento del hecho, a fin de que tome las probidensias que mejor le parezcan.
Sin más lo abraza campechanamente su fiel subalterno y correlijionario que aprobecha esta buena proporsión para embiarle por el portador y tocallo, hombre reserbado y de asoluta confianza, las dos damajuanas de caña prometidas.
A ruego del Comisario don Segundo Menchaca, por no saber firmar:
ESMERALDO ZIPITRIAS, Escribiente".
Por la copia: SIMPLICIO BOBADILLA.
REFRANES de la A a la Z
REFRANES
A donde lo quieren mucho. no vayas a menudo
A la cumbre no se llega de rodillas si no de pie
A la mejor cocinera se le va un tomate entero
A ver de cual cuero salen más correas
Abre un hueco para tapar otro
Agua estancada se corrompe
Al mejor cazador se le va la liebre
Al son que me toquen bailo
Amarra a tus gallinas que mi gallo anda suelto
Antes que acabes no te alabes
Arbol con demasiadas hojas no da frutos sabrosos
Arroz que no se menea se quema
Aunque el cochino chille, no le aflojes el mecate
Aunque el gobierno cambie, la capital es Caracas
Aunque me visto de lana no soy oveja
Bien predica, quien bien vive
Cada cual sabe donde le aprieta el zapato
Cada día al despertar debemos ante todo orar
Casabe no es pan, alpargata no es zapato, ni indio es gente
Clavo que sobresale siempre recibe un martillazo
Cuando digo que el burro es negro no le busques pelo blanco
Cuando el burro piensa bota la carga
Cuando el dedo señala a la luna el bobo mira el dedo
Cuando el diablo reza, engañar quiere
Cuando el pobre lava llueve
Cuando no esta preso lo andan buscando
Cuando tienes un martillo en la mano, todo se parece a un clavo
De donde menos se piensa salta la liebre
Del plato a la boca se cae la sopa
Desconfía de toda puerta que tenga demasiadas llaves
Después que el barco se hunde, todo el mundo es capitán
Donde hubo pan, migajas quedan
Donde manda el perro se ata al amo
El águila no caza moscas
El buen pájaro siempre retorna a su nido
El indio que se queda un rato quiere otro plato
El que corre tras dos liebres, alguna se le irá
El que es buen gallo en cualquier gallinero canta
El que es buen músico, con una cuerda toca
El que mucho insulta, poco ofende
El que no pila no come arepa
El que sabe y el que no es empleado público
El que se acuesta con perros, amanece con pulgas
El que se quema con leche, cuando ve a la vaca llora
El que tiene hambre en pan piensa
El sol no puede derretir las piedras
En ajedrez el rey y el peón siempre van al mismo cajón
En el país de los ciegos, el tuerto es rey
En la casa del jabonero quien no cae, resbala
Es mejor decir aquí corrió que aquí murió
Falta menos que cuando empezamos
Gallina que se regala es porque pone en patio ajeno
Gallo que no canta algo tiene en su garganta
Gato con guantes no caza ratones
La mujer en casa y con la pata quebrá
Linda piedrecita para un tropezón
Malo el gallinero donde canta la gallina
Mas vale maña que fuerza
Más vale paso que dure que trote que canse
Mientras mas alto, mas duro el golpe
Muchacho no es gente grande
Nadie lanza piedras a un perro muerto
Nadie sabe las necesidades de la olla sino el cucharón
No dejes que te caiga la noche al mediodía
No es lapa, pero tampoco es mala cacería
No le tengo miedo al toro sino a la punta del cacho
No me gusta ese gallo en mi corral
No se puede estar en misa y repicando
No se pueden enseñar trucos nuevos a perros viejos.
No te arrugues cuero viejo que te quiero para tambor
No tiene la culpa la estaca si el sapo viene y se ensarta
No todo el que ronca duerme
No todo monte es orégano
Para que quiere cama el que no duerme
Para que voy a ver la lista si no juego lotería
Perro cobarde no hace perritos
Piedra que rueda no cría musgo
Pistola no es revolver
Plátano verde mancha
Poniéndole barba a quien no tiene quijada
Por más pequeña que sea la mosca siempre levanta el rabo de la vaca
Prefiero un burro que me cargue y no un caballo que me tumbe
Que saben las vacas de montura
Quien canta su mal espanta
Quien con lobos anda aullar aprende
Quien dice lo que no debe, escucha lo que no quiere!
Quien no castiga al mal... lo invita
Quien se entrega a sus pasiones labra el mismo sus prisiones
Quien siembra vientos recoge tempestades
Quien siempre piensa en el zorro nunca criara gallinas
Quien sube como palma baja como coco
Seguro mato a confianza
Si digo que el burro es negro es porque tengo los pelos en las manos
Siempre hay un roto para un descosido
Sólo los peces muertos nadan con la corriente
También al verdugo lo ahorcan
Tantas cucharas y yo comiendo con la mano
Tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata
Tetas y sopa no caben en la boca
Tigre no come tigre
Tocar la puerta no es entrar
Todo lo que llega al asador es carne
Un buen hoy vale mas que dos mañanas
Una cosa piensa el burro y otra el que lo va arreando
Unos nacen con estrellas y otros nacen estrellados
Vale más un por si acaso que un quien lo hubiera sabido
Viene del entierro y pregunta por el muerto
Yo sé de que pie cojea
Yo tengo el lazo para ese novillo
REFRANES MODERNOS
A caballo regalado, no se le periscopean los incisivos
A caballo regalado, quítale el envoltorio
A caballo regalado, ve buscándole un establo
A palabras embarazosas, oídos anticonceptivos
A quien a buen árbol se arrima... va un perro y se le orina.
A río revuelto, peces mareados
Amor con amor se paga; y lo demás con dinero
Amor de lejos... contentos los cuatro!!!
Aquí el que menos corre, tumba al de alante
Cada oveja con su borrego
Camarón que se duerme amanece en el mercado
Camarón que se duerme, ronca
Cría cuervos... y tendrás más
Cuando el río suena es que no estamos sordos
Cuando el río suena, es que agua lleva
Cuando el río suena, se ahogó la orquesta
Dime con quien andas y si esta buena me la mandas.
Dime con quien andas y te diré quien te acompaña
Dime de que te defiendes, y te diré que has hecho.
El muchacho que es llorón y la madre que es sorda
El que a hierro mata, no puede morir a sombrerazos
El que madruga, tiene que esperar por el desayuno
El que mucho abarca, mucho tiene
En el país de los ciegos, los oftalmólogos se mueren de hambre
Jalan más dos tetas que un par de carretas
La curiosidad mato al gato...y embarazo a la mujer!
La suerte de las feas, a las bonitas nos tiene sin cuidado
Más vale pájaro en mano que padre a los 18 años.
Más vale pájaro en mano, que cientos cagando
Más vale pájaro en mano, que cocodrilo en tobillo!
Más vale pájaro en mano, que escaparate en el hombro
Más vale pájaro en mano, que la mano en pájaro ajeno
Muerto el perro...enviudo la perra
No dejes para mañana, las latas recién abiertas
No hay mejor sordo que el que no puede oír
No por mucho filosofar te entiende más la gente
No por mucho madrugar desayunas más temprano
No por mucho madrugar se te quita la resaca
Ojos que no ven, cartera que te roban!
Ojos que no ven, mierda que pisas
Ojos que no ven...golpe seguro
Perro que ladra no muerde......mientras ladra
Quien a buel arbol se arrima, si no lo ve nadie... ¡Orina!
Si a un hombre le das un pez, comerá hoy. Si le enseñas a vender pescado será millonario
Solterón maduro, maricón seguro
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final aprende ir solito.
Una cosa piensa el burro y a lo mejor lo mismo la burra
DICHOS POPULARES
- Habla más paja que un libro de primaria
- Más agarrado que una vieja en una moto.
- Más amarillo que un chino con hepatitis.
- Más anónimo que un peo en autobús.
- Más arriesgado que estornudar con diarrea.
- Más asustado que monja con atraso.
- Más bolas que un torero ciego.
- Más buena que Lassie.
- Más caro que un hijo loco.
- Más difícil que barrer escaleras pa' arriba.
- Más difícil que hacer gárgaras boca abajo
- Más duro que una sopa de tuercas.
- Más fácil que darle un tiro al piso.
- Más largo que insulto de tartamudo.
- Más largo que un desfile de culebras
- Más lento que un desfile de cojos.
- Más nervioso que tartamudo pidiendo prestado
- Más peligroso que sentarse en un water con pirañas
- Más peligroso que un tiroteo en un ascensor
- Más perdido que ciego en tiroteo.
- Pasa más trabajo que morrocoy hacia arriba
ENGLISH
A bad workman always blames his tools.
A bird in the hand is worth two in the bush.
A Creaking gate hangs long.
A miss is as good as a mile.
A new broom sweeps clean.
A rolling stone gathers no moss.
A stitch in time saves nine.
A word is enough to the wise.
A word spoken is past recalling.
Absence makes the heart grow fonder.
Actions speak louder then words.
All good things come to an end.
All roads lead to Rome.
All that glitters is not gold.
All work and no play makes Jack a dull boy.
All´s fair in love and war.
All´s well that ends well.
An eye for an eye and tooth for a tooth.
As you make your bed, so you must lie in it.
Barking dogs seldom bite.
Beauty is only skin deep.
Better late than never.
Clothes do not make the man.
Cowards die many times before their deaths.
Cross the stream where it is shallowest.
Cut your coat according to your cloth.
Do as you would be done by.
Do not count your chikens before they hatch.
Do not cross a bridge until you vome to it.
Do not have too many irons in the fire.
Do not make a mountain out of a molehill.
Do not put all your eggs in one basket.
Do not put the cart before the horse.
Every dog has his day.
Every why has a wherefore.
Fine feathers make fine birds.
Fine words butter no parsnips.
First come, first served.
Fools rush in where angels fear to tread.
Give a dog a bad name and hang him.
Half a loaf is better than none.
Help a lame dog over a stile.
Honesty is the best policy.
It is a long lane that has no turning.
It is an ill wind that blows nobody any good.
It is easy to be wise after the event.
It is never too late to mend.
It is no use crying over spilt milk.
It never rains but it pours.
It takes all sorts to make a world.
It takes two to make a quarrel.
Learn to walk before you run.
Let sleeping dogs lie.
Look before you leap.
Make hay while the sun shines.
Many hands make light work.
Money talks.
More haste, less speed.
Necessity is the mother of invention.
Never look a grif horse in the mouth.
No gain without pain.
No news is good news.
One good turn deserves another.
One swallow does not make a summer.
Out of sight, out of mind.
Paddle your own canoe.
Practice makes perfect.
Rome was not built in a day.
Still waters run deep.
Strike while the iron is hot.
The early bord catches the worm.
The proof of the pudding is in the eating.
The road to hell is paved with good intentions.
The spirit is willing but the flesh is weak.
The wish is father to the thought.
Time and tide wait for no man.
Too many cooks spoil the broth.
When the cat´s away the mice will pay.
Where one door shuts another opens.
Where there is a will there is a way.
While there is life there is hope.
You can not have your cake and eat it.
You can not make an omelette without breaking eggs.
You can not teach an old dog new tricks.
You scratch my back and I will scratch yours.
A donde lo quieren mucho. no vayas a menudo
A la cumbre no se llega de rodillas si no de pie
A la mejor cocinera se le va un tomate entero
A ver de cual cuero salen más correas
Abre un hueco para tapar otro
Agua estancada se corrompe
Al mejor cazador se le va la liebre
Al son que me toquen bailo
Amarra a tus gallinas que mi gallo anda suelto
Antes que acabes no te alabes
Arbol con demasiadas hojas no da frutos sabrosos
Arroz que no se menea se quema
Aunque el cochino chille, no le aflojes el mecate
Aunque el gobierno cambie, la capital es Caracas
Aunque me visto de lana no soy oveja
Bien predica, quien bien vive
Cada cual sabe donde le aprieta el zapato
Cada día al despertar debemos ante todo orar
Casabe no es pan, alpargata no es zapato, ni indio es gente
Clavo que sobresale siempre recibe un martillazo
Cuando digo que el burro es negro no le busques pelo blanco
Cuando el burro piensa bota la carga
Cuando el dedo señala a la luna el bobo mira el dedo
Cuando el diablo reza, engañar quiere
Cuando el pobre lava llueve
Cuando no esta preso lo andan buscando
Cuando tienes un martillo en la mano, todo se parece a un clavo
De donde menos se piensa salta la liebre
Del plato a la boca se cae la sopa
Desconfía de toda puerta que tenga demasiadas llaves
Después que el barco se hunde, todo el mundo es capitán
Donde hubo pan, migajas quedan
Donde manda el perro se ata al amo
El águila no caza moscas
El buen pájaro siempre retorna a su nido
El indio que se queda un rato quiere otro plato
El que corre tras dos liebres, alguna se le irá
El que es buen gallo en cualquier gallinero canta
El que es buen músico, con una cuerda toca
El que mucho insulta, poco ofende
El que no pila no come arepa
El que sabe y el que no es empleado público
El que se acuesta con perros, amanece con pulgas
El que se quema con leche, cuando ve a la vaca llora
El que tiene hambre en pan piensa
El sol no puede derretir las piedras
En ajedrez el rey y el peón siempre van al mismo cajón
En el país de los ciegos, el tuerto es rey
En la casa del jabonero quien no cae, resbala
Es mejor decir aquí corrió que aquí murió
Falta menos que cuando empezamos
Gallina que se regala es porque pone en patio ajeno
Gallo que no canta algo tiene en su garganta
Gato con guantes no caza ratones
La mujer en casa y con la pata quebrá
Linda piedrecita para un tropezón
Malo el gallinero donde canta la gallina
Mas vale maña que fuerza
Más vale paso que dure que trote que canse
Mientras mas alto, mas duro el golpe
Muchacho no es gente grande
Nadie lanza piedras a un perro muerto
Nadie sabe las necesidades de la olla sino el cucharón
No dejes que te caiga la noche al mediodía
No es lapa, pero tampoco es mala cacería
No le tengo miedo al toro sino a la punta del cacho
No me gusta ese gallo en mi corral
No se puede estar en misa y repicando
No se pueden enseñar trucos nuevos a perros viejos.
No te arrugues cuero viejo que te quiero para tambor
No tiene la culpa la estaca si el sapo viene y se ensarta
No todo el que ronca duerme
No todo monte es orégano
Para que quiere cama el que no duerme
Para que voy a ver la lista si no juego lotería
Perro cobarde no hace perritos
Piedra que rueda no cría musgo
Pistola no es revolver
Plátano verde mancha
Poniéndole barba a quien no tiene quijada
Por más pequeña que sea la mosca siempre levanta el rabo de la vaca
Prefiero un burro que me cargue y no un caballo que me tumbe
Que saben las vacas de montura
Quien canta su mal espanta
Quien con lobos anda aullar aprende
Quien dice lo que no debe, escucha lo que no quiere!
Quien no castiga al mal... lo invita
Quien se entrega a sus pasiones labra el mismo sus prisiones
Quien siembra vientos recoge tempestades
Quien siempre piensa en el zorro nunca criara gallinas
Quien sube como palma baja como coco
Seguro mato a confianza
Si digo que el burro es negro es porque tengo los pelos en las manos
Siempre hay un roto para un descosido
Sólo los peces muertos nadan con la corriente
También al verdugo lo ahorcan
Tantas cucharas y yo comiendo con la mano
Tanto peca el que mata a la vaca como el que le agarra la pata
Tetas y sopa no caben en la boca
Tigre no come tigre
Tocar la puerta no es entrar
Todo lo que llega al asador es carne
Un buen hoy vale mas que dos mañanas
Una cosa piensa el burro y otra el que lo va arreando
Unos nacen con estrellas y otros nacen estrellados
Vale más un por si acaso que un quien lo hubiera sabido
Viene del entierro y pregunta por el muerto
Yo sé de que pie cojea
Yo tengo el lazo para ese novillo
REFRANES MODERNOS
A caballo regalado, no se le periscopean los incisivos
A caballo regalado, quítale el envoltorio
A caballo regalado, ve buscándole un establo
A palabras embarazosas, oídos anticonceptivos
A quien a buen árbol se arrima... va un perro y se le orina.
A río revuelto, peces mareados
Amor con amor se paga; y lo demás con dinero
Amor de lejos... contentos los cuatro!!!
Aquí el que menos corre, tumba al de alante
Cada oveja con su borrego
Camarón que se duerme amanece en el mercado
Camarón que se duerme, ronca
Cría cuervos... y tendrás más
Cuando el río suena es que no estamos sordos
Cuando el río suena, es que agua lleva
Cuando el río suena, se ahogó la orquesta
Dime con quien andas y si esta buena me la mandas.
Dime con quien andas y te diré quien te acompaña
Dime de que te defiendes, y te diré que has hecho.
El muchacho que es llorón y la madre que es sorda
El que a hierro mata, no puede morir a sombrerazos
El que madruga, tiene que esperar por el desayuno
El que mucho abarca, mucho tiene
En el país de los ciegos, los oftalmólogos se mueren de hambre
Jalan más dos tetas que un par de carretas
La curiosidad mato al gato...y embarazo a la mujer!
La suerte de las feas, a las bonitas nos tiene sin cuidado
Más vale pájaro en mano que padre a los 18 años.
Más vale pájaro en mano, que cientos cagando
Más vale pájaro en mano, que cocodrilo en tobillo!
Más vale pájaro en mano, que escaparate en el hombro
Más vale pájaro en mano, que la mano en pájaro ajeno
Muerto el perro...enviudo la perra
No dejes para mañana, las latas recién abiertas
No hay mejor sordo que el que no puede oír
No por mucho filosofar te entiende más la gente
No por mucho madrugar desayunas más temprano
No por mucho madrugar se te quita la resaca
Ojos que no ven, cartera que te roban!
Ojos que no ven, mierda que pisas
Ojos que no ven...golpe seguro
Perro que ladra no muerde......mientras ladra
Quien a buel arbol se arrima, si no lo ve nadie... ¡Orina!
Si a un hombre le das un pez, comerá hoy. Si le enseñas a vender pescado será millonario
Solterón maduro, maricón seguro
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final aprende ir solito.
Una cosa piensa el burro y a lo mejor lo mismo la burra
DICHOS POPULARES
- Habla más paja que un libro de primaria
- Más agarrado que una vieja en una moto.
- Más amarillo que un chino con hepatitis.
- Más anónimo que un peo en autobús.
- Más arriesgado que estornudar con diarrea.
- Más asustado que monja con atraso.
- Más bolas que un torero ciego.
- Más buena que Lassie.
- Más caro que un hijo loco.
- Más difícil que barrer escaleras pa' arriba.
- Más difícil que hacer gárgaras boca abajo
- Más duro que una sopa de tuercas.
- Más fácil que darle un tiro al piso.
- Más largo que insulto de tartamudo.
- Más largo que un desfile de culebras
- Más lento que un desfile de cojos.
- Más nervioso que tartamudo pidiendo prestado
- Más peligroso que sentarse en un water con pirañas
- Más peligroso que un tiroteo en un ascensor
- Más perdido que ciego en tiroteo.
- Pasa más trabajo que morrocoy hacia arriba
ENGLISH
A bad workman always blames his tools.
A bird in the hand is worth two in the bush.
A Creaking gate hangs long.
A miss is as good as a mile.
A new broom sweeps clean.
A rolling stone gathers no moss.
A stitch in time saves nine.
A word is enough to the wise.
A word spoken is past recalling.
Absence makes the heart grow fonder.
Actions speak louder then words.
All good things come to an end.
All roads lead to Rome.
All that glitters is not gold.
All work and no play makes Jack a dull boy.
All´s fair in love and war.
All´s well that ends well.
An eye for an eye and tooth for a tooth.
As you make your bed, so you must lie in it.
Barking dogs seldom bite.
Beauty is only skin deep.
Better late than never.
Clothes do not make the man.
Cowards die many times before their deaths.
Cross the stream where it is shallowest.
Cut your coat according to your cloth.
Do as you would be done by.
Do not count your chikens before they hatch.
Do not cross a bridge until you vome to it.
Do not have too many irons in the fire.
Do not make a mountain out of a molehill.
Do not put all your eggs in one basket.
Do not put the cart before the horse.
Every dog has his day.
Every why has a wherefore.
Fine feathers make fine birds.
Fine words butter no parsnips.
First come, first served.
Fools rush in where angels fear to tread.
Give a dog a bad name and hang him.
Half a loaf is better than none.
Help a lame dog over a stile.
Honesty is the best policy.
It is a long lane that has no turning.
It is an ill wind that blows nobody any good.
It is easy to be wise after the event.
It is never too late to mend.
It is no use crying over spilt milk.
It never rains but it pours.
It takes all sorts to make a world.
It takes two to make a quarrel.
Learn to walk before you run.
Let sleeping dogs lie.
Look before you leap.
Make hay while the sun shines.
Many hands make light work.
Money talks.
More haste, less speed.
Necessity is the mother of invention.
Never look a grif horse in the mouth.
No gain without pain.
No news is good news.
One good turn deserves another.
One swallow does not make a summer.
Out of sight, out of mind.
Paddle your own canoe.
Practice makes perfect.
Rome was not built in a day.
Still waters run deep.
Strike while the iron is hot.
The early bord catches the worm.
The proof of the pudding is in the eating.
The road to hell is paved with good intentions.
The spirit is willing but the flesh is weak.
The wish is father to the thought.
Time and tide wait for no man.
Too many cooks spoil the broth.
When the cat´s away the mice will pay.
Where one door shuts another opens.
Where there is a will there is a way.
While there is life there is hope.
You can not have your cake and eat it.
You can not make an omelette without breaking eggs.
You can not teach an old dog new tricks.
You scratch my back and I will scratch yours.
Portugués - Saramago, Eça de Queiroz, Olivera, Ricaqrdo Ramos
CIRCUITO FECHADO (1)
Ricardo Ramos
Chinelos, vaso, descarga. Pia, sabonete. Água. Escova, creme dental, água, espuma, creme de barbear, pincel, espuma. gilete, água, cortina, sabonete, água fria, água quente, toalha. Creme para cabelo, pente. Cueca, camisa, abotoaduras, calça, meias, sapatos, gravata, paletó. Carteira, níqueis, documentos. caneta, chaves, lenço, relógio, maço de cigarros, caixa de fósforos. Jornal. Mesa, cadeiras, xícara e pires, prato, bule, talheres, guardanapo. Quadros. Pasta, carro. Cigarro, fósforo. Mesa e poltrona, cadeira, cinzeiro, papéis, telefone, agenda, copo com lápis, canetas, bloco de notas, espátula, pastas, caixas de entrada. de saída, vaso com plantas, quadros, papéis, cigarro, fósforo. Bandeja, xícara pequena. Cigarro e fósforo. Papéis, telefone, relatórios, cartas, notas, vales, cheques, memorandos, bilhetes, telefone, papéis. Relógio. Mesa, cavalete, cinzeiros, cadeiras. esboços de anúncios, fotos, cigarro, fósforo, blocb de papel, caneta, projetor de filmes, xícara, cartaz, lápis, cigarro, fósforo. quadro-negro, giz, papel. Mictório, pia, água. Táxi. Mesa, toalha, cadeiras, copos, pratos, talheres, garrafa, guardanapo, xícara. Maço de cigarros, caixa de fósforos. Escova de dentes, pasta. água. Mesa e poltrona, papéis, telefone, revista, copo de papel, cigarro, fósforo, telefone interno, externo, papéis, prova de anúncio, caneta e papel, relógio, papel, pasta, cigarro, fósforo, papel e caneta, telefone, caneta e papel, telefone, papéis, folheto, xícara, jornal, cigarro, fósforo, papel e caneta. Carro. Maço de cigarros, caixa de fósforos. Paletó, gravata. Poltrona, copo, revista. Quadros. Mesa, cadeiras, pratos, talheres, copos, guardanapos. Xícaras. Cigarro e fósforo. Poltrona, livro. Cigarro e fósforo. Televisor, poltrona. Cigarro e fósforo. Abotoaduras, camisa, sapatos, mejas. calça, cueca, pijama, chinelos. Vaso, descarga; pia, água, escova, creme dental, espuma, água. Chinelos. Coberta, cama, travesseiro.
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Evangelho segundo Jesus Cristo
José Saramago
Passados meses, numa chuvosa e fria noite de inverno, um anjo entrou em casa de Maria de Nazaré, e foi o mesmo que se não tivesse entrado ninguém, pois a família assim como estava assim se deixou ficar, só Maria deu pela chegada do visitante, que nem teria podido ela dar-se por desentendida, uma vez que o anjo lhe dirigiu directamente a palavra, e foi assim, Deves saber, ó Maria, que o Senhor pôs a sua semente de mistura com a semente de José na madrugada em que concebeste pela primeira vez, e que, por conseguinte e consequência, dela, da do Senhor, e não da do teu marido, ainda que legítimo, é que foi engendrado o teu filho Jesus. Ficou Maria muito assombrada com a notícia, cuja substância, felizmente, não se perdeu na elocução confusa do anjo, e perguntou, Então Jesus é filho de mim e do Senhor, Mulher, que falta de educação, deves ter cuidado com as hierarquias, com as precedências, do Senhor e de mim é que deverias dizer, Do Senhor e de ti, Não, do Senhor e de ti, Não me baralhes a cabeça, responde-me ao que te perguntei, se Jesus é filho, Filho, o que se chama filho, é só do Senhor, tu, para o caso, não passaste de ser uma mãe portadora, Entâo, o Senhor não me escolheu, Qual quê, o Senhor ia só a passar, quem estivesse a olhar tê-lo-ia percebido pela cor do céu, mas reparou que tu e José eram gente robusta e saudável, e então, se ainda te lembras de como estas necessidades se manifestavam, apeteceu-lhe, o resultado foi, nove meses depois, Jesus, E há a certeza, o que se chame certeza, de que tenha sido mesmo a semente do Senhor que engendrou o meu primeiro filho, Bom, a questão é melindrosa, o que tu estás a pretender de mim é, sem tirar nem pôr, uma investigação de paternidade, quando a verdade é que, nestes conúbios mistos, por muitas análises, por muitos testes, por muitas contagens de glóbulos que se façam, certezas nunca as podemos ter absolutas, Pobrezinha de mim, que cheguei a imaginar, ouvindo-te, que o Senhor me havia escolhido para ser a sua esposa naquela madrugada, e afinal foi tudo obra de um acaso, tanto poderá ser que sim como poderá ser que não, digo-te até que melhor seria não teres descido aqui na Nazaré para vires deixar-me nesta dúvida, aliás, se queres que te fale com franqueza, um filho do Senhor, mesmo tendo-me a mim como mãe, dávamos por ele logo ao nascer, e quando crescesse teria, do mesmo Senhor, o porte, a figura e a palavra, ora, ainda que se diga que o amor demãe é cego, o meu filho Jesus não satisfaz as condições, Maria, o teu primeiro grande engano é julgares que eu vim cá apenas para te falar desse antigo episódio da vida sexual do Senhor, o teu segundo grande engano é pensares que a beleza e a facúndia dos homens existem à imagem e semelhança do Senhor, quando o sistema do Senhor, digo-to eu que souda casa, é ele ser sempre o contrário de como os homens o imaginam, e, aqui muito em confidência, eu até acho que o Senhor não saberia viver doutra maneira, a palavra que mais vezes lhe sai da boca não é o sim, mas o não, Sempre ouvi eu dizer que o Diabo é que é o espírito que nega, se no teu coração não deres pela diferença, nunca saberás a quem pertences, Pertenço ao Senhor, Pois é, dizes que pertences ao Senhor e caíste no terceiro e maior dos enganos, que foi o de não teres acreditado no teu filho, Em Jesus, Sim, em Jesus, nenhum dos outros viu Deus, ou alguma vez o verá, Diz-me, anjo do Senhor, é mesmo verdade que meu filho Jesus viu Deus, Sim, e, como uma criança que encontrou o seu primeiro ninho, veio a correr mostrar-to, e tu, céptica, e tu, desconfiada, disseste que não podia ser verdade, que se ninho havia estava vazio, que se ovos tinha, eram goros, e que se os não tinha, comera-os a serpente, Perdoa-me, meu anjo, por ter duvidado, Agora não sei se estás a falar comigo, ou com o teu filho, Com ele, contigo, com ambos, que posso eu fazer para emendar o mal feito, Que é que te aconselharia o teu coração de mãe, Que fosse procurá-lo, dizer-lhe que creio nele, pedir que me perdoe e volte para casa, aonde o Senhor o virá chamar, em chegando a hora, Francamente, não sei se vais a tempo, não há nada mais sensível do que um adolescente, arriscas-te a ouvir más palavras e a levar com a porta na cara, Se tal acontecer, a culpa tem-na aquele demónio que o embruxou e perdeu, nem sei como o Senhor, sendo pai, lhe consentiu tais liberdades, tanta rédea solta, De que demónio falas, Do pastor com quem o meu filho andou durante quatro anos, a governar um rebanho que ninguém sabe para que serve, Ah, o pastor, Conhece-lo, Andámos na mesma escola, E o Senhor permite que um demónio como ele perdure e prospere, Assim o exige a boa ordem do mundo, mas a última palavra será sempre a do Senhor, só não sabemos é quando a proferirá, mas vais ver que uma manhã destas acordamos e descobrimos que não há mal no mundo, e agora devo ir-me, se tens mais algumas perguntas a fazer, aproveita, Só uma, Óptimo, Para que quer o Senhor o meu filho, Teu filho é uma maneira de dizer, Aos olhos do mundo Jesus é meu filho, Para que o quer, perguntas tu, pois olha que é uma boa pergunta, sim senhor, o pior é que não sei responder-te, a questão no estado actual, é toda entre eles dois, e Jesus não creio que saiba mais doque a ti te terá dito, Disse-me que terá poder e glória depois de morrer, Dessa parte também estou informado, Mas que irá ele ter de fazer em vida para merecer as maravilhas que o Senhor lhe prometeu, Ora, ora, tu crês, ignorante mulher, que essa palavra exista aos olhos do Senhor, que possa ter algum valor e significado o que presunçosamente chamais merecimentos, em verdade não sei que é que vos julgais, quando não passais de míseros escravos da vontade absoluta de Deus, Nada mais direi, sou realmente a escrava do Senhor, cumpra-se em sim segundo a sua palavra, diz-me só, depois de todos estes meses passados, onde poderei encontrar o meu filho, Procura-o, que é a tua obrigação, ele também foi à procura da ovelha perdida, Para matá-la, Sossega, que a ti não te matará, mas tu, sim, o matarás a ele, não estando presente na hora da sua morte, Como sabes que não morrerei eu primeiro, Estou bastante próximo dos centros de decisão para sabê-lo, e agora adeus, fizeste as perguntas que querias, talvez não tenhas feito alguma que devias, mas isso é assunto que já não me diz respeito, Explica-me, Explica-te tu a ti própria. Com a última palavra, o anjo desapareceu e Maria abriu os olhos. Todos os filhos dormiam, os rapazes em dois grupos de três, Tiago, José e Judas, os mais velhos, a um canto, noutro canto os mais novos, Simão, Justo e Samuel, e com ela, uma de cada lado, como de costume Lísia e Lídia, mas os olhos de Maria, perturbados ainda pelos anúncios do anjo, arregalaram-se-lhe de repente, estarrecidos, ao ver que Lísia estava toda descomposta, praticamente nua, a túnica arregaçada por cima dos seios, e dormia profundamente, e suspirava sorrindo, com o brilho de um leve suor na testa e sobre o lábio superior, que parecia mordido de beijos. Se não fosse a certeza de ter estado ali apenas um anjo conversador, os sinais mostrados por Lísia fariam gritar e clamar que um demónio íncubo, desses que acometem maliciosamente as mulheres adormecidas, andara a fazer das suas no desprevenido corpo da donzela, enquanto a mãe se deixava distrair com a conversa, provavelmente foi sempre assim e nós que não o sabíamos, andarem estes anjos aos pares para onde quer que vão, e enquanto um, para entreter e fazer costas, se põe a contar histórias da Carochinha, o outro, calado, opera o actus nefandus, maneira de dizer, que nefando em rigor não é, tudo indicando que na vez seguinte se trocarão as funções e as posições para que não se perca, nem no sonhador nem no sonhado, o beneficioso sentido da dualidade da carne e do espírito. Maria cobriu a filha como pôde, puxando-lhe a túnica até à altura do que é impróprio estando descoberto, e, quando a teve decente, acordou-a e perguntou-lhe em voz baixa, por assim dizer à queima-roupa, Que estavas a sonhar. Apanhada de surpresa, Lísia não podia mentir, respondeu que sonhara com um anjo, mas que o anjo nada lhe dissera, apenas olhara para ela, e era um olhar tão meigo e tão doce que melhores não poderão ser os olhares no paraíso. Não te tocou, perguntou Maria, e Lísia respondeu, Ó minha mãe, os olhos não servem para isso. Sem bem saber se devia tranquilizar-se ou preocupar-se com o que se passara a seu lado, Maria, em voz ainda mais baixa, disse, Eu também sonhei com um anjo, E o teu, falou, ou também esteve calado, perguntou Lísia, inocentemente, Falou para me dizer que teu irmão Jesus dissera a verdade quando nos anunciou que tinha visto Deus, Ai, minha mãe, que mal fizemos então, não acreditamos na palavra de Jesus, e ele tão bom, que, de zangado, até podia ter levado o dinheiro do meu dote, e não o fez, Agora temos de ver como o remediaremos, Não sabemos onde está, notícias não deu, o anjo é que bem podia ter ajudado, sabem tudo, os anjos, Pois não, não ajudou, só me disse que procurássemos o teu irmão, que era esse o nosso dever, Mas, ó minha mãe, se afinal foi verdade que o mano Jesus esteve com o Senhor, então a nossa vida, daqui por diante, vai ser diferente, Diferente, talvez, mas para pior, Porquê, Se nós não acreditámos em Jesus nem na sua palavra, como esperas que os outros acreditem, com certeza não quererás que vamos aí pelas ruas e praças de Nazaré a apregoar Jesus viu o Senhor Jesus viu o Senhor, seríamos corridas à pedrada, Mas o Senhor, visto que o escolheu, nos defenderia, que somos a família, Não estejas tão certa disso, quando o Senhor fez a sua escolha, nós não estávamos lá, para o Senhor não há pais nem filhos, lembra-te de Abraão, lembra-te de Isaac, Ai, mãe, que aflição, O mais prudente, filha, é guardarmos estas coisas nos nossos corações e falarmos delas o menos possível, Então, que faremos, Amanhã mandarei Tiago e José a procurar Jesus, Mas onde, se a Galileia é imensa, e a Samaria, se para lá foi, oua Judeia, ou a Idumeia, que essa está no cabo do mundo, O mais provável é teu irmão ter ido para o mar, recorda-te do que ele nos disse quando veio, que tinha andado com uns pescadores, E não teria antes voltado para o rebanho, Esse tempo acabou, Como sabes, Dorme, que a manhã ainda vem longe, Pode ser que tornemos a sonhar com os nossos anjos, Pode ser. Se o anjo de Lísia, acaso tendo fugido à companhia do parceiro, veio habitar-lhe outra vez o sono, não se chegou a perceber, mas o anjo do anúncio, mesmo se se esqueceu de algum pormenor, não pôde voltar, porque Maria esteve sempre de olhos abertos na meia escuridão dacasa, o que sabia sobrava-lhe, o que adivinhava temia.
Saramago, José, O Evangelho segundo Jesus Cristo
Romance, 2 edição
Caminho - O campo da Palabra
Lisboa 1991, pp. 311-316
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Ensaio sobre a cegueira
José Saramago
Temos que ver se há por aqui alguma pá ou alguma enxada, seja o que for que possa servir para cavar, disse o médico. Era manhã, tinham trazido com grande esforço o cadáver para a cerca interior, puseram-no no chão, entre o lixo e as folhas mortas das árvores. Agora era preciso enterrá-lo. Só a mulher do médico sabia o estado em que se encontrava o morto, a cara e o crânio rebentados pela descarga, três buracos de balas no pescoço e na região do esterno. Também sabia que em todo o edifício não havia nada com que se pudesse abrir uma cova. Percorrera toda a área que lhes tinha sido destinada e não encontrara mais que uma vara de ferro. Ajudaria, mas não era suficiente. E vira, por trás das janelas fechadas do corredor que seguia ao longo da ala reservada aos suspeitos de contágio, mais baixas deste lado da cerca, rostos atemorizados, de pessoas à espera da sua hora, do momento inevitável em que teriam de dizer às outras Ceguei, ou quando, se tivessem tentado ocultar-lhes o sucedido, as denunciasse um gesto errado, um mover de cabeça à procura duma sombra, um tropeção injustificado em quem tem olhos. Tudo isto também o sabia o médico, a frase que lançara fazia parte do disfarce combinado por ambos, a partir de agora a mulher já poderia dizer, E se pedíssemos aos soldados que nos atirassem cá para dentro uma pá, A ideia é boa, experimentemos, e todos estiveram de acordo, que sim, que era uma boa ideia, só a rapariga dos óculos escuros não pronunciou palavra sobre esta questão de enxada ou pá, todo o seu falar, por enquanto, eram lágrimas e lamentos, A culpa foi minha, chorava ela, e era verdade, não se podia negar, mas também é certo, se isso lhe serve de consolação, que se antes de cada acto nosso nos puséssemos a prever todas as consequências dele, a pensar nelas a sério, primeiro as imediatas, depois as prováveis, depois as possíveis, depois as imagináveis, não chegaríamos sequer a mover-nos de onde o primeiro pensamento nos tivesse feito parar. Os bons e os maus resultados dos nossos ditos e obras vão-se distribuindo, supõe-se que de uma forma bastante uniforme e equilibrada, por todos os dias do futuro, incluindo aqueles, infindáveis, em que já cá não estaremos para poder comprová-lo, para congratular-nos ou pedir perdão, aliás, há quem diga que isso é que é a imortalidade de que tanto se fala, Será, mas este homem está morto e é preciso enterrá-lo. Foram portanto o médico e a mulher a parlamentar, a rapariga dos óculos escuros, inconsolada, disse que ia com eles. Por dor da consciência. Mal apareceram à vista, na entrada da porta, um soldado gritou-lhes, Alto, e como se temesse que a intimação verbal, ainda que enérgica, não fosse acatada, disparou um tiro para o ar. Assustados, recuaram para a protecção da sombra do átrio, por trás das madeiras grossas da porta aberta. Depois a mulher do médico avançou sozinha, donde estava podia ver os movimentos do soldado e resguardar-se a tempo, se fosse necessário, Não temos com que enterrar o morto, disse, precisamos de uma pá. Ao portão, mas do lado oposto onde o cego tinha caído, apareceu outro militar. Sargento era, mas não o de antes, Que querem, gritou, Precisamos de uma pá, ou uma enxada, Não há cá disso, ponham-se andar, Temos de enterrar o corpo, Não enterrem, deixem-no aí a apodrecer, Se o deixarmos fica a contaminar a atmosfera, Pois que contamine e vos faça bom proveito, A atmosfera não está parada, tanto está aqui como vai para aí. A pertinência do argumento obrigou o militar a reflectir. Tinha vindo Substituir o outro sargento, que cegara e fora imediatamente levado para onde estavam a ser concentrados os enfermos pertencentes às forças armadas de terra. Escusado será dizer que a aviação e a marinha dispunham também, cada uma, das suas próprias instalações, mas estas de menor tamanho e importância, por serem mais reduzidos os efectivos destas armas. A mulher tem razão, reconsiderou o sargento, num caso como este não há dúvida de que todos os cuidados são poucos. Como prevenção, dois soldados, munidos de máscaras antigases, já haviam despejado sobre o sangue dois garrafões inteiros de amónia, cujos últimos vapores ainda faziam lacrimejar o pessoal e lhes picavam as mucosas da garganta e do nariz. O sargento declarou, enfim, Vou ver o que se pode arranjar, E a comida, aproveitou a mulher do médico a ocasião para recordar-lhe, A comida ainda não chegou, Só do nosso lado já há mais de cinquenta pessoas, temos fome, o que estão a mandar não chega para nada, Isso da comida não é com o exército, Alguém tem de resolver a situação, o governo comprometeu-se a alimentar-nos, Voltem lá para dentro, não quero ver ninguém nessa porta, A enxada, ainda gritou a mulher do médico, mas o sargento tinha- se ido embora. A manhã estava em meio quando se ouviu a voz do altifalante na camarata, Atenção, atenção, os internados alegraram- se, pensaram que era o anúncio da comida, mas não, tratava-se da enxada, Alguém que a venha buscar, mas nada de grupos, só sai uma pessoa, Vou eu, que já falei com eles antes, disse a mulher do médico. Logo que saiu ao patamar exterior viu a enxada. Pela posição e pela distância a que se encontrava, mais perto do portão do que da escada, devia ter sido atirada de fora, Não me posso esquecer de que estou cega, pensou a mulher do médico, Onde está, perguntou, Desce a escada, que já te irei guiando, respondeu o sargento, muito bem, agora anda na direcção em que estás, assim, assim, alto, vira-te um pouco para a direita, não, para a esquerda, menos, menos do que isso, agora em frente, se não te desviares vais dar com o nariz mesmo em cima dela, quente, a escaldar, merda, eu disse que não te desviasses, frio, frio, está a aquecer outra vez, quente, cada vez mais quente, pronto, agora dá meia volta que eu torno a guiar-te, não quero que fiques para aí como uma burra à nora, às voltas, e me venhas parar ao portão, Não estejas tão preocupado, pensou ela, irei daqui à porta em linha recta, no fim de contas tanto faz, ainda que ficasses a desconfiar de que não estou cega, a mim que me importa, não virás cá dentro buscar-me. Pôs a enxada ao ombro, como um cavador que vai ao seu trabalho, e caminhou na direcção da porta sem se desviar um passo, Nosso sargento, já viu aquilo, exclamou um dos soldados, até parece ela que tem olhos, Os cegos aprendem depressa a orientar-se, explicou, convicto, o sargento.
Foi trabalhoso abrir a cova. A terra estava dura, calcada, havia raízes a um palmo do chão. Cavaram à vez o motorista, os dois polícias e o primeiro cego. Perante a morte, o que se espera da natureza é que percam os rancores a força e o veneno, é certo que se diz que o ódio velho não cansa, e disso não faltam provas na literatura e na vida, mas isto aqui, no fundo, a bem dizer, não era ódio, e de velho nada, pois que vale o roubo de um automóvel ao lado do morto que o tinha roubado, e menos ainda no mísero estado em que se encontra, que não são precisos olhos para saber que esta cara não tem nariz nem boca. Não puderam cavar mais fundo que três palmos. Fosse o morto gordo e ter-lhe-ia ficado de fora a barriga, mas o ladrão era magro, um autêntico pau-de-virar-tripas, pior depois do jejum destes dias, a cova bastaria para dois como ele. Não houve orações. Podia-se pôr-lhe uma cruz, lembrou ainda a rapariga dos óculos escuros, foi o remorso que a fez falar, mas ninguém ali tinha notícia do que o falecido pensara em vida dessas histórias de Deus e da religião, o melhor era calar, se é que outro procedimento tem justificação perante a morte, além disso, leve-se em consideração que fazer uma cruz é muito menos fácil do que parece, sem falar do tempo que ela se iria aguentar, como todos estes cegos que não vêem onde põem os pés. Voltaram à camarata. Nos sítios mais frequentados, desde que não seja em campo aberto, como a cerca, a gente já não se perde, com um braço esticado à frente e uns dedos a mover-se como antenas de insectos chega-se a toda a parte, é mesmo provável que nos cegos mais dotados não tarde a desenvolver-se aquilo a que chamamos visão frontal. A mulher do médico, por exemplo, é extraordinário como ela consegue movimentar-se e orientar-se por este verdadeiro quebra-cabeças de salas, desvãos e corredores, como sabe virar uma esquina no ponto exacto, como pára diante de uma porta e a abre sem hesitação, como não precisa ir contando as camas até chegar à sua. Agora está sentada na cama do marido, conversa com ele, baixinho como de costume, vê-se que são pessoas de educação, e têm sempre alguma coisa para dizer um ao outro, não são o mesmo que o outro casal, o primeiro cego e a mulher, depois daquelas comovedoras efusões do reencontro quase não têm falado, é que, neles, provavelmente, tem podido mais a tristeza de agora do que o amor de antes, com o tempo hão-de habituar- se. Quem não se cansa a repetir que tem fome é o rapazito estrábico, apesar de a rapariga dos óculos escuros, praticamente, ter tirado a comida à sua boca para a dar a ele. Há muitas horas que o mocinho não pergunta pela mãe, mas decerto voltará a sentir-lhe a falta depois de ter comido, quando o corpo se encontrar liberto das brutidões egoístas que resultam da simples, porém imperiosa, necessidade de manter-se. Fosse por causa do que acontecera de madrugada, fosse por motivos alheios à nossa vontade, a verdade é que não tinham chegado a ser trazidas as caixas com a refeição da manhã. Agora está-se a aproximar a hora do almoço, é quase uma hora no relógio que a mulher do médico disfarçadamente acaba de consultar, não deverá portanto estranhar-se que a impaciência dos sucos gástricos tenha decidido uns quantos cegos, tanto desta ala como da outra, a irem esperar no átrio a chegada da comida, e isto por duas excelentes razões, a pública, de uns, porque desta maneira se ganharia tempo, a reservada, de outros, porque é sabido que quem chega primeiro melhor se serve. Ao todo, não serão menos de dez os cegos atentos ao ruído que o portão exterior fará ao ser aberto, aos passos dos soldados que hão-de trazer as abençoadas caixas. Por sua vez, temerosos de uma súbita cegueira que pudesse resultar da proximidade imediata dos cegos que esperavam no átrio, os contagiados da ala esquerda não se atreveram a sair, mas alguns deles estão a espreitar pela frincha da porta, ansiosos por que chegue a sua vez. O tempo foi passando. Cnasados de esperar, alguns cegos tinham-se sentado no chão, mais tarde dois ou três regressaram às camaratas. Foi pouco depois que se ouviu o ranger inconfundível do portão. Excitados, os cegos, atropelando-se uns aos outros, começaram a mover-se para onde, pelos sons de fora, calculavam que estava a porta, mas, de súbito, tomados por uma vaga inquietação que não iriam ter tempo de definir e explicar, pararam e logo confusamente retrocederam, enquanto começavam já a perceber-se distintamente os passos dos soldados que traziam a comida e da escolta armada que os acompanhava.
Saramago, José, Ensaio sobre a Cegueira
Romance - Caminho, O Campo da Palabra
Lisboa 1995, pp. 83-88
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Até hoje (memórias de cão)
Álamo Oliveira
A manhã vai rósea, os verdes negros, o cacimbo baixo, e já todos se levantaram, deslizam pelo quartel, as mãos nos bolsos, cabeças derrubadas, olhos sem direcção. Os pássaros não estão barulhentos, quietos nas seringueiras e nas mangueiras, sem fome, uma preguiça nas asas que os retém. Chega ao quartel um ruído de pilão que não destrói o silêncio, antes o acentua com aquele ritmo lento de dobre a finados. Há um luto no coração, muito negro, muito pesado, uma dor que se quedou, contida, muito viva, que arde. O cadáver do Zé Domingos lá está na pequena capela e ali ficará por quase quarenta e oito horas, à sorte do abandono nacional. Fora embrulhado num lençol que logo manchou de sangue e ali ficou, pesadelo permanente, aflição de vómito, a todos queriam fugir. Amavam-no sem reticências. Lembravam a sua alegria ambulante, as suas anedotas frescas, contadas em barítono perfeito, preenchidas de pormenores imaginosos e hilariantes. E era amigo, amigo a tempo inteiro, daqueles que só a guerra e a miséria, fêmeas do mal, sabem gerar.
Em breve sentir-se-á o entardecer, e os homens ficarão nervosos. O próprio capitão deambula entre a capela e o abrigo onde funciona o centro de transmissões. Olham para o céu, não para rezar ou pedir um anjo, mas sim o helicóptero que trará outro caixão de chumbo para o Zé Domingos. Sabiam que o tinham perdido para sempre e era-lhes doloroso tê-lo ali a inchar, já em decomposição e enjoando por culpa do primeiro caixão que viera de Bissau. Era pequeno. Ainda tentaram quebrar-lhe as pernas para que coubesse, mas o Zé Domingos, apesar do seu cheiro a podre, protestou ainda uma última vez. Era um morto demasiadamente grande para caber na bitola feretrária do país, o país que o empurrara para a guerra e a quem cabia agora o direito de ter, pelo menos, um caixão talhado à sua medida. Mas chegou a noite e engoliu Binta com a sua enorme boca. O helicóptero já não vem. O silêncio, se possível, é agora maior. Apesar de juntos, cada um está sozinho, remetidos ao avesso, sem palavras, ruminando a solidão. "Mãe, não quero morrer aqui!", João com o aerograma sobre o tampo irregular do caixote da roupa, a vontade toda de fugir, de mentir, desfeita a última ilusão, o valor da pátria, a razão da guerra. O cadáver do Zé Domingos era a acusação suprema. Soldado morto não é herói. É apenas impecilho que se tenta enfardar depressa no primeiro caixão vazio que aparece. Fosse ele o morto e também o forçariam a caber na medida nacional de caixão. Antes morrer na ilha, de velhice ou de malzinho precoce, com direitos sagrados, o pranto dos parentes e dos amigos, morrendo talvez numa tarde de vento, outubro de nuvens negras, enroscadas, metido em caixão de pinho, pregado a número cinco, os pregos, e forrado de sarja preta com cruz branca de pano de lençol. E antes de fazerem o caixão, tirar-lhe-iam a medida para que fosse ali, muito certinho, sem sobrar nem faltar. Alguém poderia colocar uma flor, um toque de festa, uma certa alegria na viagem. Morreria por si. Só por si. E não morreria nunca como o Zé Domingos, esventrado por granada de morteiro, granada que nem trazia destino certo e que o apanhou sobre o cais enquanto gritava ao gajeiro que lhe trouxesse um mulher acesa. E ela veio atenuar o seu delírio. Só que não veio acesa e chamava-se morte.
"Mãe, não quero morrer aqui! Não quero morrer aqui! Não quero que te vão levar um telegrama untado de luto e te digam, com a tristeza falsa que qualquer sargento mal sabe disfarçar, que morri dignamente em combate, salvando a honra da pátria. Se te disserem, mãe, que fui um herói na acredites. Chora-me, mas não acredites. Porque se eu morrer aqui, foi sem querer. E hei-de ter muita pena." O aerograma estava, assim cheio de morte, daquela que se não quer porque se adora viver. João ficou quase toda a manhã na cama, morno, lasso, fastidioso. Não foi ver se o novo caixão que o helicóptero trouxe era ou não era do tamanho do Zé Domingos. Desviou-se desse momento para não dizer adeus, para não chorar. Deambulou pela margem do Cacheu, deixando que as horas derrubassem o sol, afogando-o tristemente por detrás da mata do Ohio, enquanto o Mamadu puxava para terra a sua canoa de pescar. "Manga de peixe, Mamadu?!" "Pouco nada, nosso sôrdado!", a resignação na voz, o perdão do tempo perdido, da avareza do rio. João espia o fundo da canoa, meia dúzia de peixes verdes, magricelas e de mau gosto, Mamadu despeitado, um dia inteiro de trabalho, o Cacheu cioso de seus peixes. Na sua ilha, os barcos atracavam no porto de S. Mateus gemendo e afundando de peixe, chicharros a saltar em alegre agonia. Eram pescadores danados de engenho e arte, num mar generoso de riqueza vária. Chegavam de madrugada, subiam o varadouro à força de braços, braços calcinados de sal e aguardente, fortes que nem tenazes. Peixe a monte. Os nabiças à vez, enchendo cestos e carroças e ala pela ilha fora, apregoando a fartura do mar, conduto dos mais pobres. "O Cacheu não é o Atlântico...", ri-se da sua própria ingenuidade, os pés sujos de lodo cinzento, peganhosos, um duche por fim. Na cama do seu abrigo, acosta-se à violência do seu estar na guerra, um peso na alma, o desafio sinistro do rodar sonolento dos ponteiros do relógio. A si mesmo pergunta "Porquê?" E não sabia. Retoma o aerograma que escrevera de manhã. Relê-o e rasga-o de seguida. Não discutiu consigo. A decisão foi mais o gesto, a vontade de destruir alguma coisa. Toma outro aerograma e mentirosamente escreve: "Saudosos pais e irmãos, permita Deus que ao receberm estas breves palavras se encontrem a gozar uma boa e feliz saúde. A minha vai bem, graças a Deus," o começo igual, de leitura desnecessária, uma forma de arrancar, de encher papel. Depois, puxando por um humor demoníaco que lhe aziava no estômago, diz que tem pouco para contar, que as novidades são poucas. Falará de Binta numa réstea de mentiras pegadas. Não tem de África o fascínio, pelo menos, não o sente. Bissau e Binta eram para esquecer. Poderia dizer nomes exóticos. Falar de gazelas e de cobras, tarântulas e camaleões, hipopótamos, leopardos e macacos. Impressionar de cores vivas com papagaios, íbis e pelicanos. Sugerir riquezas de mogno, pau- ferro e coqueiros. Encher a boca de sumos com caju, manga e papaia. Arrepiar cabelos com descrições de ritos estranhos, de máscaras ancestrais, tatuagens de significados obscuros, mistérios de deuses desconhecidos imprecados na paixão viril de batuques indecifráveis. Mas a pobreza das gentes era uma verdade maior, pobreza de pão visível, palpável. E lá foi escrevendo que Binta não era bem um quartel de mato, entalado no cerco alto do arame farpado, com velhos barracões de mancarra, outrora sinónimo de comércio, hoje com utilidades várias e sempre profundamente vazios. Vinham batelões rio acima, sem perigos de morteiro, carregar colheitas de amendoim, que dariam óleo nos alambiques de Bissau. Não fossem as árvores e Binta seria agora um deserto. Mas João fala de cidade bonita. Só faltam algumas montras de comércio para se ver de passeio, as ruas largas, ruído provinciano. O Cacheu tem a largura do canal entre a Terceira e S. Jorge. "Isto é só para fazerem uma ideia da sua grandeza!", os barcos a passear turistas, as mulheres de capulanas garridas, sentadas na margem do rio, gozando a sombra das palmeiras, suas bugigangas, pechisbeques de missanga e vidrilhos à venda com um sorriso de dentes brancos, e os artesãos de pau-preto com seus ídolos e duendes, amuletos eternos de bizarria e ainda as esteiras, os cestos de colmo, ao lado as estranhas e primitivas armas de guerra, catanas, lanças e machados de formato esquisito, lavrados de desenhos bíblicos quando da Bíblia nada sabem. "Manga de ronco, nosso sôrdado!...," isto não é Binta, é tão só uma ideia vaga do mercado de Bissau, uma tarde de passeio, a entrada curiosa, o cheiro acre das frutas a apodrecer ao sol. "Os pássaros são muito felizes nesta terra, têm muitas árvores para fazerem os linheiros. Quando as luzes acendem, reflectem o brilho nas águas cristalinas..." Riscou cristalinas e escreveu à frente brancas não fossem julgar que se armava em prosa. E não pensou mais nas águas lodosas do rio, o lodo das margens, a terra vermelha como que pintada de sangue, a sua esterilidade, o seu ventre oco. "Temos cafés para conversar e distrair um bocado" e nunca usavam o bar da cantina militar, onde se bebia a angústia a litro por uma garrafa de cerveja, o chão cuspido, os mosquitos a monte, as baratas gordas de bolachas, um bafio a lúpulo e álcool. "A guerra?! Que é isso?! Isto é uma zona de paz sem guerra possível. Acreditem nos comunicados oficiais que dizem que a situação na Guiné está praticamente normalizada. Mais dois ou três tiros disparados para o ar., os turras acagaçam-se e isto fica o paraíso...", ignore-se a mata do Ohio à sua frente, os ataques sucessivos na fronteira sul, o desassossego premente na érea de Nova Lamego. "Os que morrem aqui é quase sempre por desastre e por tolice...", tal e qual como o Zé Domingos que tivera o azar de ser apanhado por aquela granada de morteiro, que ninguém soube donde veio nem quem a mandou, só porque desafiou o destino dos deuses, ao grito incontido de arriba, arriba, gajeiro!, vê se avistas uma mulher acesa. "Não se aflijam por minha causa. Estou bem. Somos todos bem tratados e bem alimentados...", as salsichas tóbom a boiarem na terrina, a papa do arroz mal cozido, o almoço de há pouco. Todos os dias se sentavam à mesa com a pontualidade da fome, a mesma mistela dentro da terrina, dia- a-dia, duas vezes, há quase nove meses. "Estou muito mais gordo...", olhando os ossos do peito, mais a verdade da balança da enfermaria. Dos sessenta e oito quilos que levara para a Guiné restavam-lhe cinquenta e sete. Mandou visitas, saudades, cumprindo a praxe final da escrita epistolar. Assinou e fechou o aerograma. E viu como eram lindas as suas mentiras verdadeiras. "Nem tudo o que é oiro brilha!," cicia sibilino, na alma a inundação da paz muito podre, o mesmo sabor inexplicável do beijo de Fernando pousado na testa na sua primeira noite de guerra.
Chove e é julho, vê-se pelo calendário que tem os dias riscados um a um, a paciência posta ao serviço do tempo que se desgasta morosamente, xisto na praia, lima que lima, mais liso e redondo, mas ainda xisto e não areia, 1968, em Binta, algures no norte da Guiné, na margem do Cacheu, ponto achado na quadrícula da guerra, mandingas e balantas, a cabeça de palha. João sai do abrigo. A chuva é quente. O cacimbo vem ainda antes da noite. Sobre o abrigo, o Mastigas está sentado, as pernas cruzadas, um buda, balanta voltado para Meca, "Alá nos cubra com a sua benção...!" O Mastigas estava voltado para a mata do Ohio, os olhos vagos, perdidos no longe, pequenino e curvado, velho pirata lírico a rezar recordações. O corpo oscila, adiante e atrás, pêndulo de relógio sem horas para dizer. Indiferente à chuva, lá fica naquele movimento todo triste, as roupas coladas de agúe e não está bêbado - sente-se. João procura palavras, uma palavra, talvez mesmo um gesto, um simples ruído, para transmitir ao Mastigas. "Vai-te embora, João. Segue o teu caminho...", é o Mastigas que fala, ordena, assim se depreende da voz. Não interrompeu o balanço, não desfitou os olhos, não pronunciou um gesto. Apenas, "Vai-te embora, João...", o problema é dele, ninguém tem nada com isso e na guerra há um respeito real por todas as solidões. "Fernando, o Mastigas está em cima do abrigo...", etc., toda a gente o sabe. Desde que o Zé Domingos morreu está para ali enrodilhado, nas horas que lhe sobram. Não chora, não grita, não fala. Fez-se pêndulo de silêncio, adorador dos grandes vazios. É que eles amavam-se. Discretamente.
Oliveira, Álamo, Até hoje (memórias de cão)
Signo, Angra do Heroismo 1988, pp. 98-104
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Mandarim
Eça de Queirós
Eu chamo-me Teodoro - e fui amanuense do Ministério do Reino.
Nesse tempo vivia eu à Travessa da Conceicão, n.o 106, na casa de hóspedes da D. Augusta, a esplêndida D. Augusta, viúva do major Marques. Tinha dois companheiros: o Cabrita, empregado na Administracão do Bairro Central, esguio e amarelo como uma tocha de enterro; e o possante, o exuberante tenente couceiro, grande tocador de viola francesa.
A minha existência era bem equilibrada e suave. Toda a semana, de mangas de lustrina à carteira da minha reparticão, ia lançando, numa formosa letra cursiva, sobre o papel Tojal do Estado, estas frases fáceis: "Il.mo Sr. - Tenho a honra de comunicar a V. Ex.a... Tenho a honra de passar às mãos de V. Ex.a, Il.mo e Ex.mo Sr. ..."
Aos domingos repousava: instalava-me então no canapé da sala de jantar, de cachimbo nos dentes, e admirava a D. Augusta, que, em dias de missa, costumava limpar com clara de ovo a caspa do tenente Couceiro. Esta hora, sobretudo no Verão, era deliciosa: pelas janelas meio cerradas penetrava o bafo da soalheira, algum repique distante dos sinos da Conceicão Nova e o arrulhar das rolas na varanda; a monótona sussuracão das moscas balançava-se sobre a velha cambraia, antigo véu nupcial da Madame Marques, que cobria agora no aparador os pratos de cerejas bicais; pouco a pouco o tenente, envolvido num lençol como ídolo no seu manto, ia adormecendo, sob a friccão mole das carinhosas mãos da D. Augusta; e ela, arrebitando o dedo mínimo, branquinho e papudo, sulcava-lhe as repas lustrosas com o pentezinho dos bichos... Eu então, enternecido, dizia à deleitosa senhora:
- Ai, D. Augusta, que anjo que é!
Ela ria; chamava-me enguiço! Eu sorria, sem me escandalizar. "Enguiço" era com efeito o nome que me davam na casa - por eu ser magro, entrar sempre as portas com o pé direito, tremer de ratos, ter à cabeceira da cama uma litografia de Nossa Senhora das Dores que pertencera à mamã e corcovar. Infelizmente corcovo - do muito que verguei o espinhaço na Universidade, recuando como uma pega assustada diante dos senhores lentes; na reparticão, dobrando a fronte ão pó perante os meus directores-gerais. Esta atitude, de resto, convém ão bacharel; ela mantém a disciplina num Estado bem organizado; e a mim garantia-me a tranquilidade dos domingos, o uso de alguma roupa branca e vinte mil réis mensais.
Não posso negar, porém, que nesse tempo eu era ambicioso - como o reconheciam sagazmente a Madame Marques e o lépido Couceiro. Não que me revolvesse o peito o apetite heróico de dirigir, do alto de um trono, vastos rebanhos humanos; não que a minha louca alma jamais aspirasse a rodar pela Baixa em trem da Companhia, seguida de um correio choutando; - mas pungia-me o desejo de poder jantar no Hotel Central com champanhe, apertar a mão mimosa de viscondessas e, pelo menos duas vezes por semana, adormecer, num êxtase mudo, sobre o seio fresco de Vénus. Oh! moços que vos dirigíeis vivamente a S. Carlos, atabafados em paletós caros onde alvejava a gravata de soirée! Oh! tipóias, apinhadas de andaluzas, batendo galhardamente para os touros - quantas vezes me fizeste suspirar! Porque a certeza de que os meus vinte mil réis por mês e o meu jeito encolhido de enguiço me excluíam para sempre dessas alegrias sociais vinha-me então ferir o peito - como uma frecha que se crava num tronco e fica muito tempo vibrando!
Ainda assim, eu não me considerava sombriamente um "pária". A vida humilde tem doçuras: é grato, numa manhã de sol alegre, com o guardanapo ão pescoço, diante do bife de grelha, desdobrar o Diário de Notícias; pelas tardes de Verão, nos bancos gratuitos do Passeio, gozam-se suavidades de idílio; é saboroso à noite no Martinho, sorvendo ãos goles um café, ouvir os verbosos injuirar a Pátria... Depois, nunca fui excessivamente infeliz - porque não tenho imaginacão: não me consumia, rondando e almejando em torno de paraísos fictícios, nascidos da minha própria alma desejosa como nuvens da evaporacão de um lago; não suspirava, olhando as lúcidas estrelas, por um amor à Romeu ou por uma glória social à Camors. Sou um positivo. Só aspirava ão racional, ão tangível, ão que já fora alcançado por outros no meu bairro, ão que é acessível ão bacharel. E ia-me resignando, como quem a uma table d'hôte mastiga a bucha de pão seco à espera que lhe chegue o prato rico da charlotte russe. As felicidades haviam de vir: e para as apressar eu fazia tudo o que devia como português e como constitucional: - pedia-as todas as noites a Nossa Senhora das Dores e comprava décimos da lotaria.
No entanto procurava distrair-me. E como as circunvoluçoes do meu cérebro me não habilitavam a compor odes, à maneira de tantos outros ão meu lado que se desforravam assim do tédio da profissão; como o meu ordenado, paga a casa e o tabaco, me não permitia um vício - tinha tomado o hábito discreto de comprar na Feira da Ladra antigos volumes desirmanados, e à noite, no meu quarto, repastava-me dessas leituras curiosas. Eram sempre obras de títulos ponderosos: Galera da Inocência, Espelho Milagroso, Tristeza dos Mal-Deserdados... O tipo venerando, o papel amarelado com picadas de traça, a grave encadernacão freirática, a fitinha verde marcando a página - encantavam-me! Depois, aqueles dizeres ingénuos em letra gorda davam uma pacificacão a todo o meu ser, sensacão comparável à paz penetrante de uma velha cerca de mosteiro, na quebrada de um vale, por um fim suave de tarde, ouvindo o correr da água triste...
Uma noite, há anos, eu começara a ler, num desses in-fólios vetustos, um capítulo intitulado "Brecha das almas"; e ia caindo numa sonolência grata, quando este período singular se me destacou do tom neutro e apagado da página, com o relevo de uma medalha de ouro nova brilhando sobre um tapete escuro: copio textualmente:
"No fundo da China existe um mandarim mais rico que todos os reis de que a fábula ou a história contam. Dele nada conheces, nem o nome, nem o semblante, nem a seda de que se veste. Para que tu herdes os seus cabedais infindáveis, basta que toques essa campainha, posta a teu lado, sobre um livro. Ele soltará apenas um suspiro, nesses confins da Mongólia. Será então um cadáver: e tu verás a teus pés mais ouro do que pode sonhar a ambicão de um avaro. Tu, que me lês e és um homem mortal, tocarás tu a campainha?"
Estaquei, assombrado, diante da página aberta: aquela interrogacão "homem mortal, tocarás tu a campainha?" parecia-me faceta, picaresca, e todavia perturbava-me prodigiosamente. Quis ler mais; mas as linhas fugiam, ondeando como cobras assustadas, e no vazio que deixavam, de uma lividez de pergaminho, lá ficava, rebrilhando em negro, a interpelacão estranha - "tocarás tu a campainha?"
Queirós, Eça de, O Mandarim
Texto integral com nota introdutória
Livros de Bolso Europa-América, 222,
Publicaçoes Europa-América, Mem-Martins s.a.,
pp. 25-28
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
A Cidade e as Serras
Eça de Queirós
- Bela mulher... Mas ancas secas, e aposto que não tem nádegas!
No entanto o moço de loura penugem voltara à sua estranha mágoa. Não possuirmos um general com a sua espada, e um bispo com seu báculo...
- Para quê, meu caro senhor?
Ele atirou um gesto suave em que todos os seus anéis faiscaram:
- Para uma bomba de dinamite... Temos aqui um esplêndido ramalhete de flores de civilizacão, com um Grão-Duque no meio. Imagine uma bomba de dinamite, atirada da porta!... Que belo fim de ceia, num fim de século!
E como eu o considerava assombrado, ele, bebendo golos de Chateau-Yquem, declarou que hoje a única emocão, verdadeiramente fina, seria aniquilar a Civilizacão. Nem a ciência, nem as artes, nem o dinheiro, nem o amor, podiam já dar um gosto intenso e real às nossas almas saciadas. Todo o prazer que se extraíra de "criar", estava esgotado. Só restava, agora, o divino prazer de "destruir".
Desenrolou ainda outras enormidades, com um riso claro nos olhos claros. Mas eu não atendia o gentil pedante, colhido por outro cuidado - reparando que em torno, subitamente, todo o serviço estacara como no conto do Palácio Petrificado. E o prato agora devido era o peixe famoso da Dalmácia, o peixe de Sua Alteza, o peixe inspirador da festa" Jacinto, nervoso, esmagava entre os dedos uma flor. E todos os escudeiros sumidos!
Felizmente o Grão-Duque contava a história de uma caçada, nas coutadas de Sarvan, em que uma senhora, mulher de um banqueiro, saltara bruscamente do cavalo, num descampado, sem árvores. Ele e todos os caçadores pararam - e a galante senhora, lívida, com a amazona arregaçada, corre para trás de uma pedra... Mas nunca soubemos em que se ocupava a banqueira, nesse descampado, agachada atrás da pedra - porque justamente o mordomo apareceu, reluzente de suor, e balbucio uma confidência a Jacinto, que mordeu o beiço, trespassado. O Grão-Duque emudecera. Todos se entreolhavam, numa ansiedade alegre. Então o meu Príncipe, com paciência, com heroicidade, forçando palidamente o sorriso:
- Meus amigos, há uma desgraça...
Dornan pulou na cadeira: - Fogo?
Não, não era fogo. Fora o elevador dos pratos que inesperadamente, ao subir o peixe de Sua Alteza, se desarranjara, e não se movia, encalhado!
O Grão-Duque arremessou o guardanapo. Toda a sua polidez estalava como um esmalte mal posto:
- Essa é forte!... Pois um peixe que me deu tanto trabalho! Para que estamos nós aqui então a cear? Que estupidez! E porque o não trouxeram à mão, simplesmente? Encalhado... Quero ver! Onde é a copa?
E, furiosamente, investiu para a copa, conduzido pelo mordomo que tropeçava, vergava os ombros, ante esta esmagadora cólera de Príncipe. Jacinto seguiu, como uma sombra, levado na rajada de Sua Alteza. E eu não me contive, também me atirei para a copa, a contemplar o desastre, enquanto Dornan, batendo na coxa, clamava que se ceasse sem peixe!
O Grão-Duque lá estava, debruçado sobre o poço escuro do elevador, onde mergulhara uma vela que lhe avermelhava mais a face esbraseada. Espreitei, por sobre o seu ombro real. Em baixo, na treva, sobre uma larga prancha, o peixe precioso alvejava, deitado na travessa, ainda fumegando, entre rodelas de limão. Jacinto, branco como como a gravata, torturava desesperadamente a mola complicada do ascensor. Depois foi o Grão-Duque que, com os pulsos cabeludos, atirou um empuxão tremendo aos cabos em que ele rolava. Debalde! O aparelho enrijara numa inércia de bronze eterno.
Sedas roçagaram à entrada da copa. Era Madame de Oriol, e atrás Madame Verghane, com os olhos a faiscar, na curiosidade daquele lance em que o Príncipe soltara tanta paixão. Marizaç nosso íntimo, surgiu também, risonho, propondo uma descida ao poço com escadas. Depois foi o Psicólogo, que se abeirou, psicologou, atribuindo intenções sagazes ao peixe que assim se recusava. E a cada um o Grão-Duque, escarlate, mostrava com dedo trágico, no fundo da cova, o seu peixe! Todos afundavam a face, murmuravam: "la está"! Todelle, na sua precipitacão, quase se despenhou. O periquito descendente de Coligny batia as asas, ganindo: - "Que cheiro ele deita, que delícia!" Na copa atulhada os decotes das senhoras roçavam a farda dos lacaios. O velho caiado de pó-de-arroz meteu o pé num balde de gelo, com um verro ferino. E o Historiador dos Duques de Anju movia por cima de todos o seu nariz bicudo e triste.
De repente, Todelle teve uma ideia:
- É muito simples... É pescar o peixe!
O Grão-Duque bateu na coxa uma palmada triunfal. Está claro! Pescar o peixe! E no gozo daquela facécia, tão rara e tão nova, toda a sua cólera se sumira, de novo se tornara o Príncipe amável, de magnífica polidez, desejando que as senhoras se sentassem para assistir à pesca miraculosa! Ele mesmo seria o pescador! Nem se necessitava, para a divertida façanha, mais que uma bengala, uma guita e um gancho. Imediatamente Madame de Oriol, excitada, ofereceu um dos seus ganchos. Apinhados em volta dela, sentindo o seu perfume, o calor da sua pele, todos exaltámos a amorável dedicacão. E o Psicólogo proclamou que nunca se pescara com tão divino anzol!
Quando dois escudeiros estonteados voltaram, trazendo uma bengala e um cordel, já o Grão-Duque, radiante, vergara o gancho em anzol. Jacinto, com uma paciência lívida, erguia uma lâmpada sobre a escuridão do poço fundo. E os senhores mais graves, o Historiador, o director do Boulevard, o Conde de Trèves, o homem de cabeça à Van-Dyck, sorriam, amontoados à porta, num interesse reverente pela fantasia de Sua Alteza. Madame de Trèves, essa, examinava serenamente, com a sua nobre luneta, a instalação da copa. Só Dornan não se erguera da mesa, com os punhos cerrados sobre a toalha, o gordo pescoço encovado, no tédio sombrio de fera a quem arrancaram a posta.
No entanto Sua Alteza pescava com fervor! Mas debalde! O gancho, pouco agudo, sem presa, bamboleando na extremidade da guita frouxa, não fisgava.
- Oh, Jacinto, erga essa luz! - gritava ele, inchado e suado. - Mais!... Agora! Agora! É na guelra! Só na guelra é que o gancho o pode prender. Agora... Qual! Que diabo! Não vai!
Tirou a face do poço, refolegando e afrontado. Não era possível! Só carpinteiros, com alavancas!... E todos, ansiosamente, bradámos que se abandonasse o peixe!
O Príncipe, risonho, sacudindo as mãos, concordava que por fim "fora mais divertido pescá-lo do que comê-lo!" E o elegante bando refluiu sofregamente para a mesa, ao som de uma valsa de Strauss, que os tziganes arremessaram em arcadas de lânguido ardor. Só Madame de Trèves se demorou ainda, retendo o meu pobre Jacinto, para lhe assegurar quanto admirava o arranjo da sua copa... Oh perfeita! Que compreensão da vida, que fina inteligência do conforto!
Sua Alteza, encalmado pelo esforço, esvaziou poderosamente dois copos de Chateau-Lagrange. Todos o aclamavam como um pescador genial. E os escudeiros serviram o Barão de Pauillaç cordeiro das lezírias marinhas, que, preparado com ritos quase sagrados, toma este grande nome sonoro e entra no Nobiliário de França.
Eu comi com o apetite de um herói de Homero. Sobre o meu copo e o de Dornan o champanhe cintilou e jorrou ininterrompidamente como uma fonte de Inverno. Quando se serviram ortolans gelados, que se derretiam na boca, o divino poeta murmurou, para meu regalo, o seu soneto sublime a "Santa Clara". E como, do outro lado, o moço de penugem loura insistia pela destruicão do velho mundo, também concordei, e, sorvendo champanhe coalhado em sorvete, maldissemos o Século, a Civilizacão, todos os orgulhos da Ciência! Através das flores e das luzes, no entanto, eu seguia as ondas arfantes do vasto peito de Madame Verghane, que ria como uma bacante. E nem me apiedava de Jacinto que, com a doçura de S. Jacinto sobre o cepo, esperava o fim do seu martírio e da sua festa.
Ela findou. Ainda me recordo, às três horas da noite, o Grão-Duque na antecâmara, muito vermelho, mal firme nos pés pequeninos, sem acertar com as mangas da peliça que Jacinto e eu lhe ajudámos a enfiar - convidando o meu amigo, numa efusão carinhosa, a ir caçar às suas terras da Dalmácia...
- Devo ao meu Jacinto uma bela pesca, quero que ele me deva uma bela caçada!
E enquanto o acompanhávamos, entre as alas dos escudeiros, pela vasta escada onde o mordomo o precedia erguendo um candelabro de três lumes, Sua Alteza repisava, pegajoso:
- Uma bela caçada... E também vai Fernandes! Bom Fernandes, Zé Fernandes! Ceia superior, meu Jacinto! O Barão de Pauillaç divino... Creio que o devemos nomear Duque... O Senhor Duque de Pauillac! Mais um bocado da perna do Senhor Duque de Pauillac. Ah! Ah!... Não venham fora! Não se constipem!
E do fundo do coupé, ao rodar, ainda bradou:
- O Peixe, Jacinto, desencalha o peixe! Excelente, ao almoço, frio, com um molho verde!
Trepando cansadamente os degraus, numa moleza de champanhe e sono em que os olhos se me cerravam, murmurei para o meu Príncipe:
- Foi divertido, Jacinto! Sumptuosa mulher, a Verghane! Grande pena, o elevador...
E Jacinto, num som cavo que era bocejo e rugido:
- Uma maçada! E tudo falha!
Queirós, Eça de, As Cidades e as Serras
Introducão por Carlos Reis
Biblioteca Ulisseia de Autores Portugueses
Ulisseia, Lisboa, s.a., pp. 83-87
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
A Cidade e as Serras
Eça de Queirós
Numa dessas activas semanas, porém, a minha atenção subitamente se despegou deste interessante Jacinto. Hóspede do 202, conservava no 202 a minha mala e a minha roupa; e, acostado à bandeira do meu Príncipe, ainda ocasionalmente comia do seu caldeirão sumptuoso. Mas a minha alma, a minha embrutecida alma, e o meu corpo, o meu embrutecido corpo, habitavam então na Rua do Hélder, nº 16, quarto andar, porta à esquerda.
Descia eu uma tarde, numa leda paz de ideias e sensações, o Boulevard da Madalena, quando avistei, diante da Estação dos Ónibus, rondando no asfalto, num passo lento e felino, uma criatura seca, muito morena, quase tisnada, com dois fundos olhos taciturnos e tristes, e uma mata de cabelos amarelados, toda crespa e rebelde, sob o chapéu velho de plumas negras. Parei, como colhido por um repuxão nas entranhas. A criatura passou - no seu magro rondar de gata negra, sobre um beiral de telhado, ao luar de Janeiro. Dois poços fundos não luzem mais negro e taciturnamente do que luziam os seus olhos taciturnos e negros. Não recordo (Deus louvado!) como rocei o seu vestido de seda, lustroso e ensebado nas pregas; nem como lhe rosnei uma súplica por entre os dentes que rangiam; nem como subimos ambos, morosamente e mais silenciosos que condenados, para um gabinete do Café Durand, safado e morno. Diante do espelho, a criatura, com a lentidão de um rito triste, tirou o chapéu e a romeira salpicada de vidrilhos. A seda puída do corpete esgarçava nos cotovelos agudos. E os seus cabelos eram imensos, de uma dureza e espessura de juba brava, em dois tons amarelos, uns mais dourados, outros mais crestados, como a côdea de uma torta ao sair quente do forno.
Com um riso trémulo, agarrei os seus dedos compridos e frios:
- E o nomezinho, hem?
Ela séria, quase grave:
- Madame Colombe, 16, Rua do Hélder, quarto andar, porta à esquerda.
E eu (miserável Zé Fernandes!) também me senti muito sério, trespassado por uma emoção grave, como se nos envolvesse, naquela alcova do Café, a majestade de um Sacramento. À porta, empurrada levemente, o criado avançou a face nédia. Ordenei uma lagosta, pato com pimentões, e Borgonha. E foi somente ao findarmos o pato que me ergui, amarfanhando convulsivamente o guardanapo, e a tremer lhe beijei a boca, todo a tremer, num beijo profundo e terrível, em que deixei a alma, entre saliva e gosto de pimentão! Depois, numa tipóia aberta, sob um bafo mole de leste e de trovoada, subimos a Avenida dos Campos Elísios. Em frente à grade do 202 mumurei, para a deslumbrar com o meu luxo: - "Moro ali, todo o ano!..." E como ao mirar o Palacete, debruçada, ela roçara a mata fulva do pêlo crespo pela minha barba - berrei desesperadamente ao cocheiro que galopasse para a Rua do Hélder, nº 16, quarto andar, porta à esquerda!
Amei aquela criatura. Amei aquela criatura com Amor, com todos os Amores que estão no Amor, o Amor divino, o Amor humano, o Amor bestial, como Santo Antonino amava a Virgem, como Romeu amava Julieta, como um bode ama uma cabra. Era estúpida, era triste. Eu deliciosamente apagava a minha alegria na cinza da sua tristeza; e com inefável gosto afundava a minha razão na densidade da sua estupidez. Durante sete furiosas semanas perdi a consciência da minha personalidade de Zé Fernandes - Fernandes de Noronha e Sande, de Guiães! Ora se me afigurava ser um pedaço de cera que se derretia, com horrenda delícia, num forno rubro e rugidor; ora me parecia ser uma faminta fogueria onde flamejava, estalava e se consumia um molho de galhos secos. Desses dias de sublime sordidez só conservo a impressão de uma alcova forrada de cretones sujos, de uma bata de lã cor de lilás com sutaches negros, de vagas garrafas de cerveja no mármore de um lavatório, e de um corpos tisnado que rangia e tinha cabelos no peito. E também me resta a sensação de incessantemente e com arroubado deleite me despojar, arremessar para um regaço, que se cavava entre um ventre sumido e uns joelhos agudos, o meu relógio, os meus berloques, os meus anéis, os meus botões de punho de safira, e as cento e noventa e sete libras que eu trouxera de Guiães numa cinta de camurça. Do sólido, decoroso, bem fornecido Zé Fernandes, só restava uma carcaça errando através de um sonho, com as gâmbias moles e a baba a escorrer.
Depois, uma tarde, trepando com a costumada gula a escada da Rua do Hélder, encontrei a porta fechada - e arrancado da ombreira aquele cartão de Madame Colombe que eu lia sempre tão devotamente e que era a sua tabuleta... Tudo no meu ser tremeu como se o chão de Paris tremesse! Aquela era a porta do mundo que ante mim se fechara! Para além estavam as gentes, as cidades, a vida, Deus e Ela. E eu ficara sozinho, naquele patamar do Não-ser, fora da porta que se fechara, único ser fora do mundo! Rolei pelos degraus, com o fragor e a incoerência de uma pedra, até ao cubículo da porteira e do seu homem que jogavam as cartas em ditosa pachorra, como se tão pavoroso abalo não tivesse desmantelado o Universo!
- Madame Colombe?
A barbuda comadre recolheu lentamente a vaza:
- Já não mora... Abalou esta manhã, para outra terra, com outra porca!
Para outra terra! com outra porca!... Vazio, negramente vazio de todo o pensar, de todo o sentir, de todo o querer - boiei aos tombos, como um tonel vazio, na corrente açodada do Boulevard, até que encalhei num banco da Praça da Madalena, onte tapei com as mãos, a que não sentia a febre, os olhos a que não sentia o pranto! Tarde, muito tarde, quando já se cerravam com estrondo as cortinas de ferro das lojas, surdiu, de entre todas estas confusas ruínas do meu ser, a eterna sobrevivente de todas as ruínas - ideia de jantar. Penetrei no Durand, com os passos entorpecidos de um ressuscitado. E, numa recordação que me escaldava a alma, encomendei a lagosta, o pato, o Borgonha! Mas ao alargar o colarinho, ensopado pelo ardor daquela tarde de Julho, entre a poeira da Madalena, pensei com desconforot: - "Santíssimio Nome de Deus! Que imensa sede me fez esta desgraça!..." De manso acenei ao moço: - "Antes do Borgonha, uma garrafa de champanhe, com muito gelo, e um grande copo!..." Creio que aquele champanhe se engarrafara no Céu onde corre perenemente a fresca fonte da Consolação, e que na garrafa bendita que me coube penetrara, antes de arrolhada, um jorro largo dessa fonte inefável. Jesus! que transcendente regalo, o daquele nobre copo, embaciado, nevado, a espumar, a picar, num brilho de ouro! E depois, garrafa de Borgonha! E depois, garrafa de conhaque! E depois Hortelã- Pimenta granitada em gelo! E depois, um desejo arquejante de espancar, com o meu rijo marmeleiro de Guiães, a porca que fugira com outra porca! Dentro da tipóia fechada, que me transportou num galope ao 202, não sufoquei este santo impulso, e com os meus punhos serranos atirei murros retumbantes contra as almofadas, onde "via", furiosamente "via" a mata imensa de pêlo amarelo, em que a minha alma uma tarde se perdera, e três meses se debatera, e para sempre se emporcalhara! Quando o fiacre estacou no 202 ainda eu espancava tão desesperadamente a besta ingrata, que, aos berros do cocheiro, dois moços acudiram e me sustiveram, recebendo pelos ombros, sobre as nucas servis, os restos cansados da minha cólera.
Queirós, Eça de, As Cidades e as Serras
Introdução por Carlos Reis,
Biblioteca Ulisseia de Autores Portugueses, Ulisseia, Lisboa, s.a., pp. 92-95
Ricardo Ramos
Chinelos, vaso, descarga. Pia, sabonete. Água. Escova, creme dental, água, espuma, creme de barbear, pincel, espuma. gilete, água, cortina, sabonete, água fria, água quente, toalha. Creme para cabelo, pente. Cueca, camisa, abotoaduras, calça, meias, sapatos, gravata, paletó. Carteira, níqueis, documentos. caneta, chaves, lenço, relógio, maço de cigarros, caixa de fósforos. Jornal. Mesa, cadeiras, xícara e pires, prato, bule, talheres, guardanapo. Quadros. Pasta, carro. Cigarro, fósforo. Mesa e poltrona, cadeira, cinzeiro, papéis, telefone, agenda, copo com lápis, canetas, bloco de notas, espátula, pastas, caixas de entrada. de saída, vaso com plantas, quadros, papéis, cigarro, fósforo. Bandeja, xícara pequena. Cigarro e fósforo. Papéis, telefone, relatórios, cartas, notas, vales, cheques, memorandos, bilhetes, telefone, papéis. Relógio. Mesa, cavalete, cinzeiros, cadeiras. esboços de anúncios, fotos, cigarro, fósforo, blocb de papel, caneta, projetor de filmes, xícara, cartaz, lápis, cigarro, fósforo. quadro-negro, giz, papel. Mictório, pia, água. Táxi. Mesa, toalha, cadeiras, copos, pratos, talheres, garrafa, guardanapo, xícara. Maço de cigarros, caixa de fósforos. Escova de dentes, pasta. água. Mesa e poltrona, papéis, telefone, revista, copo de papel, cigarro, fósforo, telefone interno, externo, papéis, prova de anúncio, caneta e papel, relógio, papel, pasta, cigarro, fósforo, papel e caneta, telefone, caneta e papel, telefone, papéis, folheto, xícara, jornal, cigarro, fósforo, papel e caneta. Carro. Maço de cigarros, caixa de fósforos. Paletó, gravata. Poltrona, copo, revista. Quadros. Mesa, cadeiras, pratos, talheres, copos, guardanapos. Xícaras. Cigarro e fósforo. Poltrona, livro. Cigarro e fósforo. Televisor, poltrona. Cigarro e fósforo. Abotoaduras, camisa, sapatos, mejas. calça, cueca, pijama, chinelos. Vaso, descarga; pia, água, escova, creme dental, espuma, água. Chinelos. Coberta, cama, travesseiro.
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Evangelho segundo Jesus Cristo
José Saramago
Passados meses, numa chuvosa e fria noite de inverno, um anjo entrou em casa de Maria de Nazaré, e foi o mesmo que se não tivesse entrado ninguém, pois a família assim como estava assim se deixou ficar, só Maria deu pela chegada do visitante, que nem teria podido ela dar-se por desentendida, uma vez que o anjo lhe dirigiu directamente a palavra, e foi assim, Deves saber, ó Maria, que o Senhor pôs a sua semente de mistura com a semente de José na madrugada em que concebeste pela primeira vez, e que, por conseguinte e consequência, dela, da do Senhor, e não da do teu marido, ainda que legítimo, é que foi engendrado o teu filho Jesus. Ficou Maria muito assombrada com a notícia, cuja substância, felizmente, não se perdeu na elocução confusa do anjo, e perguntou, Então Jesus é filho de mim e do Senhor, Mulher, que falta de educação, deves ter cuidado com as hierarquias, com as precedências, do Senhor e de mim é que deverias dizer, Do Senhor e de ti, Não, do Senhor e de ti, Não me baralhes a cabeça, responde-me ao que te perguntei, se Jesus é filho, Filho, o que se chama filho, é só do Senhor, tu, para o caso, não passaste de ser uma mãe portadora, Entâo, o Senhor não me escolheu, Qual quê, o Senhor ia só a passar, quem estivesse a olhar tê-lo-ia percebido pela cor do céu, mas reparou que tu e José eram gente robusta e saudável, e então, se ainda te lembras de como estas necessidades se manifestavam, apeteceu-lhe, o resultado foi, nove meses depois, Jesus, E há a certeza, o que se chame certeza, de que tenha sido mesmo a semente do Senhor que engendrou o meu primeiro filho, Bom, a questão é melindrosa, o que tu estás a pretender de mim é, sem tirar nem pôr, uma investigação de paternidade, quando a verdade é que, nestes conúbios mistos, por muitas análises, por muitos testes, por muitas contagens de glóbulos que se façam, certezas nunca as podemos ter absolutas, Pobrezinha de mim, que cheguei a imaginar, ouvindo-te, que o Senhor me havia escolhido para ser a sua esposa naquela madrugada, e afinal foi tudo obra de um acaso, tanto poderá ser que sim como poderá ser que não, digo-te até que melhor seria não teres descido aqui na Nazaré para vires deixar-me nesta dúvida, aliás, se queres que te fale com franqueza, um filho do Senhor, mesmo tendo-me a mim como mãe, dávamos por ele logo ao nascer, e quando crescesse teria, do mesmo Senhor, o porte, a figura e a palavra, ora, ainda que se diga que o amor demãe é cego, o meu filho Jesus não satisfaz as condições, Maria, o teu primeiro grande engano é julgares que eu vim cá apenas para te falar desse antigo episódio da vida sexual do Senhor, o teu segundo grande engano é pensares que a beleza e a facúndia dos homens existem à imagem e semelhança do Senhor, quando o sistema do Senhor, digo-to eu que souda casa, é ele ser sempre o contrário de como os homens o imaginam, e, aqui muito em confidência, eu até acho que o Senhor não saberia viver doutra maneira, a palavra que mais vezes lhe sai da boca não é o sim, mas o não, Sempre ouvi eu dizer que o Diabo é que é o espírito que nega, se no teu coração não deres pela diferença, nunca saberás a quem pertences, Pertenço ao Senhor, Pois é, dizes que pertences ao Senhor e caíste no terceiro e maior dos enganos, que foi o de não teres acreditado no teu filho, Em Jesus, Sim, em Jesus, nenhum dos outros viu Deus, ou alguma vez o verá, Diz-me, anjo do Senhor, é mesmo verdade que meu filho Jesus viu Deus, Sim, e, como uma criança que encontrou o seu primeiro ninho, veio a correr mostrar-to, e tu, céptica, e tu, desconfiada, disseste que não podia ser verdade, que se ninho havia estava vazio, que se ovos tinha, eram goros, e que se os não tinha, comera-os a serpente, Perdoa-me, meu anjo, por ter duvidado, Agora não sei se estás a falar comigo, ou com o teu filho, Com ele, contigo, com ambos, que posso eu fazer para emendar o mal feito, Que é que te aconselharia o teu coração de mãe, Que fosse procurá-lo, dizer-lhe que creio nele, pedir que me perdoe e volte para casa, aonde o Senhor o virá chamar, em chegando a hora, Francamente, não sei se vais a tempo, não há nada mais sensível do que um adolescente, arriscas-te a ouvir más palavras e a levar com a porta na cara, Se tal acontecer, a culpa tem-na aquele demónio que o embruxou e perdeu, nem sei como o Senhor, sendo pai, lhe consentiu tais liberdades, tanta rédea solta, De que demónio falas, Do pastor com quem o meu filho andou durante quatro anos, a governar um rebanho que ninguém sabe para que serve, Ah, o pastor, Conhece-lo, Andámos na mesma escola, E o Senhor permite que um demónio como ele perdure e prospere, Assim o exige a boa ordem do mundo, mas a última palavra será sempre a do Senhor, só não sabemos é quando a proferirá, mas vais ver que uma manhã destas acordamos e descobrimos que não há mal no mundo, e agora devo ir-me, se tens mais algumas perguntas a fazer, aproveita, Só uma, Óptimo, Para que quer o Senhor o meu filho, Teu filho é uma maneira de dizer, Aos olhos do mundo Jesus é meu filho, Para que o quer, perguntas tu, pois olha que é uma boa pergunta, sim senhor, o pior é que não sei responder-te, a questão no estado actual, é toda entre eles dois, e Jesus não creio que saiba mais doque a ti te terá dito, Disse-me que terá poder e glória depois de morrer, Dessa parte também estou informado, Mas que irá ele ter de fazer em vida para merecer as maravilhas que o Senhor lhe prometeu, Ora, ora, tu crês, ignorante mulher, que essa palavra exista aos olhos do Senhor, que possa ter algum valor e significado o que presunçosamente chamais merecimentos, em verdade não sei que é que vos julgais, quando não passais de míseros escravos da vontade absoluta de Deus, Nada mais direi, sou realmente a escrava do Senhor, cumpra-se em sim segundo a sua palavra, diz-me só, depois de todos estes meses passados, onde poderei encontrar o meu filho, Procura-o, que é a tua obrigação, ele também foi à procura da ovelha perdida, Para matá-la, Sossega, que a ti não te matará, mas tu, sim, o matarás a ele, não estando presente na hora da sua morte, Como sabes que não morrerei eu primeiro, Estou bastante próximo dos centros de decisão para sabê-lo, e agora adeus, fizeste as perguntas que querias, talvez não tenhas feito alguma que devias, mas isso é assunto que já não me diz respeito, Explica-me, Explica-te tu a ti própria. Com a última palavra, o anjo desapareceu e Maria abriu os olhos. Todos os filhos dormiam, os rapazes em dois grupos de três, Tiago, José e Judas, os mais velhos, a um canto, noutro canto os mais novos, Simão, Justo e Samuel, e com ela, uma de cada lado, como de costume Lísia e Lídia, mas os olhos de Maria, perturbados ainda pelos anúncios do anjo, arregalaram-se-lhe de repente, estarrecidos, ao ver que Lísia estava toda descomposta, praticamente nua, a túnica arregaçada por cima dos seios, e dormia profundamente, e suspirava sorrindo, com o brilho de um leve suor na testa e sobre o lábio superior, que parecia mordido de beijos. Se não fosse a certeza de ter estado ali apenas um anjo conversador, os sinais mostrados por Lísia fariam gritar e clamar que um demónio íncubo, desses que acometem maliciosamente as mulheres adormecidas, andara a fazer das suas no desprevenido corpo da donzela, enquanto a mãe se deixava distrair com a conversa, provavelmente foi sempre assim e nós que não o sabíamos, andarem estes anjos aos pares para onde quer que vão, e enquanto um, para entreter e fazer costas, se põe a contar histórias da Carochinha, o outro, calado, opera o actus nefandus, maneira de dizer, que nefando em rigor não é, tudo indicando que na vez seguinte se trocarão as funções e as posições para que não se perca, nem no sonhador nem no sonhado, o beneficioso sentido da dualidade da carne e do espírito. Maria cobriu a filha como pôde, puxando-lhe a túnica até à altura do que é impróprio estando descoberto, e, quando a teve decente, acordou-a e perguntou-lhe em voz baixa, por assim dizer à queima-roupa, Que estavas a sonhar. Apanhada de surpresa, Lísia não podia mentir, respondeu que sonhara com um anjo, mas que o anjo nada lhe dissera, apenas olhara para ela, e era um olhar tão meigo e tão doce que melhores não poderão ser os olhares no paraíso. Não te tocou, perguntou Maria, e Lísia respondeu, Ó minha mãe, os olhos não servem para isso. Sem bem saber se devia tranquilizar-se ou preocupar-se com o que se passara a seu lado, Maria, em voz ainda mais baixa, disse, Eu também sonhei com um anjo, E o teu, falou, ou também esteve calado, perguntou Lísia, inocentemente, Falou para me dizer que teu irmão Jesus dissera a verdade quando nos anunciou que tinha visto Deus, Ai, minha mãe, que mal fizemos então, não acreditamos na palavra de Jesus, e ele tão bom, que, de zangado, até podia ter levado o dinheiro do meu dote, e não o fez, Agora temos de ver como o remediaremos, Não sabemos onde está, notícias não deu, o anjo é que bem podia ter ajudado, sabem tudo, os anjos, Pois não, não ajudou, só me disse que procurássemos o teu irmão, que era esse o nosso dever, Mas, ó minha mãe, se afinal foi verdade que o mano Jesus esteve com o Senhor, então a nossa vida, daqui por diante, vai ser diferente, Diferente, talvez, mas para pior, Porquê, Se nós não acreditámos em Jesus nem na sua palavra, como esperas que os outros acreditem, com certeza não quererás que vamos aí pelas ruas e praças de Nazaré a apregoar Jesus viu o Senhor Jesus viu o Senhor, seríamos corridas à pedrada, Mas o Senhor, visto que o escolheu, nos defenderia, que somos a família, Não estejas tão certa disso, quando o Senhor fez a sua escolha, nós não estávamos lá, para o Senhor não há pais nem filhos, lembra-te de Abraão, lembra-te de Isaac, Ai, mãe, que aflição, O mais prudente, filha, é guardarmos estas coisas nos nossos corações e falarmos delas o menos possível, Então, que faremos, Amanhã mandarei Tiago e José a procurar Jesus, Mas onde, se a Galileia é imensa, e a Samaria, se para lá foi, oua Judeia, ou a Idumeia, que essa está no cabo do mundo, O mais provável é teu irmão ter ido para o mar, recorda-te do que ele nos disse quando veio, que tinha andado com uns pescadores, E não teria antes voltado para o rebanho, Esse tempo acabou, Como sabes, Dorme, que a manhã ainda vem longe, Pode ser que tornemos a sonhar com os nossos anjos, Pode ser. Se o anjo de Lísia, acaso tendo fugido à companhia do parceiro, veio habitar-lhe outra vez o sono, não se chegou a perceber, mas o anjo do anúncio, mesmo se se esqueceu de algum pormenor, não pôde voltar, porque Maria esteve sempre de olhos abertos na meia escuridão dacasa, o que sabia sobrava-lhe, o que adivinhava temia.
Saramago, José, O Evangelho segundo Jesus Cristo
Romance, 2 edição
Caminho - O campo da Palabra
Lisboa 1991, pp. 311-316
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Ensaio sobre a cegueira
José Saramago
Temos que ver se há por aqui alguma pá ou alguma enxada, seja o que for que possa servir para cavar, disse o médico. Era manhã, tinham trazido com grande esforço o cadáver para a cerca interior, puseram-no no chão, entre o lixo e as folhas mortas das árvores. Agora era preciso enterrá-lo. Só a mulher do médico sabia o estado em que se encontrava o morto, a cara e o crânio rebentados pela descarga, três buracos de balas no pescoço e na região do esterno. Também sabia que em todo o edifício não havia nada com que se pudesse abrir uma cova. Percorrera toda a área que lhes tinha sido destinada e não encontrara mais que uma vara de ferro. Ajudaria, mas não era suficiente. E vira, por trás das janelas fechadas do corredor que seguia ao longo da ala reservada aos suspeitos de contágio, mais baixas deste lado da cerca, rostos atemorizados, de pessoas à espera da sua hora, do momento inevitável em que teriam de dizer às outras Ceguei, ou quando, se tivessem tentado ocultar-lhes o sucedido, as denunciasse um gesto errado, um mover de cabeça à procura duma sombra, um tropeção injustificado em quem tem olhos. Tudo isto também o sabia o médico, a frase que lançara fazia parte do disfarce combinado por ambos, a partir de agora a mulher já poderia dizer, E se pedíssemos aos soldados que nos atirassem cá para dentro uma pá, A ideia é boa, experimentemos, e todos estiveram de acordo, que sim, que era uma boa ideia, só a rapariga dos óculos escuros não pronunciou palavra sobre esta questão de enxada ou pá, todo o seu falar, por enquanto, eram lágrimas e lamentos, A culpa foi minha, chorava ela, e era verdade, não se podia negar, mas também é certo, se isso lhe serve de consolação, que se antes de cada acto nosso nos puséssemos a prever todas as consequências dele, a pensar nelas a sério, primeiro as imediatas, depois as prováveis, depois as possíveis, depois as imagináveis, não chegaríamos sequer a mover-nos de onde o primeiro pensamento nos tivesse feito parar. Os bons e os maus resultados dos nossos ditos e obras vão-se distribuindo, supõe-se que de uma forma bastante uniforme e equilibrada, por todos os dias do futuro, incluindo aqueles, infindáveis, em que já cá não estaremos para poder comprová-lo, para congratular-nos ou pedir perdão, aliás, há quem diga que isso é que é a imortalidade de que tanto se fala, Será, mas este homem está morto e é preciso enterrá-lo. Foram portanto o médico e a mulher a parlamentar, a rapariga dos óculos escuros, inconsolada, disse que ia com eles. Por dor da consciência. Mal apareceram à vista, na entrada da porta, um soldado gritou-lhes, Alto, e como se temesse que a intimação verbal, ainda que enérgica, não fosse acatada, disparou um tiro para o ar. Assustados, recuaram para a protecção da sombra do átrio, por trás das madeiras grossas da porta aberta. Depois a mulher do médico avançou sozinha, donde estava podia ver os movimentos do soldado e resguardar-se a tempo, se fosse necessário, Não temos com que enterrar o morto, disse, precisamos de uma pá. Ao portão, mas do lado oposto onde o cego tinha caído, apareceu outro militar. Sargento era, mas não o de antes, Que querem, gritou, Precisamos de uma pá, ou uma enxada, Não há cá disso, ponham-se andar, Temos de enterrar o corpo, Não enterrem, deixem-no aí a apodrecer, Se o deixarmos fica a contaminar a atmosfera, Pois que contamine e vos faça bom proveito, A atmosfera não está parada, tanto está aqui como vai para aí. A pertinência do argumento obrigou o militar a reflectir. Tinha vindo Substituir o outro sargento, que cegara e fora imediatamente levado para onde estavam a ser concentrados os enfermos pertencentes às forças armadas de terra. Escusado será dizer que a aviação e a marinha dispunham também, cada uma, das suas próprias instalações, mas estas de menor tamanho e importância, por serem mais reduzidos os efectivos destas armas. A mulher tem razão, reconsiderou o sargento, num caso como este não há dúvida de que todos os cuidados são poucos. Como prevenção, dois soldados, munidos de máscaras antigases, já haviam despejado sobre o sangue dois garrafões inteiros de amónia, cujos últimos vapores ainda faziam lacrimejar o pessoal e lhes picavam as mucosas da garganta e do nariz. O sargento declarou, enfim, Vou ver o que se pode arranjar, E a comida, aproveitou a mulher do médico a ocasião para recordar-lhe, A comida ainda não chegou, Só do nosso lado já há mais de cinquenta pessoas, temos fome, o que estão a mandar não chega para nada, Isso da comida não é com o exército, Alguém tem de resolver a situação, o governo comprometeu-se a alimentar-nos, Voltem lá para dentro, não quero ver ninguém nessa porta, A enxada, ainda gritou a mulher do médico, mas o sargento tinha- se ido embora. A manhã estava em meio quando se ouviu a voz do altifalante na camarata, Atenção, atenção, os internados alegraram- se, pensaram que era o anúncio da comida, mas não, tratava-se da enxada, Alguém que a venha buscar, mas nada de grupos, só sai uma pessoa, Vou eu, que já falei com eles antes, disse a mulher do médico. Logo que saiu ao patamar exterior viu a enxada. Pela posição e pela distância a que se encontrava, mais perto do portão do que da escada, devia ter sido atirada de fora, Não me posso esquecer de que estou cega, pensou a mulher do médico, Onde está, perguntou, Desce a escada, que já te irei guiando, respondeu o sargento, muito bem, agora anda na direcção em que estás, assim, assim, alto, vira-te um pouco para a direita, não, para a esquerda, menos, menos do que isso, agora em frente, se não te desviares vais dar com o nariz mesmo em cima dela, quente, a escaldar, merda, eu disse que não te desviasses, frio, frio, está a aquecer outra vez, quente, cada vez mais quente, pronto, agora dá meia volta que eu torno a guiar-te, não quero que fiques para aí como uma burra à nora, às voltas, e me venhas parar ao portão, Não estejas tão preocupado, pensou ela, irei daqui à porta em linha recta, no fim de contas tanto faz, ainda que ficasses a desconfiar de que não estou cega, a mim que me importa, não virás cá dentro buscar-me. Pôs a enxada ao ombro, como um cavador que vai ao seu trabalho, e caminhou na direcção da porta sem se desviar um passo, Nosso sargento, já viu aquilo, exclamou um dos soldados, até parece ela que tem olhos, Os cegos aprendem depressa a orientar-se, explicou, convicto, o sargento.
Foi trabalhoso abrir a cova. A terra estava dura, calcada, havia raízes a um palmo do chão. Cavaram à vez o motorista, os dois polícias e o primeiro cego. Perante a morte, o que se espera da natureza é que percam os rancores a força e o veneno, é certo que se diz que o ódio velho não cansa, e disso não faltam provas na literatura e na vida, mas isto aqui, no fundo, a bem dizer, não era ódio, e de velho nada, pois que vale o roubo de um automóvel ao lado do morto que o tinha roubado, e menos ainda no mísero estado em que se encontra, que não são precisos olhos para saber que esta cara não tem nariz nem boca. Não puderam cavar mais fundo que três palmos. Fosse o morto gordo e ter-lhe-ia ficado de fora a barriga, mas o ladrão era magro, um autêntico pau-de-virar-tripas, pior depois do jejum destes dias, a cova bastaria para dois como ele. Não houve orações. Podia-se pôr-lhe uma cruz, lembrou ainda a rapariga dos óculos escuros, foi o remorso que a fez falar, mas ninguém ali tinha notícia do que o falecido pensara em vida dessas histórias de Deus e da religião, o melhor era calar, se é que outro procedimento tem justificação perante a morte, além disso, leve-se em consideração que fazer uma cruz é muito menos fácil do que parece, sem falar do tempo que ela se iria aguentar, como todos estes cegos que não vêem onde põem os pés. Voltaram à camarata. Nos sítios mais frequentados, desde que não seja em campo aberto, como a cerca, a gente já não se perde, com um braço esticado à frente e uns dedos a mover-se como antenas de insectos chega-se a toda a parte, é mesmo provável que nos cegos mais dotados não tarde a desenvolver-se aquilo a que chamamos visão frontal. A mulher do médico, por exemplo, é extraordinário como ela consegue movimentar-se e orientar-se por este verdadeiro quebra-cabeças de salas, desvãos e corredores, como sabe virar uma esquina no ponto exacto, como pára diante de uma porta e a abre sem hesitação, como não precisa ir contando as camas até chegar à sua. Agora está sentada na cama do marido, conversa com ele, baixinho como de costume, vê-se que são pessoas de educação, e têm sempre alguma coisa para dizer um ao outro, não são o mesmo que o outro casal, o primeiro cego e a mulher, depois daquelas comovedoras efusões do reencontro quase não têm falado, é que, neles, provavelmente, tem podido mais a tristeza de agora do que o amor de antes, com o tempo hão-de habituar- se. Quem não se cansa a repetir que tem fome é o rapazito estrábico, apesar de a rapariga dos óculos escuros, praticamente, ter tirado a comida à sua boca para a dar a ele. Há muitas horas que o mocinho não pergunta pela mãe, mas decerto voltará a sentir-lhe a falta depois de ter comido, quando o corpo se encontrar liberto das brutidões egoístas que resultam da simples, porém imperiosa, necessidade de manter-se. Fosse por causa do que acontecera de madrugada, fosse por motivos alheios à nossa vontade, a verdade é que não tinham chegado a ser trazidas as caixas com a refeição da manhã. Agora está-se a aproximar a hora do almoço, é quase uma hora no relógio que a mulher do médico disfarçadamente acaba de consultar, não deverá portanto estranhar-se que a impaciência dos sucos gástricos tenha decidido uns quantos cegos, tanto desta ala como da outra, a irem esperar no átrio a chegada da comida, e isto por duas excelentes razões, a pública, de uns, porque desta maneira se ganharia tempo, a reservada, de outros, porque é sabido que quem chega primeiro melhor se serve. Ao todo, não serão menos de dez os cegos atentos ao ruído que o portão exterior fará ao ser aberto, aos passos dos soldados que hão-de trazer as abençoadas caixas. Por sua vez, temerosos de uma súbita cegueira que pudesse resultar da proximidade imediata dos cegos que esperavam no átrio, os contagiados da ala esquerda não se atreveram a sair, mas alguns deles estão a espreitar pela frincha da porta, ansiosos por que chegue a sua vez. O tempo foi passando. Cnasados de esperar, alguns cegos tinham-se sentado no chão, mais tarde dois ou três regressaram às camaratas. Foi pouco depois que se ouviu o ranger inconfundível do portão. Excitados, os cegos, atropelando-se uns aos outros, começaram a mover-se para onde, pelos sons de fora, calculavam que estava a porta, mas, de súbito, tomados por uma vaga inquietação que não iriam ter tempo de definir e explicar, pararam e logo confusamente retrocederam, enquanto começavam já a perceber-se distintamente os passos dos soldados que traziam a comida e da escolta armada que os acompanhava.
Saramago, José, Ensaio sobre a Cegueira
Romance - Caminho, O Campo da Palabra
Lisboa 1995, pp. 83-88
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Até hoje (memórias de cão)
Álamo Oliveira
A manhã vai rósea, os verdes negros, o cacimbo baixo, e já todos se levantaram, deslizam pelo quartel, as mãos nos bolsos, cabeças derrubadas, olhos sem direcção. Os pássaros não estão barulhentos, quietos nas seringueiras e nas mangueiras, sem fome, uma preguiça nas asas que os retém. Chega ao quartel um ruído de pilão que não destrói o silêncio, antes o acentua com aquele ritmo lento de dobre a finados. Há um luto no coração, muito negro, muito pesado, uma dor que se quedou, contida, muito viva, que arde. O cadáver do Zé Domingos lá está na pequena capela e ali ficará por quase quarenta e oito horas, à sorte do abandono nacional. Fora embrulhado num lençol que logo manchou de sangue e ali ficou, pesadelo permanente, aflição de vómito, a todos queriam fugir. Amavam-no sem reticências. Lembravam a sua alegria ambulante, as suas anedotas frescas, contadas em barítono perfeito, preenchidas de pormenores imaginosos e hilariantes. E era amigo, amigo a tempo inteiro, daqueles que só a guerra e a miséria, fêmeas do mal, sabem gerar.
Em breve sentir-se-á o entardecer, e os homens ficarão nervosos. O próprio capitão deambula entre a capela e o abrigo onde funciona o centro de transmissões. Olham para o céu, não para rezar ou pedir um anjo, mas sim o helicóptero que trará outro caixão de chumbo para o Zé Domingos. Sabiam que o tinham perdido para sempre e era-lhes doloroso tê-lo ali a inchar, já em decomposição e enjoando por culpa do primeiro caixão que viera de Bissau. Era pequeno. Ainda tentaram quebrar-lhe as pernas para que coubesse, mas o Zé Domingos, apesar do seu cheiro a podre, protestou ainda uma última vez. Era um morto demasiadamente grande para caber na bitola feretrária do país, o país que o empurrara para a guerra e a quem cabia agora o direito de ter, pelo menos, um caixão talhado à sua medida. Mas chegou a noite e engoliu Binta com a sua enorme boca. O helicóptero já não vem. O silêncio, se possível, é agora maior. Apesar de juntos, cada um está sozinho, remetidos ao avesso, sem palavras, ruminando a solidão. "Mãe, não quero morrer aqui!", João com o aerograma sobre o tampo irregular do caixote da roupa, a vontade toda de fugir, de mentir, desfeita a última ilusão, o valor da pátria, a razão da guerra. O cadáver do Zé Domingos era a acusação suprema. Soldado morto não é herói. É apenas impecilho que se tenta enfardar depressa no primeiro caixão vazio que aparece. Fosse ele o morto e também o forçariam a caber na medida nacional de caixão. Antes morrer na ilha, de velhice ou de malzinho precoce, com direitos sagrados, o pranto dos parentes e dos amigos, morrendo talvez numa tarde de vento, outubro de nuvens negras, enroscadas, metido em caixão de pinho, pregado a número cinco, os pregos, e forrado de sarja preta com cruz branca de pano de lençol. E antes de fazerem o caixão, tirar-lhe-iam a medida para que fosse ali, muito certinho, sem sobrar nem faltar. Alguém poderia colocar uma flor, um toque de festa, uma certa alegria na viagem. Morreria por si. Só por si. E não morreria nunca como o Zé Domingos, esventrado por granada de morteiro, granada que nem trazia destino certo e que o apanhou sobre o cais enquanto gritava ao gajeiro que lhe trouxesse um mulher acesa. E ela veio atenuar o seu delírio. Só que não veio acesa e chamava-se morte.
"Mãe, não quero morrer aqui! Não quero morrer aqui! Não quero que te vão levar um telegrama untado de luto e te digam, com a tristeza falsa que qualquer sargento mal sabe disfarçar, que morri dignamente em combate, salvando a honra da pátria. Se te disserem, mãe, que fui um herói na acredites. Chora-me, mas não acredites. Porque se eu morrer aqui, foi sem querer. E hei-de ter muita pena." O aerograma estava, assim cheio de morte, daquela que se não quer porque se adora viver. João ficou quase toda a manhã na cama, morno, lasso, fastidioso. Não foi ver se o novo caixão que o helicóptero trouxe era ou não era do tamanho do Zé Domingos. Desviou-se desse momento para não dizer adeus, para não chorar. Deambulou pela margem do Cacheu, deixando que as horas derrubassem o sol, afogando-o tristemente por detrás da mata do Ohio, enquanto o Mamadu puxava para terra a sua canoa de pescar. "Manga de peixe, Mamadu?!" "Pouco nada, nosso sôrdado!", a resignação na voz, o perdão do tempo perdido, da avareza do rio. João espia o fundo da canoa, meia dúzia de peixes verdes, magricelas e de mau gosto, Mamadu despeitado, um dia inteiro de trabalho, o Cacheu cioso de seus peixes. Na sua ilha, os barcos atracavam no porto de S. Mateus gemendo e afundando de peixe, chicharros a saltar em alegre agonia. Eram pescadores danados de engenho e arte, num mar generoso de riqueza vária. Chegavam de madrugada, subiam o varadouro à força de braços, braços calcinados de sal e aguardente, fortes que nem tenazes. Peixe a monte. Os nabiças à vez, enchendo cestos e carroças e ala pela ilha fora, apregoando a fartura do mar, conduto dos mais pobres. "O Cacheu não é o Atlântico...", ri-se da sua própria ingenuidade, os pés sujos de lodo cinzento, peganhosos, um duche por fim. Na cama do seu abrigo, acosta-se à violência do seu estar na guerra, um peso na alma, o desafio sinistro do rodar sonolento dos ponteiros do relógio. A si mesmo pergunta "Porquê?" E não sabia. Retoma o aerograma que escrevera de manhã. Relê-o e rasga-o de seguida. Não discutiu consigo. A decisão foi mais o gesto, a vontade de destruir alguma coisa. Toma outro aerograma e mentirosamente escreve: "Saudosos pais e irmãos, permita Deus que ao receberm estas breves palavras se encontrem a gozar uma boa e feliz saúde. A minha vai bem, graças a Deus," o começo igual, de leitura desnecessária, uma forma de arrancar, de encher papel. Depois, puxando por um humor demoníaco que lhe aziava no estômago, diz que tem pouco para contar, que as novidades são poucas. Falará de Binta numa réstea de mentiras pegadas. Não tem de África o fascínio, pelo menos, não o sente. Bissau e Binta eram para esquecer. Poderia dizer nomes exóticos. Falar de gazelas e de cobras, tarântulas e camaleões, hipopótamos, leopardos e macacos. Impressionar de cores vivas com papagaios, íbis e pelicanos. Sugerir riquezas de mogno, pau- ferro e coqueiros. Encher a boca de sumos com caju, manga e papaia. Arrepiar cabelos com descrições de ritos estranhos, de máscaras ancestrais, tatuagens de significados obscuros, mistérios de deuses desconhecidos imprecados na paixão viril de batuques indecifráveis. Mas a pobreza das gentes era uma verdade maior, pobreza de pão visível, palpável. E lá foi escrevendo que Binta não era bem um quartel de mato, entalado no cerco alto do arame farpado, com velhos barracões de mancarra, outrora sinónimo de comércio, hoje com utilidades várias e sempre profundamente vazios. Vinham batelões rio acima, sem perigos de morteiro, carregar colheitas de amendoim, que dariam óleo nos alambiques de Bissau. Não fossem as árvores e Binta seria agora um deserto. Mas João fala de cidade bonita. Só faltam algumas montras de comércio para se ver de passeio, as ruas largas, ruído provinciano. O Cacheu tem a largura do canal entre a Terceira e S. Jorge. "Isto é só para fazerem uma ideia da sua grandeza!", os barcos a passear turistas, as mulheres de capulanas garridas, sentadas na margem do rio, gozando a sombra das palmeiras, suas bugigangas, pechisbeques de missanga e vidrilhos à venda com um sorriso de dentes brancos, e os artesãos de pau-preto com seus ídolos e duendes, amuletos eternos de bizarria e ainda as esteiras, os cestos de colmo, ao lado as estranhas e primitivas armas de guerra, catanas, lanças e machados de formato esquisito, lavrados de desenhos bíblicos quando da Bíblia nada sabem. "Manga de ronco, nosso sôrdado!...," isto não é Binta, é tão só uma ideia vaga do mercado de Bissau, uma tarde de passeio, a entrada curiosa, o cheiro acre das frutas a apodrecer ao sol. "Os pássaros são muito felizes nesta terra, têm muitas árvores para fazerem os linheiros. Quando as luzes acendem, reflectem o brilho nas águas cristalinas..." Riscou cristalinas e escreveu à frente brancas não fossem julgar que se armava em prosa. E não pensou mais nas águas lodosas do rio, o lodo das margens, a terra vermelha como que pintada de sangue, a sua esterilidade, o seu ventre oco. "Temos cafés para conversar e distrair um bocado" e nunca usavam o bar da cantina militar, onde se bebia a angústia a litro por uma garrafa de cerveja, o chão cuspido, os mosquitos a monte, as baratas gordas de bolachas, um bafio a lúpulo e álcool. "A guerra?! Que é isso?! Isto é uma zona de paz sem guerra possível. Acreditem nos comunicados oficiais que dizem que a situação na Guiné está praticamente normalizada. Mais dois ou três tiros disparados para o ar., os turras acagaçam-se e isto fica o paraíso...", ignore-se a mata do Ohio à sua frente, os ataques sucessivos na fronteira sul, o desassossego premente na érea de Nova Lamego. "Os que morrem aqui é quase sempre por desastre e por tolice...", tal e qual como o Zé Domingos que tivera o azar de ser apanhado por aquela granada de morteiro, que ninguém soube donde veio nem quem a mandou, só porque desafiou o destino dos deuses, ao grito incontido de arriba, arriba, gajeiro!, vê se avistas uma mulher acesa. "Não se aflijam por minha causa. Estou bem. Somos todos bem tratados e bem alimentados...", as salsichas tóbom a boiarem na terrina, a papa do arroz mal cozido, o almoço de há pouco. Todos os dias se sentavam à mesa com a pontualidade da fome, a mesma mistela dentro da terrina, dia- a-dia, duas vezes, há quase nove meses. "Estou muito mais gordo...", olhando os ossos do peito, mais a verdade da balança da enfermaria. Dos sessenta e oito quilos que levara para a Guiné restavam-lhe cinquenta e sete. Mandou visitas, saudades, cumprindo a praxe final da escrita epistolar. Assinou e fechou o aerograma. E viu como eram lindas as suas mentiras verdadeiras. "Nem tudo o que é oiro brilha!," cicia sibilino, na alma a inundação da paz muito podre, o mesmo sabor inexplicável do beijo de Fernando pousado na testa na sua primeira noite de guerra.
Chove e é julho, vê-se pelo calendário que tem os dias riscados um a um, a paciência posta ao serviço do tempo que se desgasta morosamente, xisto na praia, lima que lima, mais liso e redondo, mas ainda xisto e não areia, 1968, em Binta, algures no norte da Guiné, na margem do Cacheu, ponto achado na quadrícula da guerra, mandingas e balantas, a cabeça de palha. João sai do abrigo. A chuva é quente. O cacimbo vem ainda antes da noite. Sobre o abrigo, o Mastigas está sentado, as pernas cruzadas, um buda, balanta voltado para Meca, "Alá nos cubra com a sua benção...!" O Mastigas estava voltado para a mata do Ohio, os olhos vagos, perdidos no longe, pequenino e curvado, velho pirata lírico a rezar recordações. O corpo oscila, adiante e atrás, pêndulo de relógio sem horas para dizer. Indiferente à chuva, lá fica naquele movimento todo triste, as roupas coladas de agúe e não está bêbado - sente-se. João procura palavras, uma palavra, talvez mesmo um gesto, um simples ruído, para transmitir ao Mastigas. "Vai-te embora, João. Segue o teu caminho...", é o Mastigas que fala, ordena, assim se depreende da voz. Não interrompeu o balanço, não desfitou os olhos, não pronunciou um gesto. Apenas, "Vai-te embora, João...", o problema é dele, ninguém tem nada com isso e na guerra há um respeito real por todas as solidões. "Fernando, o Mastigas está em cima do abrigo...", etc., toda a gente o sabe. Desde que o Zé Domingos morreu está para ali enrodilhado, nas horas que lhe sobram. Não chora, não grita, não fala. Fez-se pêndulo de silêncio, adorador dos grandes vazios. É que eles amavam-se. Discretamente.
Oliveira, Álamo, Até hoje (memórias de cão)
Signo, Angra do Heroismo 1988, pp. 98-104
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
Mandarim
Eça de Queirós
Eu chamo-me Teodoro - e fui amanuense do Ministério do Reino.
Nesse tempo vivia eu à Travessa da Conceicão, n.o 106, na casa de hóspedes da D. Augusta, a esplêndida D. Augusta, viúva do major Marques. Tinha dois companheiros: o Cabrita, empregado na Administracão do Bairro Central, esguio e amarelo como uma tocha de enterro; e o possante, o exuberante tenente couceiro, grande tocador de viola francesa.
A minha existência era bem equilibrada e suave. Toda a semana, de mangas de lustrina à carteira da minha reparticão, ia lançando, numa formosa letra cursiva, sobre o papel Tojal do Estado, estas frases fáceis: "Il.mo Sr. - Tenho a honra de comunicar a V. Ex.a... Tenho a honra de passar às mãos de V. Ex.a, Il.mo e Ex.mo Sr. ..."
Aos domingos repousava: instalava-me então no canapé da sala de jantar, de cachimbo nos dentes, e admirava a D. Augusta, que, em dias de missa, costumava limpar com clara de ovo a caspa do tenente Couceiro. Esta hora, sobretudo no Verão, era deliciosa: pelas janelas meio cerradas penetrava o bafo da soalheira, algum repique distante dos sinos da Conceicão Nova e o arrulhar das rolas na varanda; a monótona sussuracão das moscas balançava-se sobre a velha cambraia, antigo véu nupcial da Madame Marques, que cobria agora no aparador os pratos de cerejas bicais; pouco a pouco o tenente, envolvido num lençol como ídolo no seu manto, ia adormecendo, sob a friccão mole das carinhosas mãos da D. Augusta; e ela, arrebitando o dedo mínimo, branquinho e papudo, sulcava-lhe as repas lustrosas com o pentezinho dos bichos... Eu então, enternecido, dizia à deleitosa senhora:
- Ai, D. Augusta, que anjo que é!
Ela ria; chamava-me enguiço! Eu sorria, sem me escandalizar. "Enguiço" era com efeito o nome que me davam na casa - por eu ser magro, entrar sempre as portas com o pé direito, tremer de ratos, ter à cabeceira da cama uma litografia de Nossa Senhora das Dores que pertencera à mamã e corcovar. Infelizmente corcovo - do muito que verguei o espinhaço na Universidade, recuando como uma pega assustada diante dos senhores lentes; na reparticão, dobrando a fronte ão pó perante os meus directores-gerais. Esta atitude, de resto, convém ão bacharel; ela mantém a disciplina num Estado bem organizado; e a mim garantia-me a tranquilidade dos domingos, o uso de alguma roupa branca e vinte mil réis mensais.
Não posso negar, porém, que nesse tempo eu era ambicioso - como o reconheciam sagazmente a Madame Marques e o lépido Couceiro. Não que me revolvesse o peito o apetite heróico de dirigir, do alto de um trono, vastos rebanhos humanos; não que a minha louca alma jamais aspirasse a rodar pela Baixa em trem da Companhia, seguida de um correio choutando; - mas pungia-me o desejo de poder jantar no Hotel Central com champanhe, apertar a mão mimosa de viscondessas e, pelo menos duas vezes por semana, adormecer, num êxtase mudo, sobre o seio fresco de Vénus. Oh! moços que vos dirigíeis vivamente a S. Carlos, atabafados em paletós caros onde alvejava a gravata de soirée! Oh! tipóias, apinhadas de andaluzas, batendo galhardamente para os touros - quantas vezes me fizeste suspirar! Porque a certeza de que os meus vinte mil réis por mês e o meu jeito encolhido de enguiço me excluíam para sempre dessas alegrias sociais vinha-me então ferir o peito - como uma frecha que se crava num tronco e fica muito tempo vibrando!
Ainda assim, eu não me considerava sombriamente um "pária". A vida humilde tem doçuras: é grato, numa manhã de sol alegre, com o guardanapo ão pescoço, diante do bife de grelha, desdobrar o Diário de Notícias; pelas tardes de Verão, nos bancos gratuitos do Passeio, gozam-se suavidades de idílio; é saboroso à noite no Martinho, sorvendo ãos goles um café, ouvir os verbosos injuirar a Pátria... Depois, nunca fui excessivamente infeliz - porque não tenho imaginacão: não me consumia, rondando e almejando em torno de paraísos fictícios, nascidos da minha própria alma desejosa como nuvens da evaporacão de um lago; não suspirava, olhando as lúcidas estrelas, por um amor à Romeu ou por uma glória social à Camors. Sou um positivo. Só aspirava ão racional, ão tangível, ão que já fora alcançado por outros no meu bairro, ão que é acessível ão bacharel. E ia-me resignando, como quem a uma table d'hôte mastiga a bucha de pão seco à espera que lhe chegue o prato rico da charlotte russe. As felicidades haviam de vir: e para as apressar eu fazia tudo o que devia como português e como constitucional: - pedia-as todas as noites a Nossa Senhora das Dores e comprava décimos da lotaria.
No entanto procurava distrair-me. E como as circunvoluçoes do meu cérebro me não habilitavam a compor odes, à maneira de tantos outros ão meu lado que se desforravam assim do tédio da profissão; como o meu ordenado, paga a casa e o tabaco, me não permitia um vício - tinha tomado o hábito discreto de comprar na Feira da Ladra antigos volumes desirmanados, e à noite, no meu quarto, repastava-me dessas leituras curiosas. Eram sempre obras de títulos ponderosos: Galera da Inocência, Espelho Milagroso, Tristeza dos Mal-Deserdados... O tipo venerando, o papel amarelado com picadas de traça, a grave encadernacão freirática, a fitinha verde marcando a página - encantavam-me! Depois, aqueles dizeres ingénuos em letra gorda davam uma pacificacão a todo o meu ser, sensacão comparável à paz penetrante de uma velha cerca de mosteiro, na quebrada de um vale, por um fim suave de tarde, ouvindo o correr da água triste...
Uma noite, há anos, eu começara a ler, num desses in-fólios vetustos, um capítulo intitulado "Brecha das almas"; e ia caindo numa sonolência grata, quando este período singular se me destacou do tom neutro e apagado da página, com o relevo de uma medalha de ouro nova brilhando sobre um tapete escuro: copio textualmente:
"No fundo da China existe um mandarim mais rico que todos os reis de que a fábula ou a história contam. Dele nada conheces, nem o nome, nem o semblante, nem a seda de que se veste. Para que tu herdes os seus cabedais infindáveis, basta que toques essa campainha, posta a teu lado, sobre um livro. Ele soltará apenas um suspiro, nesses confins da Mongólia. Será então um cadáver: e tu verás a teus pés mais ouro do que pode sonhar a ambicão de um avaro. Tu, que me lês e és um homem mortal, tocarás tu a campainha?"
Estaquei, assombrado, diante da página aberta: aquela interrogacão "homem mortal, tocarás tu a campainha?" parecia-me faceta, picaresca, e todavia perturbava-me prodigiosamente. Quis ler mais; mas as linhas fugiam, ondeando como cobras assustadas, e no vazio que deixavam, de uma lividez de pergaminho, lá ficava, rebrilhando em negro, a interpelacão estranha - "tocarás tu a campainha?"
Queirós, Eça de, O Mandarim
Texto integral com nota introdutória
Livros de Bolso Europa-América, 222,
Publicaçoes Europa-América, Mem-Martins s.a.,
pp. 25-28
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
A Cidade e as Serras
Eça de Queirós
- Bela mulher... Mas ancas secas, e aposto que não tem nádegas!
No entanto o moço de loura penugem voltara à sua estranha mágoa. Não possuirmos um general com a sua espada, e um bispo com seu báculo...
- Para quê, meu caro senhor?
Ele atirou um gesto suave em que todos os seus anéis faiscaram:
- Para uma bomba de dinamite... Temos aqui um esplêndido ramalhete de flores de civilizacão, com um Grão-Duque no meio. Imagine uma bomba de dinamite, atirada da porta!... Que belo fim de ceia, num fim de século!
E como eu o considerava assombrado, ele, bebendo golos de Chateau-Yquem, declarou que hoje a única emocão, verdadeiramente fina, seria aniquilar a Civilizacão. Nem a ciência, nem as artes, nem o dinheiro, nem o amor, podiam já dar um gosto intenso e real às nossas almas saciadas. Todo o prazer que se extraíra de "criar", estava esgotado. Só restava, agora, o divino prazer de "destruir".
Desenrolou ainda outras enormidades, com um riso claro nos olhos claros. Mas eu não atendia o gentil pedante, colhido por outro cuidado - reparando que em torno, subitamente, todo o serviço estacara como no conto do Palácio Petrificado. E o prato agora devido era o peixe famoso da Dalmácia, o peixe de Sua Alteza, o peixe inspirador da festa" Jacinto, nervoso, esmagava entre os dedos uma flor. E todos os escudeiros sumidos!
Felizmente o Grão-Duque contava a história de uma caçada, nas coutadas de Sarvan, em que uma senhora, mulher de um banqueiro, saltara bruscamente do cavalo, num descampado, sem árvores. Ele e todos os caçadores pararam - e a galante senhora, lívida, com a amazona arregaçada, corre para trás de uma pedra... Mas nunca soubemos em que se ocupava a banqueira, nesse descampado, agachada atrás da pedra - porque justamente o mordomo apareceu, reluzente de suor, e balbucio uma confidência a Jacinto, que mordeu o beiço, trespassado. O Grão-Duque emudecera. Todos se entreolhavam, numa ansiedade alegre. Então o meu Príncipe, com paciência, com heroicidade, forçando palidamente o sorriso:
- Meus amigos, há uma desgraça...
Dornan pulou na cadeira: - Fogo?
Não, não era fogo. Fora o elevador dos pratos que inesperadamente, ao subir o peixe de Sua Alteza, se desarranjara, e não se movia, encalhado!
O Grão-Duque arremessou o guardanapo. Toda a sua polidez estalava como um esmalte mal posto:
- Essa é forte!... Pois um peixe que me deu tanto trabalho! Para que estamos nós aqui então a cear? Que estupidez! E porque o não trouxeram à mão, simplesmente? Encalhado... Quero ver! Onde é a copa?
E, furiosamente, investiu para a copa, conduzido pelo mordomo que tropeçava, vergava os ombros, ante esta esmagadora cólera de Príncipe. Jacinto seguiu, como uma sombra, levado na rajada de Sua Alteza. E eu não me contive, também me atirei para a copa, a contemplar o desastre, enquanto Dornan, batendo na coxa, clamava que se ceasse sem peixe!
O Grão-Duque lá estava, debruçado sobre o poço escuro do elevador, onde mergulhara uma vela que lhe avermelhava mais a face esbraseada. Espreitei, por sobre o seu ombro real. Em baixo, na treva, sobre uma larga prancha, o peixe precioso alvejava, deitado na travessa, ainda fumegando, entre rodelas de limão. Jacinto, branco como como a gravata, torturava desesperadamente a mola complicada do ascensor. Depois foi o Grão-Duque que, com os pulsos cabeludos, atirou um empuxão tremendo aos cabos em que ele rolava. Debalde! O aparelho enrijara numa inércia de bronze eterno.
Sedas roçagaram à entrada da copa. Era Madame de Oriol, e atrás Madame Verghane, com os olhos a faiscar, na curiosidade daquele lance em que o Príncipe soltara tanta paixão. Marizaç nosso íntimo, surgiu também, risonho, propondo uma descida ao poço com escadas. Depois foi o Psicólogo, que se abeirou, psicologou, atribuindo intenções sagazes ao peixe que assim se recusava. E a cada um o Grão-Duque, escarlate, mostrava com dedo trágico, no fundo da cova, o seu peixe! Todos afundavam a face, murmuravam: "la está"! Todelle, na sua precipitacão, quase se despenhou. O periquito descendente de Coligny batia as asas, ganindo: - "Que cheiro ele deita, que delícia!" Na copa atulhada os decotes das senhoras roçavam a farda dos lacaios. O velho caiado de pó-de-arroz meteu o pé num balde de gelo, com um verro ferino. E o Historiador dos Duques de Anju movia por cima de todos o seu nariz bicudo e triste.
De repente, Todelle teve uma ideia:
- É muito simples... É pescar o peixe!
O Grão-Duque bateu na coxa uma palmada triunfal. Está claro! Pescar o peixe! E no gozo daquela facécia, tão rara e tão nova, toda a sua cólera se sumira, de novo se tornara o Príncipe amável, de magnífica polidez, desejando que as senhoras se sentassem para assistir à pesca miraculosa! Ele mesmo seria o pescador! Nem se necessitava, para a divertida façanha, mais que uma bengala, uma guita e um gancho. Imediatamente Madame de Oriol, excitada, ofereceu um dos seus ganchos. Apinhados em volta dela, sentindo o seu perfume, o calor da sua pele, todos exaltámos a amorável dedicacão. E o Psicólogo proclamou que nunca se pescara com tão divino anzol!
Quando dois escudeiros estonteados voltaram, trazendo uma bengala e um cordel, já o Grão-Duque, radiante, vergara o gancho em anzol. Jacinto, com uma paciência lívida, erguia uma lâmpada sobre a escuridão do poço fundo. E os senhores mais graves, o Historiador, o director do Boulevard, o Conde de Trèves, o homem de cabeça à Van-Dyck, sorriam, amontoados à porta, num interesse reverente pela fantasia de Sua Alteza. Madame de Trèves, essa, examinava serenamente, com a sua nobre luneta, a instalação da copa. Só Dornan não se erguera da mesa, com os punhos cerrados sobre a toalha, o gordo pescoço encovado, no tédio sombrio de fera a quem arrancaram a posta.
No entanto Sua Alteza pescava com fervor! Mas debalde! O gancho, pouco agudo, sem presa, bamboleando na extremidade da guita frouxa, não fisgava.
- Oh, Jacinto, erga essa luz! - gritava ele, inchado e suado. - Mais!... Agora! Agora! É na guelra! Só na guelra é que o gancho o pode prender. Agora... Qual! Que diabo! Não vai!
Tirou a face do poço, refolegando e afrontado. Não era possível! Só carpinteiros, com alavancas!... E todos, ansiosamente, bradámos que se abandonasse o peixe!
O Príncipe, risonho, sacudindo as mãos, concordava que por fim "fora mais divertido pescá-lo do que comê-lo!" E o elegante bando refluiu sofregamente para a mesa, ao som de uma valsa de Strauss, que os tziganes arremessaram em arcadas de lânguido ardor. Só Madame de Trèves se demorou ainda, retendo o meu pobre Jacinto, para lhe assegurar quanto admirava o arranjo da sua copa... Oh perfeita! Que compreensão da vida, que fina inteligência do conforto!
Sua Alteza, encalmado pelo esforço, esvaziou poderosamente dois copos de Chateau-Lagrange. Todos o aclamavam como um pescador genial. E os escudeiros serviram o Barão de Pauillaç cordeiro das lezírias marinhas, que, preparado com ritos quase sagrados, toma este grande nome sonoro e entra no Nobiliário de França.
Eu comi com o apetite de um herói de Homero. Sobre o meu copo e o de Dornan o champanhe cintilou e jorrou ininterrompidamente como uma fonte de Inverno. Quando se serviram ortolans gelados, que se derretiam na boca, o divino poeta murmurou, para meu regalo, o seu soneto sublime a "Santa Clara". E como, do outro lado, o moço de penugem loura insistia pela destruicão do velho mundo, também concordei, e, sorvendo champanhe coalhado em sorvete, maldissemos o Século, a Civilizacão, todos os orgulhos da Ciência! Através das flores e das luzes, no entanto, eu seguia as ondas arfantes do vasto peito de Madame Verghane, que ria como uma bacante. E nem me apiedava de Jacinto que, com a doçura de S. Jacinto sobre o cepo, esperava o fim do seu martírio e da sua festa.
Ela findou. Ainda me recordo, às três horas da noite, o Grão-Duque na antecâmara, muito vermelho, mal firme nos pés pequeninos, sem acertar com as mangas da peliça que Jacinto e eu lhe ajudámos a enfiar - convidando o meu amigo, numa efusão carinhosa, a ir caçar às suas terras da Dalmácia...
- Devo ao meu Jacinto uma bela pesca, quero que ele me deva uma bela caçada!
E enquanto o acompanhávamos, entre as alas dos escudeiros, pela vasta escada onde o mordomo o precedia erguendo um candelabro de três lumes, Sua Alteza repisava, pegajoso:
- Uma bela caçada... E também vai Fernandes! Bom Fernandes, Zé Fernandes! Ceia superior, meu Jacinto! O Barão de Pauillaç divino... Creio que o devemos nomear Duque... O Senhor Duque de Pauillac! Mais um bocado da perna do Senhor Duque de Pauillac. Ah! Ah!... Não venham fora! Não se constipem!
E do fundo do coupé, ao rodar, ainda bradou:
- O Peixe, Jacinto, desencalha o peixe! Excelente, ao almoço, frio, com um molho verde!
Trepando cansadamente os degraus, numa moleza de champanhe e sono em que os olhos se me cerravam, murmurei para o meu Príncipe:
- Foi divertido, Jacinto! Sumptuosa mulher, a Verghane! Grande pena, o elevador...
E Jacinto, num som cavo que era bocejo e rugido:
- Uma maçada! E tudo falha!
Queirós, Eça de, As Cidades e as Serras
Introducão por Carlos Reis
Biblioteca Ulisseia de Autores Portugueses
Ulisseia, Lisboa, s.a., pp. 83-87
Tomada de "Crestomatia de Quarta (Feira) - Zelimir Brala"
A Cidade e as Serras
Eça de Queirós
Numa dessas activas semanas, porém, a minha atenção subitamente se despegou deste interessante Jacinto. Hóspede do 202, conservava no 202 a minha mala e a minha roupa; e, acostado à bandeira do meu Príncipe, ainda ocasionalmente comia do seu caldeirão sumptuoso. Mas a minha alma, a minha embrutecida alma, e o meu corpo, o meu embrutecido corpo, habitavam então na Rua do Hélder, nº 16, quarto andar, porta à esquerda.
Descia eu uma tarde, numa leda paz de ideias e sensações, o Boulevard da Madalena, quando avistei, diante da Estação dos Ónibus, rondando no asfalto, num passo lento e felino, uma criatura seca, muito morena, quase tisnada, com dois fundos olhos taciturnos e tristes, e uma mata de cabelos amarelados, toda crespa e rebelde, sob o chapéu velho de plumas negras. Parei, como colhido por um repuxão nas entranhas. A criatura passou - no seu magro rondar de gata negra, sobre um beiral de telhado, ao luar de Janeiro. Dois poços fundos não luzem mais negro e taciturnamente do que luziam os seus olhos taciturnos e negros. Não recordo (Deus louvado!) como rocei o seu vestido de seda, lustroso e ensebado nas pregas; nem como lhe rosnei uma súplica por entre os dentes que rangiam; nem como subimos ambos, morosamente e mais silenciosos que condenados, para um gabinete do Café Durand, safado e morno. Diante do espelho, a criatura, com a lentidão de um rito triste, tirou o chapéu e a romeira salpicada de vidrilhos. A seda puída do corpete esgarçava nos cotovelos agudos. E os seus cabelos eram imensos, de uma dureza e espessura de juba brava, em dois tons amarelos, uns mais dourados, outros mais crestados, como a côdea de uma torta ao sair quente do forno.
Com um riso trémulo, agarrei os seus dedos compridos e frios:
- E o nomezinho, hem?
Ela séria, quase grave:
- Madame Colombe, 16, Rua do Hélder, quarto andar, porta à esquerda.
E eu (miserável Zé Fernandes!) também me senti muito sério, trespassado por uma emoção grave, como se nos envolvesse, naquela alcova do Café, a majestade de um Sacramento. À porta, empurrada levemente, o criado avançou a face nédia. Ordenei uma lagosta, pato com pimentões, e Borgonha. E foi somente ao findarmos o pato que me ergui, amarfanhando convulsivamente o guardanapo, e a tremer lhe beijei a boca, todo a tremer, num beijo profundo e terrível, em que deixei a alma, entre saliva e gosto de pimentão! Depois, numa tipóia aberta, sob um bafo mole de leste e de trovoada, subimos a Avenida dos Campos Elísios. Em frente à grade do 202 mumurei, para a deslumbrar com o meu luxo: - "Moro ali, todo o ano!..." E como ao mirar o Palacete, debruçada, ela roçara a mata fulva do pêlo crespo pela minha barba - berrei desesperadamente ao cocheiro que galopasse para a Rua do Hélder, nº 16, quarto andar, porta à esquerda!
Amei aquela criatura. Amei aquela criatura com Amor, com todos os Amores que estão no Amor, o Amor divino, o Amor humano, o Amor bestial, como Santo Antonino amava a Virgem, como Romeu amava Julieta, como um bode ama uma cabra. Era estúpida, era triste. Eu deliciosamente apagava a minha alegria na cinza da sua tristeza; e com inefável gosto afundava a minha razão na densidade da sua estupidez. Durante sete furiosas semanas perdi a consciência da minha personalidade de Zé Fernandes - Fernandes de Noronha e Sande, de Guiães! Ora se me afigurava ser um pedaço de cera que se derretia, com horrenda delícia, num forno rubro e rugidor; ora me parecia ser uma faminta fogueria onde flamejava, estalava e se consumia um molho de galhos secos. Desses dias de sublime sordidez só conservo a impressão de uma alcova forrada de cretones sujos, de uma bata de lã cor de lilás com sutaches negros, de vagas garrafas de cerveja no mármore de um lavatório, e de um corpos tisnado que rangia e tinha cabelos no peito. E também me resta a sensação de incessantemente e com arroubado deleite me despojar, arremessar para um regaço, que se cavava entre um ventre sumido e uns joelhos agudos, o meu relógio, os meus berloques, os meus anéis, os meus botões de punho de safira, e as cento e noventa e sete libras que eu trouxera de Guiães numa cinta de camurça. Do sólido, decoroso, bem fornecido Zé Fernandes, só restava uma carcaça errando através de um sonho, com as gâmbias moles e a baba a escorrer.
Depois, uma tarde, trepando com a costumada gula a escada da Rua do Hélder, encontrei a porta fechada - e arrancado da ombreira aquele cartão de Madame Colombe que eu lia sempre tão devotamente e que era a sua tabuleta... Tudo no meu ser tremeu como se o chão de Paris tremesse! Aquela era a porta do mundo que ante mim se fechara! Para além estavam as gentes, as cidades, a vida, Deus e Ela. E eu ficara sozinho, naquele patamar do Não-ser, fora da porta que se fechara, único ser fora do mundo! Rolei pelos degraus, com o fragor e a incoerência de uma pedra, até ao cubículo da porteira e do seu homem que jogavam as cartas em ditosa pachorra, como se tão pavoroso abalo não tivesse desmantelado o Universo!
- Madame Colombe?
A barbuda comadre recolheu lentamente a vaza:
- Já não mora... Abalou esta manhã, para outra terra, com outra porca!
Para outra terra! com outra porca!... Vazio, negramente vazio de todo o pensar, de todo o sentir, de todo o querer - boiei aos tombos, como um tonel vazio, na corrente açodada do Boulevard, até que encalhei num banco da Praça da Madalena, onte tapei com as mãos, a que não sentia a febre, os olhos a que não sentia o pranto! Tarde, muito tarde, quando já se cerravam com estrondo as cortinas de ferro das lojas, surdiu, de entre todas estas confusas ruínas do meu ser, a eterna sobrevivente de todas as ruínas - ideia de jantar. Penetrei no Durand, com os passos entorpecidos de um ressuscitado. E, numa recordação que me escaldava a alma, encomendei a lagosta, o pato, o Borgonha! Mas ao alargar o colarinho, ensopado pelo ardor daquela tarde de Julho, entre a poeira da Madalena, pensei com desconforot: - "Santíssimio Nome de Deus! Que imensa sede me fez esta desgraça!..." De manso acenei ao moço: - "Antes do Borgonha, uma garrafa de champanhe, com muito gelo, e um grande copo!..." Creio que aquele champanhe se engarrafara no Céu onde corre perenemente a fresca fonte da Consolação, e que na garrafa bendita que me coube penetrara, antes de arrolhada, um jorro largo dessa fonte inefável. Jesus! que transcendente regalo, o daquele nobre copo, embaciado, nevado, a espumar, a picar, num brilho de ouro! E depois, garrafa de Borgonha! E depois, garrafa de conhaque! E depois Hortelã- Pimenta granitada em gelo! E depois, um desejo arquejante de espancar, com o meu rijo marmeleiro de Guiães, a porca que fugira com outra porca! Dentro da tipóia fechada, que me transportou num galope ao 202, não sufoquei este santo impulso, e com os meus punhos serranos atirei murros retumbantes contra as almofadas, onde "via", furiosamente "via" a mata imensa de pêlo amarelo, em que a minha alma uma tarde se perdera, e três meses se debatera, e para sempre se emporcalhara! Quando o fiacre estacou no 202 ainda eu espancava tão desesperadamente a besta ingrata, que, aos berros do cocheiro, dois moços acudiram e me sustiveram, recebendo pelos ombros, sobre as nucas servis, os restos cansados da minha cólera.
Queirós, Eça de, As Cidades e as Serras
Introdução por Carlos Reis,
Biblioteca Ulisseia de Autores Portugueses, Ulisseia, Lisboa, s.a., pp. 92-95
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